Pedro Luis Alonso
Miércoles, 15 de marzo 2017, 23:43
Carlos Idriss Kameni (Douala, 1984) da la cara en una situación que no es grata, porque ni él ni su equipo pasan por su mejor momento. El guardameta camerunés, en su decimotercera temporada en la élite del fútbol español, conoce perfectamente situaciones como la que ... atraviesa el Málaga y sus sensaciones le hacen ser optimista. En una charla con este periódico trata de justificar por qué la temporada ha sido tan decepcionante y muestra su deseo de reaccionar este mismo domingo en Butarque.
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Al principio de temporada desde los medios y la afición existía la expectativa de que podría ser una mejor temporada incluso que la anterior (zanjada con la octava plaza final con Gracia), debido a los fichajes y a la ausencia de traspasos importantes, pero finalmente no va a ser así. ¿Qué ha fallado?
Las expectativas dependen de quien se las crea. Al principio de temporada ya lo dije en entrevistas. Que no cabía lanzar las campanas al vuelo por la pretemporada, que sólo sirve para encontrar un estilo de juego, adaptarse unos a otros y ponerse a punto y en la que, con todo el respeto hacia ellos, no tuvimos rivales del nivel de los de la Liga. Tampoco los compañeros vendieron otra cosa. Ha sido desde fuera donde se habló de Europa. Al estar tan lejos ahora todo se ve como un fracaso. Cuando se arma un equipo, como sucedió con Javi (Gracia), sí puede ir hablándose de Europa, pero no fue el caso.
El martes su compañero Camacho trataba de lanzar un mensaje de optimismo, en rueda de prensa, e insistió en que no se exagerara la preocupación, pues sigue habiendo siete puntos sobre la zona de descenso. ¿Usted qué piensa?
Buscamos la estabilidad. Jugamos bien, mejor que antes, pero no conseguimos ganar, y lo que cuentan son los puntos. Es verdad que estamos obligados a mirar lo que sucede abajo, por la situación, pero no alarmarse. Tampoco es que haya que dormir tranquilo. Es una Liga muy disputada y sabemos que en sólo dos jornadas podríamos estar en una situación más delicada. Hay que seguir trabajando con mucha fe y a ver si el domingo llegan tres puntos en Leganés. Nos quitaríamos un peso de encima y afrontaríamos mejor el resto del campeonato.
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La realidad es que sólo se ha ganado un partido, a Las Palmas y con cierta agonía, en las catorce últimas jornadas. ¿Lo achacan a la falta de suerte puntual o hay menos calidad en el grupo que otros rivales?
No. Creo que ha sido una mezcla de todo. Con un nuevo entrenador (en referencia a Romero), entramos en una dinámica nueva y conseguimos hacer buenos partidos, pero sin resultados, que es lo que nos hubiera dado esperanza. No ha sido el caso. También hubo mala suerte. Estuvimos más de una vez cerca de lograr los tres puntos o un empate y al final no llegó. Ahora, con Míchel, con otra visión, hay que estar muy fuertes mentalmente y saber manejar lo que necesitamos en cada momento del partido. Tenemos que llevar nosotros el ritmo y estar muy seguros y confiados. No podemos ofrecer dudas.Eso no es bueno.
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¿Tuvo una situación cercana al descenso en algún final liguero en su carrera?
Las he vivido peores. Pasamos de la gloria al infierno. Un año, con Lotina, jugamos la Copa de la UEFA y nos mantuvimos en la última jornada, con el gol de Coro a la Real Sociedad en el minuto 93.
Más in extremis, imposible...
No, no... Además, en una campaña con Valverde perdimos la final de la Liga Europa con el Sevilla y nos metimos en una dinámica negativa, y nos salvamos a pocas jornadas del final, pero no estaba siendo nada fácil. Ahora hay un colchón de siete puntos y vamos a intentar ganar cuanto antes para no entrar en ese runrún.
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Por lo que ha hablado antes, da a entender que tener tres entrenadores este curso implica también un trabajo para adaptarse al nuevo, como si se perdiera tiempo en el proceso. ¿Usted no hubiera cambiado nunca?
Son decisiones de los dirigentes en el afán de mejorar algo, que haya un golpe anímico, algo de chispa para cambiar la dinámica. Buscamos resultados.
¿Y qué propone Míchel?
Llevamos menos de una semana con él. Hemos visto su idea. Nos pidió una cosa contra el Alavés, porque cada entrenador lo plantea de una forma, y ahora el duelo en Leganés. Veremos cómo sale la cosa, pero siempre con fe.
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Ustedes siempre han coincidido en destacar que había un gran ambiente en el día a día cuando estaban con Romero, pero los resultados no han llegado.
