Ontiveros regresa a La Rosaleda con galones

Fue curioso cómo Ontiveros, un genial pegador de larga distancia, con sus diagonales desde la izquierda y sus clásicos tiros de rosca perfilándose para el golpeo con la derecha, marcó en aquel derbi de la novena jornada con la testa su primer gol. Se contuvo después de unos instantes de cierta euforia y no quiso celebrar el tanto, pero en el segundo se cortó menos.

Ontiveros llegó al primer equipo malaguista en la campaña 2015-16, y vivió su primera cesión a mitad de la 2017-18, en el Valladolid, entonces en Segunda, mientras que su club se mantenía en la élite apurando sus últimos meses en ella. En la 2018-19 acabó convirtiéndose en uno de los pilares ofensivos del equipo, en especial en la recordada eliminatoria de semifinales de los 'play-off' de ascenso ante el Deportivo. Marcó en Riazor el gol del 1-2 provisional antes de la remontada local (4-2).

Fue el punto y aparte de la trayectoria de Ontiveros de malaguista, y quién sabe si el punto y final también. En la 2019-20 fue traspasado al Villarreal, donde jugó temporada y media en el primer equipo, porque estuvo parte del curso 2020-21 en el Huesca. Fue entonces cuando pudo regresar a casa, en el verano de 2021, en el que dejo al Málaga en la estacada al recibir una oferta de Osasuna.

«Le dije al Málaga que si me venía un equipo de Primera, lo iba a coger. Fue difícil porque también tenía muchas ganas de volver al Málaga, pero el corazón me decía que tenía que seguir jugando en Primera», dijo el extremo en una entrevista a este periódico explicando su plante al entonces director deportivo malaguista, Manolo Gaspar.

La afición malaguista se mostró muy dolida con este plante, de ahí que no fuera bien recibido en Martiricos ante el Villarreal B, donde militó en las temporadas 2022-23 y 2023-24 (antes no triunfó en sus cesiones al Osasuna y Fuenlabrada en la 2021-22). Sin salir al campo, no pasó inadvertido. Sí jugó dos veces como rival del Málaga (casi todas las temporadas su equipo no estaba en la misma categoría), en el mencionado derbi en Cádiz de octubre y en el Fuenlabrada-Málaga del 19 de marzo de 2022 (1-0), cuando participó en 82 minutos sin trascendencia.

El caso es que a día de hoy el jugador es el malagueño más determinante de los diecisiete que actúan esta campaña en Segunda, lista que incluye a los malaguistas Carlos López, Dani Sánchez, Dani Lorenzo, Larrubia, Kevin, Dioni, Izan Merino y Aarón Ochoa, además de Mini' y Luis Muñoz (Cartagena), Salvi Carrasco (Tenerife), Javi Rueda (Albacete), Joaquín (Huesca), Cristian (Eibar), Matías Barboza (Córdoba) y Portillo (Oviedo).

Totaliza diez goles y cinco asistencias en 1.807 minutos, en 25 (de 29) partidos jugados, veinte de titular y siete completados. Nunca en su carrera llegó a estas cifras, y le quedan trece jornadas para mejorarlas. Su importancia en el Cádiz es tal que Gaizka Garitano lo ha colocado como segundo punta, para que gane en participación en el juego, no en una banda, como casi siempre en su carrera y como hacía en el inicio del curso con Paco López.

«Al Málaga lo voy a llevar siempre en mi corazón. Me gustaría que pensaran de otra manera y no como me recibieron. A la gente de la casa le jode que le reciban así. Todo jugador hubiera hecho lo mismo. Yo sólo puedo pedir perdón y poco más. El malaguismo se lo tomó mal, pero ojalá se pase en el futuro», confesó a 'Relevo' hace unos meses. El domingo vuelve Ontiveros, pero con galones.