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Ochenta años del estreno a toda prisa del 'Stadium'

Un temporal destrozó en abril de 1941 el campo de los Baños del Carmen y hubo que improvisar el partido de Copa ante la Ferroviaria en 'la parcela', la zona de Martiricos

Martes, 13 de abril 2021, 00:41

No fue, ni mucho menos, el estreno soñado. Se habían invertido tantas ilusiones, era tal la expectación que hubo que hacer la mudanza a toda prisa, sin marcha atrás. El 13 de abril de 1941, hace hoy 80 años, el llamado 'Stadium' abría por primera vez sus puertas para pasar a albergar los sueños de los aficionados malagueños (entonces, seguidores del Malacitano) en un recinto que ya es historia en el fútbol español: La Rosaleda. Cinco meses y un día más tarde se produjo la inauguración oficial del recinto, frente al Sevilla, pero para los nostálgicos fue más ilusionante aquel partido frente a la Ferroviaria en 'la parcela', como era conocida en aquellos tiempos la zona de Martiricos.

De la explanada frente al Hospital Noble al campo del convento de las Adoratrices en calle Cristo de la Epidemia (en cuya puerta se leía la palabra 'Football'), de los Baños del Carmen a La Rosaleda. Los orígenes del fútbol en Málaga depararon demasiados cambios –incluido el pulso por ser el primer equipo de la ciudad–, pero ninguno tan abrupto como el que precedió a la sucesión de estrenos que de forma ya definitiva marcaron el impulso tan necesario y deseado. Porque en el horizonte estaba casi todo, desde la posibilidad de una nueva denominación hasta el presumible traslado de la sede social (de calle Álamos a la plaza de Uncibay), pero la prioridad era el estreno del 'Stadium' y no pudo ser más precipitado.

El año 1941 marcó la consolidación del fútbol en Málaga. La noticia más relevante se produjo el 18 de septiembre, a diez días del comienzo de la Liga en Segunda División, cuando la junta directiva encabezada por Luis Ramírez decidió dar el visto bueno a la nueva denominación del equipo para instaurar el Club Deportivo Málaga en lugar del Malacitano (el debate ya en firme había comenzado dos meses antes). Sin embargo, no tuvo ni por asomo la repercusión del cambio de campo. En cierto modo obedeció a que por aquellas fechas ya no existía la rivalidad entre los malaguistas (seguidores del Málaga) y los malagueñistas (del Malagueño) porque se había conseguido –y no sin cierta dificultad– el acuerdo para la unificación. El Malacitano era sí o sí el equipo de todos, así que lo que tocaba era contar con un recinto más acorde a los tiempos, aunque emocionalmente costara dejar los Baños del Carmen después de 19 años.

Tres filas y cuerdas

Pero no hubo margen para los lamentos o el sentimentalismo por abandonar el campo del balneario. Un temporal dejó casi sepultado el recinto de tantas alegrías y hubo que recurrir obligatoriamente de un día para otro a la mudanza. Asi, de buenas a primeras, con un graderío de tres filas y unas cuerdas para separarlo del terreno de juego, se estrenó el 'Stadium'. Fue un día inolvidable para los seguidores del Malacitano, pero en especial para el delantero centro local, Fuentes, que no sólo marcó (y pronto, a los nueve minutos) el primer gol en el nuevo recinto, sino que firmó cinco de los seis tantos en una goleada inolvidable frente a la Ferroviaria de Madrid (6-0).

Todo estaba preparado para que La Rosaleda se estrenara con el comienzo de la siguiente temporada. El equipo dirigido por José Quirante (que en plena campaña anterior había relevado a Antonio Sorribas) había concluido ya el campeonato en Segunda. Se había producido el 2 de marzo y el Malacitano escaló a la quinta posición tras vencer por 0-3 en Granada con goles de Perilla (2) y Meri. Sólo quedaba por delante la Copa para poner punto final al curso.

En el certamen copero el Malacitano, cuya equipación constaba de camiseta blanca y pantalón negro –el cambio de denominación conllevó el cambio a la zamarra blanquiazul–, se deshizo en la primera ronda previa del Jerez (tras caer por 1-0 allí y vencer en el balneario por 3-1). El siguiente rival fue la Ferroviaria y, ya con la eliminatoria encarrilada (gracias a un 1-4 en tierras madrileñas), se produjo aquel temporal que dejó inutilizado el campo de los Baños del Carmen y obligó a improvisar el estreno del 'Stadium'. Dada la superioridad sobre aquel club en el que poco después se formaría un mito para el malaguismo (Joaquín Peiró), existía más ilusión por ver por dentro si el recinto suponía el ansiado salto cualitativo que por el desenlace copero.

Como era de prever, el Malacitano arrolló a la Ferroviaria en una tarde mágica para aquel delantero nacido en la localidad cántabra de Peñacastillo llamado Fuentes y apodado cariñosamente 'El pistola'. Coronó con sus cinco goles (en los minutos 9, 14, 30, 40 y 88) una gran temporada con el balance de 20 tantos en 24 encuentros disputados. Eso sí, no puede quedar en el olvido que también se sumó a la fiesta Tomasín (o Tomás, como se le conocía primero), autor del 5-0 en el minuto 75. La alineación fue la misma que en la ida y también que en la siguiente eliminatoria, contra el Betis (la ida, con 0-0 una semana más tarde, también se jugó en el nuevo escenario): Mendaro; Chales, Montoro; Junco, Salazar, Mesita; Meri, Tomasín, Fuentes, Perilla y Gutiérrez.

El estreno del 'Stadium' a toda prisa no mermó un ápice la expectación que rodeó a la inauguración oficial, el 14 de septiembre ante el Sevilla, pero privó a los aficionados del Malacitano de despedirse de los Baños del Carmen. Así comenzó una historia que perdura hoy hace ya 80 años.

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