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Óscar Sielva choca la mano con un compañero de la Ponferradina esta temporada. En el círculo, Sielva posa con la camiseta del Málaga en 2011, cuando firmó por el filial del Málaga. SUR
Sielva, otro excanterano deseando quitarse la «espinita» de debutar en La Rosaleda

Sielva, otro excanterano deseando quitarse la «espinita» de debutar en La Rosaleda

Jugador de la Ponferradina ·

El ahora máximo goleador de la Ponferradina, que estuvo una temporada y media en el filial del Málaga, rememora su pasado de blanquiazul

Miércoles, 20 de enero 2021, 00:46

«El fútbol da muchas vueltas». Es la reflexión que repite Óscar Sielva (06/08/1991, Olot) cuando se le invita a recordar su temporada y media como malaguista en el filial blanquiazul hace ya más de siete años. Después de todo este tiempo espera al fin poder jugar sobre el césped de La Rosaleda, aunque sea con la camiseta de la Ponferradina y como rival (el curso pasado no jugó por lesión). Un anhelo que comparte con muchos otros excanteranos. De hecho, el domingo pasado, el ahora portero del Granada, Aarón Escandell, pudo quitarse esa «espinita».

«No pude hacerlo cuando me tocaba y lo estoy deseando», confiesa el medio centro, que en su tercera temporada en el club berciano se ha convertido en un puntal fundamental. Incluso es el máximo goleador del equipo con cuatro tantos, curiosamente la misma cifra del mejor realizador malaguista, Juande. «Espero que sea algo momentáneo y pronto los delanteros del equipo me adelanten en esta segunda vuelta», declara con modestia el mediocentro, que también puede ejercer como defensa central.

Su historia en el fútbol, como la de muchos otros, se inició gracias a Manel Casanova, el que fuera director de cantera de Espanyol y Málaga. «Él fue quien me sacó de mi pueblo con 14 años para ir al Espanyol, y también para fichar por el Atlético Malagueño. Siempre le estaré agradecido», recuerda con cariño al desaparecido descubridor de talentos. «Fue el mejor en lo suyo», resume Sielva. No le cuesta recordar su paso por Málaga, una etapa que echa de menos por su estilo de vida y la idiosincracia del club.

«Al principio cuando llegué fue raro, porque me incorporé en invierno, y eso siempre es complicado. Pero a la siguiente temporada hicimos un bueno equipo. Allí estaban Samu Castillejo, Samu García, Darder, etc. Primero entrenaba Jaime Molina y luego llegó Josep Clotet. Había un buen grupo para subir a Segunda B, que era el objetivo, pero no se pudo conseguir a pesar de aquella plantilla. Nos eliminó el Universidad de Oviedo. Al terminar mi contrato a final de esa temporada me marché», describe, a la vez que apunta que en aquellos años eran prácticamente imposible tener un hueco en el primer equipo, algo que sí hizo antes en el Espanyol, donde participó hasta en cinco partidos en Primera con 17 años.

Óscar Sielva posa con la camiseta del Málaga tras firmar con el Atlético Malagueño en invierno de 2011. SUR

Se entrenaba habitualmente en las sesiones de Pellegrini, pero nunca llegó a debutar en el Málaga de Isco, Joaquín, Toulalan y compañía. Tuvo que tomar nuevos caminos. Después de estar en la cantera del Málaga se marchó al filial Swansea, donde no logró adaptarse. De ahí arrancó de nuevo desde cerca de casa, en el Olot de Segunda B. Y desde ese momento no paró de crecer en la categoría 'de bronce'. Volvió a la Costa del Sol para jugar en el Marbella y luego pasó por el Somozas y Rápido de Bouzas hasta llegar a la Ponferradina en 2018.

A la élite con 28 años

En El Toralín ha encontrado su mejor versión y ya suma su tercera temporada allí. Logró el ascenso a Segunda, y su particular salto a la élite con 28 años, y se ha afianzado en la categoría. «Dicen que el primer año es de adaptación y que el segundo es de consolidación. Pues es un poco lo que está pasando. Tengo más confianza, y eso ayuda mucho. Estoy muy contento porque a nivel personal están saliendo bien las cosas, también a nivel colectivo. Una de las claves de nuestro equipo es que a ilusión no nos gana nadie», manifiesta.

Algo muy parecido a lo que ve en el Málaga esta temporada. «Me ha sorprendido cómo han irrumpido nombres de la cantera. Da gusto ver a jugadores como Ramón, que creo que está haciendo un temporadón. También Juande está haciendo un gran año. Es un equipo muy compensado y creo que van a dar muchas alegrías», augura el exmalaguista, quien conserva amigos de su época de blanquiazul. «Con Camacho tenía relación de antes, y allí nos hicimos más íntimos. Hablo mucho aún con Darder. Me llevé buenos amigos», agradece a la vez que cuenta los días para viajar a Málaga.

Óscar Sielva, en el extremo diestro de la imagen, en un entrenamiento del primer equipo del Málaga en 2012 junto a nombres ilutres del Málaga como Baptista, Jesús Gámez, Weligton, Camacho, Lugano, Antunes, Camacho, Weligton y Eliseu. SALVADOR SALAS

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