Granada consagra al 'nuevo' Málaga

Este Málaga es otro. No tiene nada que ver con el de temporadas anteriores. Y en Granada consagró a dos héroes: Alfonso Herrero, de nuevo ' ... san', y Antoñito. Si la dirección eventual del club no consigue renovar al jerezano jamás tendrá perdón, porque el Málaga CF, y no por méritos de sus dirigentes, tiene mimbres y futuro, y su afición, volcada, tiene ilusión. Hacía mucho tiempo que no nos ilusionábamos con jugadores de la primera plantilla malacitana, y ahora está ocurriendo: Herrero, Antoñito, Aaron Ochoa, el mismo Chupete... No sería de recibo que se nos fuera ninguno, ni se puede permitir. Y este 'nuevo' Málaga hizo sufrir al Granada y mereció la victoria. Si no lo consiguió fue por mala suerte y porque Ochoa, verdadero timón, estaba fundido y dejó su puesto a un Juanpi que no estuvo para nada afortunado, sino todo lo contrario. Cuando en la recta final el equipo local conseguía de pura chamba el 2-1, los hados parecían habernos dado la espalda, pero un valiente Pellicer quitó a un central (Galilea), puso a Chupete y bajó a Manu Molina. Resultado: saque de esquina, Antoñito de nuevo, y Nelson Monte empataba... La afición vibraba emocionada, y el que más y el que menos pensaba en que la victoria podía llegar en los cinco minutos que faltaban. Pero el fútbol es grande porque es una caja de sorpresas: una extraña jugada se cerró con un penalti tan absurdo como inexistente. De la cima al abismo hay sólo un paso muchas veces, y parecía que lo habíamos dado, pero nos olvidábamos de 'san' Alfonso Herrero. Justicia de empate, alegría mayor aún por esa jugada final, y un pero...: el Málaga tenía que haber ganado porque fue superior al Granada, muy superior, y los tres puntos deberían haber viajado a La Rosaleda. Pero ha sido una gozada por el desarrollo del encuentro, un muy buen encuentro, en una noche en la que dos niños, con 17 años, se consagraron. Renueven ya a Antoñito, y si no pueden hacerlo, por favor, váyanse; no estropeen lo que nos hemos encontrado.