Porque no somos un equipo de pueblo...

Ver el digno papel que ha hecho el Málaga CF ante la Real Sociedad y asistir a la maravillosa exhibición de su hinchada, que aspiraba a vivir una noche de ensueño nos sumió, sin embargo, en una profunda tristeza: ¿Qué ha pasado para que el ... equipo blanquiazul esté en el culo del fútbol patrio? ¿Cómo se ha podido permitir el destrozo de las cinco últimas temporadas que nos ha humillado a todos? A muchos, este partido de Copa nos dejó una sensación agridulce, de orgullo y de pena: orgullo por el esfuerzo y la entrega de los de Pellicer; pena por quienes (aún hoy) no se han dado cuenta de que éste es un club grande, que es el Málaga y que representa a una gran ciudad y a una gran provincia que se llama Málaga. No se pueden exigir resultados, pero desde ya hay que exigirle a los nuevos dirigentes del Málaga, sobre todo a los que han venido de fuera y que quizás aún no han asumido la idiosincrasia y grandeza de este club, que el Málaga es un grande del fútbol y que hay que pensar como tal, que hay que decir que no podemos seguir en esta categoría de los infiernos, que hay que buscar fichajes de tronío, que hay que aspirar a ser los primeros, que nadie es superior al Málaga y mucho menos a Málaga. Da grima tener que refrescar ideas elementales, pero hay que hacerlo. Podemos estar en Primera Federación, o en Regional, o como se llame este mal invento de Rubiales, pero no podemos pensar como un equipo de pueblo porque no lo somos, ni de coña. Es más, por no tener aspiraciones, por no pensar en grande, por traer fichajes mediocres (cobrando mucho, ojo) y entrenadores sin historia ni ganas, por eso estamos donde estamos. Por eso, lo vivido en La Rosaleda, con una hinchada renovada, con un montón de aficionados muy jóvenes, de 15 y 16 años, todos pelados a lo Kevin o a lo Ochoa, sirve para decir ¡qué grande es el Málaga!, ¡qué grande es Málaga! Y si alguien no se da cuenta, a tiempo está de irse, que si las puertas en Málaga siempre están abiertas para entrar, también lo están para salir...