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Ya ve la luz al final del túnel el malagueño Dani Pacheco, que desde que confirmó la vuelta a casa no ha podido cumplir lo de ser profeta en su tierra. Había muchas expectativas depositadas en él. Es el chico de los cuatro ascensos, ... se repitió hasta la saciedad. El salto de calidad que necesitaba el equipo, se tituló. Pero la realidad fue más cruda, y una lesión muscular enquistada empañó un año que prometía mucho, pero acabó por ser una frustrante decepción.
Y para colmo, cuando parecía que eso ya estaba olvidado, volvió el fantasma de las molestias musculares a poco de comenzar su segunda oportunidad. Pero eso ya es agua pasada y ahora parece que a la tercera es la buena. Tras siete partidos apartado en este arranque de temporada, el pizarreño regresó por la puerta grande contra el Oviedo y acabó siendo ovacionado por la grada. Es un nuevo comenzar para el chico que regresó a casa 15 años después para triunfar.
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-Fue un regreso emocionante...
-Si, por fin. Se ha hecho largo, pero tras la experiencia del año pasado con las lesiones era mejor volver cuando realmente me encontraba bien. Tengo muchas ganas de ayudar al equipo y estoy muy contento.
-¿Qué sensaciones tuvo el sábado?
-Muy buenas, la verdad es que llevaba ya una semana entrenando con el grupo y disfrutando de verme bien. Esperaba tener minutos en el partido, pero con la baja de Cristo, el míster vio oportuno que jugase desde el inicio.
-¿Hizo una notable primera parte?
-Me encontré muy bien para todo el tiempo que llevaba fuera. Creo que las ganas que tenía de jugar hicieron que el físico no se notase apenas. Me encontré muy a gusto y cómodo en el campo. Y claro, luego muy feliz con la victoria.
-Se le notó más cansado ya en la segunda mitad y fue sustituido...
-Si, el míster lo entendió también así, también por mi historial de lesiones, y yo obviamente no quería salir porque me sentía bien, pero son decisiones que hay que respetar.
-Le sirvió para llevarse una gran ovación de la grada.
-Por esa parte es verdad que me vino muy bien. Salí reforzado después de eso. Llevo un año y poco aquí y esa la verdad es que fue la primera ovación, porque fue también la primera vez que la podía merecer. Es algo bonito, obviamente, por ser de aquí es algo que me gustaría que pasara cada fin de semana y ojalá que a partir de ahora haga por que ocurra más a menudo.
-¿Qué sentimientos le recorrieron en ese momento?
-Fue como quitarme un peso de encima. Fue poder dar un paso para decir que estoy aquí y que quiero ayudar. Que no he tirado la toalla y que estoy por la labor de dar lo mejor de mí. Eso lo he tenido siempre claro, pero obviamente tenía que demostrarlo en el campo y espero que la gente sea consciente de que yo tengo más ganas que nunca de hacer las cosas bien aquí.
-Falta su primer gol en casa...
-Ojalá que llegue pronto. Aunque si ganamos todos los partidos de aquí a final de temporada y no consigo ninguno estaré igual de contento. También es verdad que los goles dan un plus de confianza.
-¿Cómo analiza, quitado ese peso de encima del que habla, todo lo vivido el tiempo pasado hasta hoy?
-La personas que me rodean lo saben. Mis amigos y sobre todo mi pareja... Porque me suelo encerrar en mi 'búnker', que somos mi pareja y yo. Cuando las cosas no me van muy bien, no me gusta compartirlo. Y ha sido difícil, claro. Me ocurría que me sentía cómodo jugando fuera de casa, pero en La Rosaleda no, sentía que se me miraba muchísimo y que aguantaba una presión que también me ponía yo encima, pero que existía desde fuera. Y bueno, ahora estoy convencido que lo que pasó el sábado va a hacer que me tranquilice y saque lo mejor de mí. Ahora sí que estoy deseando volver a jugar en casa, la verdad es que ha cambiado la película en una semana.
-¿Le afectó a la hora de hacer vida en su propia tierra?
-Aunque creo que no deberíamos cambiar nuestros hábitos cotidianos; si el equipo no está bien y yo tampoco, pues hay veces que he pensado que es mejor quedarme en casa antes que salir a cenar. Se supone que no debería afectar tanto a nuestra vida privada porque al final somos como todo el mundo y lo necesitamos también. Pero sí es verdad que no he querido dar motivos a esos que están esperando a la mínima para hablar. Yo ya llevo una vida ordenada de por sí, pero bueno, para evitarlo.
La ovación de La Rosaleda
Las lesiones, lo peor
La frustración del año pasado
-¿Cómo fue la convivencia con las lesiones?