Es culpa de nosotros. En el fútbol siempre es mejor trabajar con buen ambiente, con alegría, pero si no legan los resultados... Nuestra relación con el Gato era buena, porque antes ya era el más cercano a nosotros en el cuerpo técnico. Cuando él se puso de entrenador trabajamos con las mismas ganas que con el anterior (Juande Ramos), pero no se dieron los resultados. Ya sabemos que en el fútbol quien primero lo paga es el técnico.
Pero da la impresión de que desde el principio de temporada las cosas no han ido bien. El equipo no ha terminado de plasmar un estilo o de encadenar dos encuentros buenos...
Con Javi Gracia los inicios no fueron buenos, pero acabamos bien. Cuando se encontró la forma de jugar fuimos hacia arriba. Los inicios no marcan nunca las temporadas.
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Es curioso, pero las cuatro próximas salidas son contra los rivales directos, y en casa van a venir los cuatro primeros clasificados. ¿Quiere decir esto que el Málaga se va a jugar la temporada fuera de casa?
Depende de lo que suceda el domingo. Si ganamos en Leganés y nuestros rivales no lo hacen puede que tengamos un colchón de puntos para no necesitar ganar en casa. No debemos ir más allá del próximo partido. Hay que pensar en el ahora. Ir a muerte en Butarque. Si empezamos a mirar los nombres de los que vienen a La Rosaleda sobre el papel no somos favoritos, y eso nos creará más presión fuera, sabiendo que llevamos un año sin vencer a domicilio.
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Hay quien cree que si el Málaga lleva tanto tiempo sin ganar fuera es por la falta de personalidad o de carácter de los integrantes de la plantilla.
No, yo creo que esta plantilla tiene nivel, hay mucha calidad. Cuando hicimos partidos buenos contra rivales potentes de la Liga no se habló de falta de calidad o de ausencia de personalidad. En Villarreal tuvimos que llevarnos los tres puntos, como en Pamplona. Es así. Cuando esto cambie no se hablará de eso.
En definitiva, que tiene confianza en que el equipo va a seguir otro año en Primera.
Totalmente... En ningún momento he dudado aún. No nos hemos visto aún en la situación de ir a una última jornada jugándonosla. Confío en que lo vamos a solucionar.
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Hablemos ahora de usted. Supongo que no estará nada contento con su rendimiento más reciente.
Yo nunca estoy contento cuando me meten un gol. Cuando ganamos 5-1 paso toda la noche dándole vueltas a lo que podía haber hecho para no encajar ese tanto. Y si no estamos bien y lo que mellega entra es más doloroso. Hay momentos en que el equipo no estaba bien y la que llegaba la sacaba, sea en el minuto 1 o el 90, ahora no es el caso. La verdad es que anímicamente recibes un golpe. Pero le puedes dar vueltas un día, al siguiente no. Estoy trabajando fenomenalmente, mejorando en muchas cosas y confío en que llegue el partido en el que las saque todas y se acabe al fin la racha. Es lo que hace falta y toca ya. El equipo lo necesita, para ganar fortaleza, y yo también.
Usted fue relegado a la suplencia en un tramo de la temporada, a finales de 2016. ¿Cómo vivió aquel trance?
Fue duro. Cuando no estás bien lo sabes. Son cosas que se ven. El entrenador puede tomar la decisión de quitarte. Te va a doler, pero lo aceptas, porque respetas a tu compañero, que le toca jugar. Pero si estás en un momento dulce y te quitan aún te duele más. ¿Qué vas a hacer? Yo no le pregunto al entrenador cuando me pone, y tampoco cuando no. Estoy a disposición del equipo. Se trata de defender los colores malaguistas.
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¿Era mala su relación con Juande Ramos?
No voy a decir que era muy buena, pero era profesional. Hablaba con él, le saludaba al llegar y nunca hubo un malentendido o una discusión desde su llegada. Tomó la decisión de que jugara Denis (Boyko) y lo acepté así.
¿Entendería que hubiera un cambio de portero para la próxima cita, en Leganés?
Entender es una cosa, y comprender y aceptarlo, otra. Son cosas distintas. ¿Por qué?, me preguntaría. Pero estoy a disposición del técnico y del club para ayudar.
Ha habido una demanda de más de mil entradas por parte de abonados malaguistas cara al choque de Butarque, aunque finalmente sólo se han podido repartir 202 localidades. ¿Qué le parece esto?
Me parece un detalle muy bonito. Nunca dudé del apoyo incondicional de nuestra afición. Siempre lo he dicho, y no para vender humo. Desde que llegué aquí, y son cinco años ya, lo he visto. Están siempre con nosotros y viviéndolo intensamente. Lo vimos ya el sábado pasado con el campo lleno. Para nosotros fue un palo volver a casa sin poder sumar ningún punto.
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