La amenaza del equipo más en forma de la Liga

Hace cuatro temporadas, en fechas cercanas a la actual (en concreto, fue el 7 de enero de 2012), el Cholo Simeone debutaba al frente del Atlético de Madrid, y lo hacía en La Rosaleda. El equipo estaba décimo en la tabla, lo había eliminado el Albacete en la Copa, y aquel 0-0 en Martiricos fue una clara apuesta por la supervivencia. Sin tiempo para trabajar mucho y dejar una impronta aún, el objetivo claro ante los blanquiazules fue no perder, en un encuentro soporífero.

Cuatro años más tarde el Atlético no ha dejado de ser reconocible y, más allá de que al equipo madrileño se le cuestione por jugar al filo del reglamento o rebasándolo en cuestión de agresividad, ha habido pocos ejemplos en Primera en las últimas décadas de una plantilla mejor explotada en sus recursos: quinta plaza final en el curso 2011-12, tercero en la 2012-13, el histórico título de la 2013-14 y la tercera plaza de la última campaña. Además, una Liga Europa, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una final de la Champions que se iba ganando a segundos del pitido postrero.

Ahora el Atlético se juega en La Rosaleda el liderato en solitario de la Liga, algo que hubiera parecido impensable al comienzo de la temporada. Bastará con puntuar. Hay que matizar que si alcanza esta primera posición es también porque el Barcelona no podrá jugar este fin de semana en Gijón y aplaza su partido hasta el 17 de febrero, pero al margen de esta consideración los rojiblancos han llegado a este punto de la competición igualados con los azulgrana pese a ceder ante ellos en el Vicente Calderón (1-2).

El Atlético de Madrid es, sin lugar a la duda, el equipo más en forma de la competición. Ha encadenado nueve victorias entre los tres torneos en los que participa: 1-0 al Sporting, 0-1 al Betis, 2-0 al Galatasaray, 1-0 al Espanyol, 1-2 en Reus, 0-2 al Granada, 1-2 al Benfica, 2-1 al Athletic y 1-0 al Reus. De esta larga serie se extrae también otra conclusión: su solidez y lo que rentabiliza sus propios tantos, ya que siete de esos nueve duelos los ganó por la mínima.

Dificultad ante la remontada

El Málaga puede tener claro mañana que si el Atlético se pone en ventaja en el marcador el duelo se complicará mucho más que ante cualquier otro rival. La seguridad defensiva, lo automatizado de sus mecanismos de juego y el oficio de la mayoría de sus jugadores permiten al equipo madrileño disfrutar con una comodidad inusitada de mínimas rentas.

Existían dudas acerca del estilo del actual Atlético en los meses de agosto y septiembre. El rediseño del ataque, con la llegada de Vietto, Óliver, Carrasco y Jackson Martínez, parecía apuntar a un mayor manejo del balón y menos músculo, una versión nueva, de transición desde una fórmula con fecha de extinción, la de abrumar a los rivales con un ritmo alto y una presión asfixiante, la búsqueda de un mayor protagonismo con el balón.

Pero a la postre el actual Atlético de Madrid sigue recordando a las otras campañas de Simeone. Oblak luce cifras de goles encajados (siete, de ellos solo dos a domicilio) comparables a las de Courtois, y no solo por méritos propios. El entramado defensivo es un reloj liderado por Godín. Funciona tan bien, que no se resiente si Savic suple al joven Giménez. Y aunque Tiago puede ser baja lo queda de temporada, de momento, Saúl y Gabi han rendido a buen nivel como medio centro defensivo, y en enero llegará Kranevitter, una promesa de la que se espera una progresión similar a la de Mascherano.

En ataque se da el mayor problema ante la dependencia de Griezmann, que ha dado 14 puntos en la Liga al equipo con sus ocho goles. Los otros realizadores más cercanos (Koke, Carrasco, Fernando Torres y Jackson Martínez) solo llevan dos, y el resto de delanteros aún aparece lejos de su mejor versión.

Había otro aspecto en el que el Atético no lucía tanto como antaño: la progresión a balón parado se había detenido, porque el equipo era capaz de firmar casi la mitad de sus tantos en acciones procedentes de saques de esquina, faltas laterales o golpes francos directos. Sin embargo, ya se ha repuesto con tres tantos de córner en los cinco últimos partidos. Siempre, con lanzamientos de Koke, que empieza otra vez a acercarse a sus mejores registros, y con mucho protagonismo del joven Saúl Ñíguez por alto.