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Fue jugador, entrenador y director de cantera, y ahora vuelve como técnico ayudante. Antonio Tapia regresa al Málaga con un nuevo rol y será la voz de la experiencia en el equipo de trabajo del preparador malaguista Pablo Guede, quien después de pensarlo mucho se decidió por llamar a Tapia para preguntarle si quería estar cerca suya. Al argentino le daba cierto pudor ofrecerle a quien considera un maestro ser su ayudante, pero no se quiso quedar con esa espina y al final la respuesta de Antonio Tapia fue de entusiasmo por volver a la primera línea.
Será un regreso al banquillo del Málaga de forma literal, porque Guede quiere tenerle cerca suya durante los encuentros. El entrenador blanquiazul entiende que su presencia aportará una mayor visión, templanza y frialdad en el fragor de la competición. De esta manera Tapia se unirá al tándem de Guede y Bravo que se vio durante los últimos ocho partidos de la temporada pasada. Esto provocará, en principio, que otro de los hombres de confianza de Guede, que es el analista Capa, regrese a su posición en la grada, donde aporta una perspectiva más amplia durante el curso de los encuentros (existe una comunicación constante con el banquillo).
En el club blanquiazul valoran como un triunfo haber firmado la vuelta de Antonio Tapia, gran conocedor de la entidad y de las personas que se encuentran actualmente con responsabilidades en La Rosaleda. Es el caso también del director deportivo, Manolo Gaspar, con el que guarda relación desde que lo fichó cuando era entrenador del Málaga. Pero son muchos más los vínculos con otros empleados e incluso jugadores de la cantera, algunos de ellos con los que trabajó como responsable de La Academia hace unos años.
Su fichaje está justificado para la dirección deportiva, que espera que sirva para darle un salto de nivel a la preparación del equipo de cara a la siguiente temporada. Y su trabajo ya empezó hace unas semanas cuando se hizo cargo del entrenamiento de un pequeño grupo de jugadores formado por canteranos y algunos efectivos de la primera plantilla como Manolo Reina, Juande o Luis Muñoz. Fue una imagen potente para el malaguista verle dirigir de nuevo vestido de malaguista y encima en el césped de El Viso, una instalación que años atrás fue lo único parecido a ciudad deportiva del club y que ahora se usa como anexo mientras se esperan los campos previstos en La Academia que se encuentra en construcción en los terrenos de Arraijanal, en Guadalmar.
Esta primera toma de contacto días después de hacerse oficial su contratación fue una primera muestra de su nueva figura en el Málaga, que irá más allá de lo que suele hacer un entrenador ayudante. Además de su experiencia, en Martiricos también se valora la capacidad de Tapia para potencia la gestión de grupo. Un padre para los jóvenes y un cómplice para los más veteranos. Su actitud sosegada y cerebral hará contraste con la contundencia e intensidad de Guede.
Son muchos los imprevistos que van surgiendo durante el paso de las jornadas en una temporada y la toma de decisiones es constante, por lo que un efectivo más como Tapia para valorar las variopintas situaciones que se suelen presentar en un equipo de fútbol se presenta como una gran oportunidad para Guede, quien quedará un poco más descargado de trabajo y a la hora de decidir sobre cada cuestión. Esto puede ser fundamental para conseguir un mejor clima laboral y beneficiar en una mayor frescura mental a la hora de solventar los problemas que puedan aflorar.
Otro de los puntos positivos de esta incorporación es el entusiasmo con el que ha aceptado la propuesta el propio Tapia. Después de varios años buscando un nuevo proyecto que le cuadre para volver a la actividad profesional, esta oportunidad le ha parecido la ocasión perfecta. Aunque nunca se ha desconectado de la actualidad del mundo del fútbol y sus movimientos, esta nueva etapa le ha exigido pasar de cero a cien en apenas unas semanas. Ahora vuelve a asumir jornadas maratonianas en La Rosaleda y eso rompe con su rutina en los últimos tiempos, algo que se está tomando con gran ilusión.
Lejos de rechazar este nuevo rol en el Málaga, Tapia ha sorprendido también a Guede por su humildad. El entrenador malaguista entiende que con su experiencia y su momento vital (tiene 62 años) está en situación de declinar su oferta, pero ha ocurrido todo lo contrario. En realidad el deseo del fuengiroleño de adopción y cordobés de nacimiento era volver a vestirse de corto y colgarse el silbato para entrenar y ayudar en lo que pueda desde su posición, que estará también en el banquillo malaguista 13 años después.
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Cristina Vallejo, Antonio M. Romero y Encarni Hinojosa | Málaga
Pilar Martínez | Málaga y Encarni Hinojosa
Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
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