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El guardameta Dani Barrio lo ha repetido hasta la saciedad: «Éramos líderes al final de la primera vuelta y luego acabamos bajando». Su reciente experiencia ... en el Numancia –que también vivieron Calero y Escassi– ha provocado que desde el primer día se haya instalado la cautela en el vestuario del Málaga. Para bien y para mal. El equipo ha llegado al ecuador de la Liga con una distancia prudencial sobre la zona de descenso (ocho puntos), pero probablemente el mejor argumento para asegurar que en la plantilla dirigida por Sergio Pellicer no existirá el más mínimo síntoma de relajación se centre en que esa ventaja se mantiene desde hace más de dos meses y nadie ha bajado la guardia.
Los 28 puntos obtenidos por el Málaga son tan importantes para asegurar la permanencia como el escaso bagaje de los conjuntos instalados abajo. Un vistazo a la clasificación permite comprobar que estos deberían sumar al menos una treintena de puntos, logro que sólo han alcanzado en la primera parte del campeonato ocho equipos. Y además ya se sabe que en el segundo tramo la victoria se paga muy cara.
A excepción de la primera jornada, tras la derrota en Tenerife (2-0), el Málaga ha estado siempre fuera de la zona de descenso. Pero precisamente gracias a los triunfos consecutivos en Castellón y en La Rosaleda contra el Alcorcón pronto marcó una distancia importante respecto a la zona baja. Es cierto que la acumulación de partidos aplazados para varios equipos provocó una clasificación engañosa, pero no cabe duda de que gracias al óptimo arranque del campeonato y a una cierta regularidad posteriormente la renta ha variado poco desde la tercera semana de octubre.
La mejor noticia para el Málaga radica en que, una vez resueltos los partidos aplazados –ahora están pendientes tres, pero por la ola de frío, no por el coronavirus–, la situación del equipo apenas varió. Muy pronto, el 22 de octubre (tras la victoria por 1-0 frente al Sporting), el equipo se encontró ocho puntos por encima del decimonoveno clasificado, lo que, unido a que se encontraba en zona de 'play-off' e igualado con el segundo, disparó la ilusión entre los aficionados sobre un objetivo más importante. En cambio, en la actualidad el panorama es distinto: la distancia sobre el descenso no se ha resentido, pero sí la desventaja en relación con la última plaza que da derecho a las eliminatorias por el ascenso (es de seis puntos). De ahí que los componentes del equipo sólo hablen de la permanencia como el único reto.
Desde aquel triunfo frente al Sporting el Málaga sólo vio reducida la ventaja tras caer consecutivamente contra el Mallorca y el Espanyol (primero a seis y luego a cinco), pero hasta en cuatro ocasiones ha estado con una decena de puntos o más. Dispuso hasta de 11, su mejor registro, tras vencer en Gerona y Fuenlabrada e incluso mantuvo esa ventaja pese a caer en casa contra el Cartagena. Los cinco encuentros consecutivos sin ganar, que arrancaron tras esa derrota frente al conjunto departamental, han provocado que se reduzca, pero de momento el equipo mantiene una renta holgada. Y así lleva ya once jornadas seguidas.
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