Secciones
Servicios
Destacamos
Pedro Luis Alonso
Miércoles, 8 de marzo 2017, 23:55
Un equipo lastrado por circunstancias excepcionales esta temporada, con jóvenes atenazados y faltos de confianza. Una clasificación que no se adecúa a las expectativas del proyecto ni a la grandeza de la institución, y la necesidad de empezar a remontar el vuelo, aunque la situación ... no sea muy grave. A grandes rasgos, ese fue el diagnóstico emitido por Miguel González Martín del Campo, más conocido como Míchel, santo y seña del madridismo, componente de la Quinta del Buitre. «Hay margen de puntos, pero la dinámica es irregular. Tenemos que recuperar a los jugadores, que tengan confianza, porque capacidad tienen. La plantilla está compensada, pero por muchas cosas que han pasado en el año muchos chicos que son jóvenes no se atreven a todo. La distancia entre lo que veo y lo que me gustaría no es tanta», admitió ayer en su puesta de largo como nuevo técnico malaguista, comprometido hasta 2018.
No fue un acto más, en una sala de prensa Juan Cortés, en La Rosaleda, atestada de informadores. Míchel fue introducido por el presidente y propietario de la entidad, Abdullah Al-Thani, que tuvo palabras de agradecimiento al trabajo previo de Marcelo Romero y valoró la disponibilidad del nuevo técnico: «Ha sido una negociación fácil. Se han tomado decisiones rápidas y hubo una comunicación fluida entre los dos», dijo.
«Durante el año hubo posibilidad de ir a otros clubes y no se dio. Desde que el lunes por la tarde nos pusimos a hablar sabía que el martes iba a estar aquí y el miércoles entrenando», confirmó el propio Míchel, protagonista sin querer de uno de los hashtag habituales #Suena Míchel cada vez que se produce un cambio de entrenador en el fútbol español.
Fiel a su facilidad en la expresión, el exmadridista ofreció las primeras pistas acerca de qué Málaga quiere que se vea desde ahora: «¿A qué se llama jugar bien? Ganan los que juegan bien. Por eso hay que atacar bien y defender bien. Es imposible sacar resultados si no juegas bien», dijo después de casi cinco décadas (le quedan días para cumplir 54 años) vinculado al fútbol como jugador o técnico.
Míchel no quiso anticipar algunas premisas de juego innegociables de lo que puede ser su equipo, acostumbrado a lidiar con grupos con exigencias deportivas dispares. «Tengo una idea futbolística, pero la tengo que adecuar a lo que me encuentro. Nos podemos adaptar las dos partes», dijo. «Lo que queremos es que el jugador se sienta cómodo y que vea que lo puede hacer. Tenemos que cambiar la dinámica. El sábado los jugadores son los protagonistas. No queremos hacer cambios radicales, que el jugador se sienta agredido. Porque si cambias mucho...», añadió.
Defensor de la cantera
Míchel se reconoció gran defensor de la cantera. «Ahora veo tres o cuatro jugadores que tienen posibilidad», comentó (en alusión a los Luis, Ontiveros, Kuki o En-Nesyri). «Me gusta que haya gente que llegue al primer equipo, y para eso necesitan oportunidades, que se estén entrenando. Cada jugador de la cantera es un valor incalculable profesional y anímicamente. Mientras yo sea entrenador tendrán sus posibilidades. Y lo he demostrado antes. Yo fui también canterano», argumentó en la misma línea.
Abordado sobre su rol de extremo en su etapa de jugador y sobre el papel decepcionantes de Keko y Jony, fichajes estelares del proyecto, expuso: «Yo era un jugador más ofensivo en mi época, pero también tenemos obligaciones como centrocampista. El trabajo tiene que estar compensado. El fútbol ha cambiado mucho desde que era futbolista, y también en esas posiciones».
Otro de los asuntos tratados fue la coincidencia entre él y el malaguista Torres en cuatro equipos ya tras estar juntos en el Castilla, el Getafe y el Olympiacos. «Mi relación con él es buena, siempre ha sido sincera. Está muy agradecido, porque jugó en el Castilla y a los tres días estaba en el Real Madrid», recordó, pero matizó: «Podemos tener buena relación, pero la línea se acaba cuando tengo que hacer las alineaciones». Asimismo, dejó claro que no es el único malaguista al que conocía ya de cerca. «Cuando era director de la cantera del Real Madrid estaban Llorente, Juan Carlos y Luis Hernández.... José Rodríguez no había llegado aún».
Por último, Míchel recordó que pudo venir como jugador al Club Deportivo Málaga, en su etapa de canterano en el Real Madrid, antes de asentarse en el primer equipo. «Se lo dije a Benítez que era el entrenador. Estuve a punto de venir cedido», dijo mirando a la primera fila del auditorio, donde estaba el actual consejero del club. Finalmente, explicó por qué siguen casi los componentes del anterior cuerpo técnico (salvo Romero): «Tengo por costumbre, hasta que no se demuestre lo contrario, que toda la gente es útil. Antes de sustituir prefiero ver».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.