El partido de la consagración de Álex Pastor en el Málaga

El barcelonés se mostró activo en el área contraria desde el primer minuto del encuentro. Golpeó el balón al vuelo como un delantero en la primera acción de peligro del Málaga tras un saque de esquina, pero impactó en la defensa del Levante, que provocó el siguiente disparo de Lobete, que detuvo el guardameta del Levante. Pero fue protagonista del primer aviso blanquiazul. Muy presente en el área rival, con un rol similar al que suele ejercer Nelson (tres goles este curso) y diferente a su papel habitual de contención y repliegue rápido a campo abierto, tuvo dos ocasiones más para ver puerta hasta que encontró la recompensa en el minuto 67 para devolver la igualdad en el marcador con un sensacional testarazo aprovechando el centro bombeado de Manu Molina desde la derecha. Su remate de cabeza tocó en la parte interior del larguero, prácticamente imparable para Andrés Fernández, con el que hizo enloquecer a La Rosaleda y dar un valioso punto a su equipo.

Pero no sólo estuvo excelso en el plano ofensivo, pues también cuajó un gran encuentro en defensa, que es su principal cometido. Realizó nueve despejes, ganó cuatro duelos (dos en el suelo y otros dos aéreos) y blocó un disparo. A la hora de sacar el balón jugado, fue el defensa designado para esta tarea, y ofreció un rendimiento impecable. Tuvo un 90 por ciento de precisión en el pase (73 de 81 intentos), con siete desplazamientos en largo completados con éxito de los 12 que intentó. Volvió a demostrar que es un central muy competente para la propuesta de Pellicer, sin miedo para dejar muchos metros de espacio atrás y recuperarlos con su velocidad, mientras que también hizo gala de su contundencia para solventar el peligro de los atacantes rivales.

Firmado durante el mercado de fichajes de verano procedente del Andorra tras quedar libre, Pastor llegaba con la premisa de dar un salto de calidad en el puesto de defensa central, una posición en la que los dos principales futbolistas del Málaga, Nelson y Galilea, generaban ciertas dudas con el regreso del equipo blanquiazul a Segunda.

Si bien es cierto que con apenas 25 años ya había disputado cerca de 50 partidos en la categoría de plata con el equipo del Principado (se formó en las categorías inferiores de la Sampdoria, donde estuvo hasta 2020), nunca fue un futbolista indiscutible, y vino a Málaga después de que el cuadro andorrano descendiera a Primera Federación, por lo que no era una apuesta tan segura como otras que realizó Loren Juarros, como la de Luismi, que contaba con una amplia experiencia en la categoría.

Este curso, Pastor es el segundo fichaje del Málaga que más minutos ha disputado (1.496), sólo por detrás del recientemente mencionado Luismi (1.594), que ha caído de pie en el equipo de Pellicer desde el primer momento por su perfil inédito en la plantilla.

El zaguero catalán, en cambio, tuvo un arranque más irregular. Fue expulsado en el tercer partido del cuadro de Martiricos frente al Albacete, lo que propició que retornara el tándem formado por Nelson y Galilea más a menudo.

Pero Pastor se recuperó del bache, demostrando que su fichaje ha sido un gran acierto y que está capacitado para ser un futbolista importante en el Málaga. Su partido frente al Levante fue el de su consagración.