Santa Cruz: «Quiero seguir jugando en Europa el mayor tiempo posible»

¿Cómo se encuentra físicamente, porque tuvo una larga lesión y aunque esté jugando a veces cuesta estar al cien por cien después de tanto tiempo?

Estoy muy bien. Sin restricciones a la hora de trabajar. En su momento noté la falta de ritmo porque fueron casi seis meses sin jugar, pero ahora me siento normal, con muchas ganas y a gusto con la forma física.

¿Tiene cuerda para rato a sus 34 años?

Me gusta sentirme muy competitivo y en la medida en que me sienta también fuerte físicamente, eso me da muchas ganas de jugar. Me siento muy bien.

¿Está de vuelta de todo?

A medida que uno sabe que se acerca el final de la carrera uno disfruta mucho más y de otras sensaciones, y lo ve todo desde otra perspectiva. Pero sigo teniendo las mismas ganas de competir y de pelear por un puesto que tuve siempre, aunque disfrutando mucho más del día a día.

¿Se hace respetar mucho ante los canteranos?

No. Los más experimentados tenemos esa facilidad de hablar que hace que los chicos se sientan bien entrenando con nosotros y jugando. Saben que estamos para ayudarlos, aconsejarles y corregirles cosas si hace falta. Todos vemos reflejados nuestros comienzos en ellos mismos y queremos ayudarlos para que el tengan éxito.

¿Un jugador de su categoría, cómo lleva estar en el banquillo?

Hay siempre una parte de uno que reniega de eso y se rebela, pero hay otra que reconoce que los que están jugando lo están haciendo bien, y no solo en cuanto a los puntos conseguidos y los goles marcados, sino también porque son gente que se esfuerza en los entrenamientos y se muestra siempre competitiva. Pero eso no quita para que uno se siga preparando para jugar y ser titular.

Llama la atención que no se queje nunca, aunque sea con sutileza.

Creo que el grupo se fortalece cuando hay una predisposición de todos para competir por el puesto. Solo pueden jugar once y el entrenador no puede complacer a todo el grupo. Los grandes grupos lo son porque son fuertes desde el banquillo. Los sustitutos a veces son jugadores que tienen que solucionar los partidos y eso es también una gran responsabilidad. El hecho de ser competitivo y preparado para jugar hace que estés más alerta.

¿Cuál es el gol más importante de su carrera?

Pienso que todos, pero hay goles que tienen una relevancia diferente sin que sean a lo mejor tan bonitos, y entre los relevantes están algunos que he marcado con la selección para ganarle a Argentina o a Brasil.

¿Y en el Málaga?

Me resulta muy especial el gol que le marqué al Oporto en la Liga de Campeones.

¿Qué recuerda de la época de la Champions con el Málaga, usted que ganó una con el Bayern?

Era un equipazo con gente de mucha calidad con la pelota en todos los puestos. Y a nivel de vestuario se hacía muy fuerte por el nivel espectacular de todos. Teníamos la mayor parte de la posesión y creábamos muchas situaciones de gol. Ese buen fútbol era un disfrute cada partido.

¿Le gustaría seguir en el Málaga o le tiran ya más las tierras al otro lado del Atlántico?

Quiero permanecer competitivo dentro del Málaga el mayor tiempo posible, pero tengo una responsabilidad asumida con el Cruz Azul, y habrá que solucionarla. Hay que ver cómo se van dando las cosas y cuál es la situación al final de temporada, pero yo quiero seguir jugando en Europa el mayor tiempo posible. El hecho de saber y sentirme capaz es importante. Las fuerzas las tengo y las ganas también.

¿Con qué se queda de cada país en el que ha jugado?

En Alemania tuve una época en cuando a éxitos con un Bayern de Múnich increíble tanto a nivel deportivo como institucional, y una liga muy bonita, estadios siempre llenos con equipos muy competitivos. Marcó mi trayectoria en el fútbol europeo ya que fue el primer equipo al que llegué en este continente. En Inglaterra fue una etapa distinta, ya que busqué otras sensaciones tras sufrir varias lesiones en Alemania. Quise cambiar de aires y disfruté mucho jugando porque es una competición muy pasional y tradicional. Y en Málaga es el sitio en el que más feliz he estado, y mi familia también. Aquí nos sentimos como en casa. No tengo un deseo vehemente de volver a Paraguay porque aquí me siento como en casa, algo que quizás no me pasó en los países citados. La familia se siente muy a gusto aquí y yo además siento también el cariño especial de la afición. En México fue una experiencia bonita más allá del ruido que provocó mi ida, pero después la lesión impidió tener más éxitos. El grupo daba para haber hecho mucho más, pero nos quedamos a las puertas de la liguilla.

