Pellicer: «No estoy contento, tendríamos que haber dado la cara»

Volvió a hacer hincapié en la dificultad de la categoría y recalcó, a título personal, la importancia de remar en la misma dirección. «Vamos a perder partidos, eh. Y vamos a intentar que no sea así. Tenemos que remar en la misma dirección», dijo. Así, e igual que tras empatar el pasado sábado en tierras gaditanas, tachó de insuficiente el marcador final. «Teníamos la obligación de ganar y un punto es insuficiente».

La gran nota positiva del partido fue el regreso de Ramón, que volvió a vestir la blanquiazul en partido oficial 343 días después, tras caer lesionado en el Anxo Carro de Lugo a finales de abril del año pasado. «Lo conocéis todos. Ha entrado en un contexto de partido complicado y nos ha dado esa pausa. Le daba sentido el juego cuando el balón pasaba por él. Lo he visto muy bien. Es la mejor noticia de hoy y a pesar del resultado ha estado a buen nivel», comentó el entrenador del Málaga sobre el centrocampista de Órgiva.

El déficit ofensivo sigue siendo una realidad en el Málaga. Marcó, pero no consiguió hacer el suficiente daño como para rescatar con los tres puntos. «Hoy hemos jugado con todos los jugadores ofensivos. Es un tema de situaciones, en las cuales tenemos que seguir generando ocasiones y tener más profundidad», dijo. Y añadió: «Estamos siendo el segundo mejor equipo de la segunda vuelta y tenemos que darle la vuelta para ser el mejor equipo. Ahora estamos enfocados en encontrar nuevas ideas y nuevos rendimientos. Que se olvide el ruido de la gente. Ya estamos en lo más importante. Quedan ocho etapas y hay que dar el máximo. Todo lo del año se puede perder en muy poco. Este equipo por actitud es brutal».

Reconoció que el Linares ha sido uno de los equipos que más ha llegado al área en La Rosaleda. Alrededor de ello, un 'speech' que también estuvo cargado de sentimentalismo: «En ocasiones, el rival te llega con muy poco. Ha sido el equipo que más ha llegado. Si en dos saques de banda te crean dos ocasiones es que estamos mal. Pero no es algo de actitud. Es el camino para darse cuenta de que no eres mejor que el rival por ponerte la camisa del Málaga. Pasará lo que tenga que pasar este año y me queda menos tiempo que a ellos seguramente, pero es el momento de apretar. Estamos en uno de los años más importantes de la historia de la entidad. Tenemos que dar todos un poco más. Nadie baja los brazos. Tenemos el escudo del Málaga y tenemos muchas veces la obligación de arrasar por donde vamos. Hay gente que se da golpes en el escudo y no, porque aquí hay que dar todo».

Y acerca de la gestión de grupo y que estén todos enchufados, otro surtido de palabras al respecto para terminar con su comparecencia: «Siempre tenemos problemas de lesiones y de estados de forma. Es cierto que a la hora de la verdad se tira de 16 o 17 jugadores. Los centrales, todos, están entrenando como animales y van a acabar participando. Lo del once que se lo conozca todo el mundo ya es algo del pasado. Está claro que el rendimiento en público es el examen final y siempre intentamos estar en la mejor forma posible».