Duda y Weligton, caso aparte

La gran incógnita a estas alturas es saber si ambos estarán en la plantilla la próxima temporada. Y no porque no lo merezcan más allá del aspecto deportivo debe pesar obligatoriamente su rol en el grupo, sino porque en las últimas negociaciones siempre ha existido tal cordialidad entre ellos y los dirigentes del Málaga que se dejó abierta la puerta a una retirada si ellos lo veían conveniente. Duda y Weligton, como primeros capitanes, mantuvieron gran sintonía con los anteriores dirigentes (Vicente Casado, como director general, y Mario Armando Husillos, en su papel de director deportivo) y no fueron pocas las conversaciones telefónicas, para conocer con exactitud la situación del equipo en cada momento, o los almuerzos puntuales, ya fueran en una marisquería o en un restaurante navarro. Pero siempre con absoluta discreción, en reservados o en mesas rodeadas de un biombo.

Tanto Duda como Weligton, por ese importante e incuestionable papel desempeñado los últimos años, cuentan en sus contratos con una cláusula por la que, si no forman parte de la plantilla en la temporada 2016-2017, tienen asegurada una cantidad económica. Se trata, sin duda, de un reconocimiento a su trayectoria en el Málaga, pero también de una vía de salida en caso de que uno u otro (o ambos) entiendan que no se ven en condiciones físicas óptimas para competir o también de que el club pacte con uno de ellos o los dos adelantar su retirada.

El sueño de Duda

Duda firmó su última renovación en junio del año pasado y entonces el club confirmó en el acto protocolario, el día 15, lo ya publicado por SUR días antes. «Se ha concretado un sueño: retirarme aquí», recalcó el portugués mientras todas las partes hablaban de un contrato por una temporada con opción a otra, «aunque con cláusulas muy factibles de cumplir», según se expresó. Pero la realidad es que fue por dos temporadas, solo que con esa cláusula expuesta en el párrafo anterior; es decir, la posibilidad de eliminar esa segunda temporada como futbolista en activo a cambio de que el jugador perciba una cantidad muy cercana a su ficha si se acuerda su retirada. En este sentido, el luso se mostró bastante sincero aquel mediodía en la sala de prensa Juan Cortés de La Rosaleda: «Hace dos o tres meses el míster me preguntó si me sentía con fuerzas. Esas palabras me llevaron a decir que sí a la hora de continuar. Me siento con fuerzas y capacidad para seguir un año más». Del segundo no habló. Más claro...

Y es que en este aspecto Duda ni quiere engañar al Málaga ni él quiere engañarse. Siempre les ha dicho a sus más cercanos que cuando él no se vea para competir lo dejará. Es más, aunque Husillos desveló hace nueve meses y medio que el portugués pasaría a trabajar a la secretaría técnica, conviene aclarar que este punto ya estaba contemplado en el anterior contrato firmado, no en el último. Otra cuestión es que a la hora de la verdad el capitán malaguista opte por otra vía laboral en caso de que los emolumentos para trabajar en la parcela deportiva no le satisfagan.

En lo que respecta a Weligton, su situación es similar, aunque en este caso conviene aclarar algunos matices. Para empezar, el central brasileño, que cumplirá 37 años el próximo agosto, tiene más protagonismo que Duda en las alineaciones. Mientras este únicamente ha sido titular en once partidos todos en la primera vuelta, el brasileño es un fijo en el once de Javi Gracia y el referente en la cobertura. Únicamente los problemas físicos sufridos en momentos determinados lo han privado de contar con una cifra más alta de partidos en Primera con la camiseta blanquiazul. Aun así, en la clasificación de históricos, encabezada por Duda, solo lo superan además Migueli y Martínez.

Si Duda firmó su último contrato en junio del año pasado, Weligton lo hizo el verano de la llegada de Bernd Schuster. Entonces, el jugador demostró su honestidad y accedió a renovar temporada a temporada. Al final, para ser gráficos, el acuerdo fue por 1+1+1+otro opcional. Probablemente de los documentos de este tipo suscritos por el club con su actual denominación haya sido el más enrevesado de todos por ciertas cláusulas vinculadas a objetivos y también a cantidades pendientes de percibir por el brasileño. Eso explica, por ejemplo, que este mostrara públicamente su queja por ciertos compromisos incumplidos al término de la campaña 2013-2014 (con el técnico alemán en el banquillo), cuando tuvo que hacer un sobresfuerzo para ayudar al equipo mientras sufría hipotiroidismo.

Continuidad asegurada

En aquel contrato firmado por Weligton se contemplaba que aseguraría la renovación para el tercer año de alcanzar un número de partidos. Él lo hizo, pero antes los dirigentes del club ya le adelantaron que no debía preocuparse, que tenía asegurada la continuidad. Es más, como adelantó SUR, ese 1+1+1+una opción se convirtió en 1+1+1+2; es decir, el brasileño tiene asegurada su presencia en la temporada 2016-2017. Eso sí, también existe una cláusula que incluye la opción de extinguir el contrato el próximo 30 de junio, aunque con el matiz de que la cantidad, al contrario de lo que sucede con Duda, no está fijada. Habría que acometer una negociación, aunque no se antoja que deba de ser complicada, puesto que el Málaga, llegado el caso, tendría asumido que el decisivo papel de Weli estos años obligaría a estar a la altura en la cifra a ofrecer.

Desde luego, Duda y Weligton, por todo lo expuesto, son un caso aparte. A día de hoy ambos tienen contrato, per está por ver lo que ellos deciden. Y,como siempre ha sucedido con dos estandartes del Málaga, en absoluta sintonía con el club.