¿Pero un paraguayo como usted no se sintió en Alemania como gallo en corral ajeno?

No, porque estaba tan emocionado con el cambio de ver tantas cosas nuevas que la verdad es que disfruté desde el primer momento de estar allí, de jugar con tantas figuras del calibre de Khan, Mathaus, Effenberg, Lizarazu, Kufour... Al contrario, aprendí el idioma n seis meses, y eso fue clave para sentirme bien allí.

Dios me libre de querer jubilarlo, pero ¿ha pensado ya en lo que va a hacer cuando deje de darle patadas al balón?

Me pasa una cosa, y es que cuanto más pasan los años más dudas tengo de hacia dónde apuntar. Siempre he querido volcarme con la fundación que tengo en Paraguay y que ayuda a los niños en temas educacionales. Y luego está el tema del fútbol; tengo pendientes un par de cosas. También me gustaría estudiar un poquito, me gusta mucho leer.

¿Habló alguna vez con el jeque?

A veces llama antes de los partidos para desearnos suerte y como hablo inglés suelo ser el que conversa con él. Transmite sus buenos deseos al grupo.

¿Qué cree que los defensas temen de usted?

Quizás el juego aéreo; al menos eso pensaba yo cuando tenía enfrente a un central grande.

¿Rematar bien de cabeza es un arte?

Tiene su técnica, pero ganarlas todas no siempre garantiza el éxito.

¿Ensaya mucho el golpeo de cabeza?

Pongo especial interés en los centros que vienen con posibilidades de remate. Pero hice más prácticas de chico, cuando el profesor Cubillas nos ponía una pelota colgando y teníamos que impulsarnos y cabecear.

¿Ser un trotamundos del fútbol es bueno o malo?

Nunca tuve la sensación de ser un trotamundos del fútbol, porque dentro de las vueltas que da la vida nunca me sentí fuera de lugar.

¿No es un gesto falso el de no celebrar un gol ante un exequipo?

Uno se debe a su afición, aunque hay aficiones más susceptibles que otras, y también le digo que hay celebraciones y celebraciones... No es lo mismo celebrar con los compañeros con normalidad que hacerte ver como si hubiera resentimiento con tu exequipo. Marcar es sinónimo de alegría, pero hay que celebrar los goles con respeto.

¿Qué tiene que hacer un jugador para que lo respeten los árbitros?

Al réfere hay que dejarlo lo más tranquilo posible para que haga lo mejor posible su trabajo. Su labor no es fácil.

¿Cuál ha sido el defensa que mejor lo ha marcado?

Thuram, cuando estaba en la Juve. Me dije: «¡Qué buen jugador es»!

¿Qué delantero fue su ídolo de pequeño?

De chiquito me gustaba mucho Van Basten. Y después Ronaldo Nazario, me hice superfanático de él.

¿Y de los de ahora, a cuál prefiere?

Ahora se habla del máximos goleadores, que son casualmente Cristiano y Messi, pero no son los prototipos de nueves, por lo que citaría a Lewandowski y Benzema como referentes arriba.

¿Cuál es la clave del giro de 180 grados que ha dado el Málaga?

La clave estuvo en no dejarnos caer por los malos resultados. La actitud de trabajo y entrega fue la misma desde siempre. Hemos sido consistentes en el trabajo y hemos torcido la suerte que se nos resistía. Tenemos la conciencia de saber que el trabajo tiene tarde o temprano su recompensa.

El sábado toca el Villarreal, cuarto de la clasificación, ¿cómo lo ve?

Sabemos que son muy fuertes en casa, pero también que vamos a tener oportunidades. Ellos dependen de cómo distribuya Bruno el juego, pero nosotros nos replegamos muy bien y creo que no los vamos a dejar hacer su juego. Va a ser un partido bonito para jugarlo ante un equipo en puesto de Champions.