Pablo Ganet, un malagueño en la Copa África

Tuvieron opciones hasta el final, pero es un reto mayúsculo que deberá ser el siguiente sueño a cumplir de esta peculiar selección tras conseguir su primera clasificación a una Copa de África por méritos propios (en las anteriores acudió como selección invitada o anfitriona). Con una carrera labrada en equipos punteros de la extinta Segunda B y en competiciones extranjeras, el excanterano malaguista –que formó parte del Atlético Malagueño de Juanpi, Castillejo o Pablo Fornals– ha sabido encontrar su camino en el mundo del fútbol y atesorar experiencias únicas.

«La familia de mi madre es malagueña y yo soy de Málaga porque nací y me crié aquí hasta que empecé a moverme por el fútbol. Es la familia de mi padre la que procede de Guinea Ecuatorial. Yo comencé desde pequeño en el fútbol y estuve en las categorías inferiores del Málaga y en equipos de barrio como el Malaka o Las Lagunas. Con 15 años me fichó el Betis y fue cuando me empecé a dedicar plenamente al fútbol. Lo siguiente fue firmar por el filial del Málaga. Después de ahí pasé por el Sanse, el Algeciras y equipos de otros países. En Marruecos, con el Ittihad Tanger, gané la Liga. Luego he estado en Kuwait y Omán. Todo esto hasta llegar el verano pasado al Murcia. Llevo doce años ya fuera de casa por el fútbol y está siendo una gran experiencia. Ya he podido estar en tres continentes distintos y ahora afronto la que será mi segunda Copa de África», resume Pablo Ganet en una conversación telefónica con SUR.

Cuenta los días para el debut, el miércoles 12 contra Costa de Marfil, una de las favoritas al torneo que se celebra esta vez en Camerún. Mientras tanto, recuerda el momento en el que se enteró que podía ser seleccionable con Guinea Ecuatorial y explotar así una participación internacional que no sólo queda al alcance de jugadores que se encuentran en las principales competiciones.

«En 2015, cuando estaba en el Sanse y recién salido del Malagueño, recibí una llamada sobre el interés de la selección de Guinea Ecuatorial. Me dijeron que por la crisis del ébola la Copa África de ese año se iba a celebrar en Guinea y que por ser anfitriona la íbamos a jugar. Me preguntaron si estaba interesado en entrar en la prelista para jugar con ellos. En ese momento nunca había estado en Guinea. Hablé con mi padre y juntos decidimos que era una buena oportunidad, además de un orgullo. La verdad es que fue espectacular porque al final fui convocado y llegamos a las semifinales en aquella edición, lo que supuso un hito», explica el centrocampista, vecino de Teatinos, donde siempre vuelve por vacaciones.

Añade que desde el primer momento se sintió como en casa. «Como sabes, es el único país africano donde la lengua oficial sigue siendo el español tras la descolonización. De hecho, se tienen las mismas costumbres. Y en el equipo, muchos de los que vamos somos guineanos de padre o madre, no de nacimiento», destaca.

Reconoce que aquel cuarto puesto en 2015 fue un resultado casi imposible de repetir en estos momentos, aunque la nueva participación en el torneo de naciones africano es más especial aún porque simboliza el premio a un crecimiento a todos los niveles de la selección en el último lustro. «Cuando llegué, era una utopía pensar en clasificarnos por méritos propios. La selección nunca había ganado un partido oficial fuera de casa hasta hace poco. Venimos creando un equipo más que una selección. Al ser un grupo que nos conocemos desde hace mucho tiempo conseguimos que las diferencias de categorías no se noten», reflexiona Pablo Ganet, quien ofrece otras referencias de la plantilla.

«Tenemos a Carlos Akapo, del Cádiz; a Pedro Obiang, del Sassuolo; Emilio Nsue, que se le conoce por su paso por el Mallorca y también ha estado en el Middlesbrough inglés. Y otros tantos jugadores que están en Segunda como Ibán Salvador, del Fuenlabrada, y Pepín, que estuvo en el filial del Málaga conmigo y ahora juega en el Monza», enumera. Nada sobrará en un reto que comenzará midiéndoles a dos de las mejores selecciones de la competición. Además de Costa de Marfil, Pablo Ganet y su selección se cruzarán con la actual campeona, Argelia.

«Llegamos con la moral por las nubes después de clasificarnos por méritos propios y de hacer una gran fase de clasificación para el Mundial. Pero hay que ser conscientes del grupo que nos ha tocado. Jugaremos contra Argelia, llena de estrellas. Lleva más de 30 partidos seguidos sin perder. Luego también está Costa de Marfil con jugadores de talla mundial. Será muy complicado, pero ojalá podamos hacer un gran papel para dar la sorpresa. La verdad es que nos ha tocado un grupo muy difícil porque son dos favoritos al título», argumenta.

Por su parte, Pablo Ganet se define como «un medio centro ofensivo». «Me gusta jugar para tener la posesión de balón generalmente. Me veo bien a balón parado y luego doy trabajo», afirma el jugador del Murcia, donde milita desde el verano pasado. «Después de estar fuera de España busqué la posibilidad de volver porque también es más fácil así para que desde la selección te encuentren. El Murcia, independientemente de la categoría en la que esté (2ª RFEF), tiene una gran repercusión. Tenemos 8.500 abonados esta temporada. Por ahora estoy muy contento porque lo juego prácticamente todo y estamos metidos en puestos de 'play-off'», concluye antes de sumergirse en la dinámica de la Copa África.