-Realmente, el año pasado solo fue una. El problema fue no recuperarla bien. No se curó bien, se alargó, y recaí; pero era la misma lesión. Todos seguro que fallamos en algo con esto, pero es que nunca se sabe porque estas lesiones, tras una resonancia por ejemplo, no sale nada concreto aunque yo sé que me duele. Evidentemente algo había, pero no sabíamos el que, y no se dio con la tecla. Luego tampoco es fácil la recuperación. Una persona que no se dedique a esto para y se recupera al completo. Pero los jugadores tenemos que recuperarnos entrenando. Hacemos ejercicios con el recuperador Manu Gestoso y hay que esprintar sin saber cómo vas a responder, y en esa carrera quizás puedes dar un paso atrás. No es fácil y al final lo que se ve desde fuera es que me lesiono mucho y que no me cuido, yo lo entiendo. Pero yo sé la vida que llevo y estoy muy tranquilo. Ahora por fin estoy bien, no me duele nada.
-¿Ha consultado opiniones médicas externas al club?
-Visité otros sitios por buscar otras opiniones para mejorar y saber entre todos qué era lo mejor. Pero nunca a espaldas del club.
-¿Y cambió algunos de sus hábitos?
-Cuando pasa tiempo y no se mejora, pues sí es verdad que intentas buscar opciones. He mirado mejorar aún más la alimentación, también revisiones de la boca, que es algo muy recurrente. Hay muchos temas para mirar, pero lo hago sin obsesionarme, porque yo sé que llevo una vida equilibrada y sabía que tarde o temprano tendría que acabarse esto de las lesiones.
-Tras todo lo ocurrido, ¿cómo entiende su rol en esta plantilla?
-Creo que soy importante en el vestuario y ahora tengo que dar el paso al frente como ya lo han hecho Luis, Adrián o Munir, todos los que tienen más peso en el vestuario. Quiero demostrar también que soy importante en el campo.
-Transmite bien su sufrimiento...
-Son cosas que pasan y salgo reforzado de esto. Pero mira, después de tanto tiempo sin jugar volví y con más ganas que nunca. Estoy muy bien físicamente y listo para ayudar.
-¿En algún momento se arrepintió de haber venido al Málaga?
-Jamás. Tomé la decisión acertada y vine donde yo quiero estar. El club hizo un esfuerzo por mí y yo simplemente estoy enfadado por no haber podido devolver ese cariño y esfuerzo que puso por mí, y ahora estoy preparado para devolverlo.
-Precisamente sobre ese esfuerzo económico... El club llegó un momento a hacer público a través de los ya destituidos Jofre y Caminero que buscarían renegociar los contratos con algunas de las fichas más altas del equipo. ¿Le han propuesto o aceptado alguna revisión de su contrato?
-En verano, en el último día de mercado, el club me comentó la posibilidad de sentarnos para llegar a un nuevo acuerdo. Les dije que estaba dispuesto y quedamos para hacerlo, pero no volví a recibir ninguna llamada sobre ese asunto. Estaba dispuesto a hablar, pero se quedó ahí, esperé la llamada pero no llegó. En mi situación no ha sucedido nada nuevo. Yo sigo estando dispuesto a hablar y ayudar para que el club siga adelante.
-¿Y cómo ve todo lo que ocurre a nivel institucional? ¿Tiene algo claro?
-Estamos al día de todo lo que pasa, sobre todo por los capitanes, que saben mejor la situación del club. Ellos tienen información diaria y comparten lo que es relevante para el vestuario. Pero al margen de eso el ambiente que existe es buenísimo, hacía tiempo que no había un ambiente tan bueno dentro del vestuario y eso se ve en el campo.
-Y con lo que saben... ¿son optimistas?
-Yo tampoco sé mucho, pero entiendo que una entidad como el Málaga, con su masa social y todo el trabajo de los últimos años para crecer como club, entiendo que habrá una solución. No veo la situación de dejar morir un club como el Málaga. Creo que tiene mucho peso y entre todos haremos que el club siga adelante. Los encargados de que el Málaga siga adelante supongo que estarán haciendo todo lo posible.
-Le pregunto por el próximo rival. ¿Cómo ve a la Ponferradina?
-Es un equipo con mucha confianza, un recién ascendido que está haciendo las cosas bien. Que tiene gente como Yuri, que fue máximo goleador el año y este año también lleva muchos goles. Su campo es complicado, porque es pequeñito y la gente aprieta mucho. Tendremos que hacer las cosas muy bien.
-Estudian mucho a base de vídeo...
-Al míster le gusta darnos información de vídeo, donde vemos los errores y también las cosas buenas. Al final creo que todos los jugadores solemos ver los partidos repetidos, pero la gente del cuerpo técnico hace un trabajo para que veamos las cosas más claras.
-¿Y cómo vio la sanción a Víctor en el partido ante el Oviedo?
-Creo que fue excesiva. En los minutos que eran, él levantó los brazos y nada más. En esos casos de tensión los árbitros deberían respetar o permitir algo más. No fue nada para sancionar por dos partidos.
-¿Algo que le gustaría añadir para acabar?
-Que el equipo está con muchas ganas y hay mucho ánimo. Y que cada vez nos gusta más jugar en casa porque nos vemos muy apoyados.
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