Secciones
Servicios
Destacamos
No hay debate. Ese ha sido el mensaje transmitido desde el primer momento por el entrenador malaguista, Sergio Pellicer, sobre la portería. «Tenemos un bendito problema. Lo que quiero es que haya competitividad y que, ya que tenemos dos porteros de nivel, puedan ... competir entre ellos. Van a jugar los dos, según el partido y la situación», argumentó en su comparecencia tras la cita en Zaragoza. Quizá sea conveniente recordar que el castellonense ya optó por una fórmula similar la pasada temporada durante su estancia en el Atlético Malagueño.
Desde el primer momento el responsable deportivo del club, Manolo Gaspar, y Pellicer coincidieron en la necesidad de blindar la portería. Ambos eran conscientes de que la limitación económica iba a condicionar la llegada de futbolistas de cierto nivel para la zona de ataque –aunque a la postre las gestiones tuvieron un resultado satisfactorio– y de que, por lo tanto, la eficacia en la faceta defensiva iba a ser imprescindible para conseguir la permanencia. Dicho de otro modo, era una premisa obligatoria contar con «dos 'titulares'», sin experimentos con un guardameta joven o con proyección que llegara de algún club de Primera. Entre otras razones, porque ese papel ya lo cumple Gonzalo.
El fichaje de Dani Barrio supuso una gran tranquilidad para Manolo y Pellicer, porque el asturiano había sido indiscutible en el Numancia, había ofrecido buen nivel y llegaba con la carta de libertad. Pero conforme pasaban las semanas no encontraban excesivas facilidades para encontrar otro portero del nivel deseado. Hasta que se puso a tiro Soriano. Los informes sobre él eran magníficos, más allá del nivel ya mostrado en su corta carrera. Y el sevillano, por su parte, tenía asumido que la competencia en el conjunto del Sánchez Pizjuán, con Vaclik y Bono, hacía casi imposible disponer de oportunidades.
La goleada encajada en Vallecas (4-0) provocó un runrún en el propio vestuario sobre la posibilidad en un relevo bajo los palos pese a que Dani Barrio no fue culpable directo de la hecatombe. Pellicer no optó por el relevo para el siguiente compromiso, ante Las Palmas, pero sí lo llevó a cabo el domingo en Zaragoza. ¿Evitó así el entrenador señalar al asturiano? En absoluto. Si en público el entrenador ya abrió la puerta a la alternancia de los dos porteros, esa misma exposición se había producido previamente con los implicados. Igual que el año pasado.
A comienzos de la campaña anterior LaLiga vetó la llegada de Lizoain (hoy en el Mirandés) y dejó al primer equipo malaguista con un solo guardameta profesional, Munir. Las alternativas al melillense eran Kellyan y Gonzalo, que al menos hasta la actuación del primero frente al Cádiz –no muy afortunada, sobre todo en el gol marcado por Caye Quintana– contaban con las mismas opciones para el entonces entrenador del primer equipo, Víctor Sánchez del Amo. Después, como quedó de manifiesto frente al Escobedo en la Copa, se decantó por el argentino.
Mientras, en el Atlético Malagueño, Pellicer zanjó cualquier polémica desde el primer día. Reunió a Kellyan y Gonzalo, les explicó que no había un titular y un suplente, e incluso les avanzó que iban a alternarse siempre que las circunstancias lo permitieran. Además, entendía que ambos debían competir para mantener un nivel alto. Y efectivamente así fue. En el primer partido, contra el Alhaurín, jugó Gonzalo; la semana siguiente, frente al Porcuna, Kellyan.
Sólo en tres ocasiones, y por circunstancias obligadas, Kellyan o Gonzalo encadenaron dos partidos como titulares hasta que se interrumpió la Liga en el grupo IX de Tercera por el coronavirus. Pellicer buscó con la alternancia que ninguno bajara los brazos, que ambos se sintieran titulares y que la competitividad se mantuviera. Porque en su opinión el teórico suplente puede tener tendencia a relajarse conforme avanza la temporada y se ve sin opciones de ser el elegido.
Ahora Pellicer repite fórmula con Soriano y Dani Barrio. Para él no existe debate, aunque seguro que el aficionado no pensará igual si en el tramo elegido para uno de ellos se produce algún error grave. O si el cambio se produce cuando el titular pasa por un gran momento y debe ceder su puesto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.