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Sergio Cortés
Martes, 24 de noviembre 2015, 06:11
A estas alturas, lo que cuenta es salvar la primera vuelta. Es decir, llegar al ecuador del campeonato con el máximo número de puntos posibles para disponer en la segunda de jugadores importantes a pleno rendimiento (Camacho y Amrabat) y de alguna incorporación para poder ... así remontar el vuelo. Desde luego, en el caso del calendario no ayuda, pero el vestuario del Málaga se aferra a tres partidos en particular, precisamente frente a los equipos que lo han superado este pasado fin de semana, el Granada, el Levante y Las Palmas. Ahí está prohibido fallar.
Hace unas semanas, después de la contundente derrota en Valencia (3-0), la plantilla malaguista se puso deberes: aprovechar los cinco partidos que aparecían en el horizonte para asentarse en la zona media de la tabla. El último compromiso de esa serie se disputará el sábado en La Rosaleda, un derbi a vida o muerte frente al Granada (20.30 horas, Canal Plus Liga). El objetivo no se ha cumplido ni de lejos. El triunfo frente al Deportivo (2-0) alimentó el optimismo, pero después el equipo ha encadenado tres derrotas consecutivas frente a conjuntos de su nivel, el Sporting, el Betis y el Espanyol. Y sin que estos tres firmaran una gran actuación.
El tramo teóricamente más liviano del calendario ya es casi pasado. Por delante quedan siete jornadas para completar la primera vuelta y el encuentro del próximo sábado se antoja crucial, ya que posteriormente deberá afrontar dos salidas consecutivas, además a escenarios complicados (San Mamés y Vallecas), y a renglón seguido recibir al Atlético de Madrid, ahora instalado en la segunda posición.
En el vestuario malaguista insisten en que la remontada todavía es posible y confían en que la condición de colista sea un hecho puntual. Para ello, recalcan que por delante aparecen hasta cuatro equipos con un solo punto más. Los duelos directos tienen pinta de que pueden ser dramáticos de aquí al final de la temporada. En esos cara o cruz va a estar gran parte de la permanencia. Y en lo que queda de primera vuelta el Málaga no solo va a medirse al Granada, sino también al Levante y a Las Palmas, aunque en estos dos casos a domicilio, lo que eleva la dificultad dado que los pupilos de Gracia todavía no han marcado un solo gol en los seis encuentros lejos de La Rosaleda.
En esos tres partidos va a estar la clave de que el Málaga salve la primera vuelta y llegue a una cifra más o menos valiosa. En condiciones normales siempre se ha puesto el listón de la permanencia en 42 puntos, pero de un tiempo a esta parte la frontera está en torno a los 38. A día de hoy los retos son dos: derrotar sí o sí al Granada y sumar al menos siete u ocho puntos más. Es fundamental no quedarse descolgado y mantenerse al nivel de los que a priori deben luchar por evitar el descenso.
Conviene recordar que junto a los tres difíciles compromisos posteriores a la cita con el Granada (los citados contra el Athletic, Rayo y Atlético) y a los dos duelos directos frente al conjunto granota y al grancanario el calendario se completa con un partido en casa frente a un equipo irregular aunque un peldaño por encima del nivel del Málaga, el Celta.
No fallar contra el Granada, el Levante y Las Palmas será vital para el conjunto blanquiazul, porque el arranque de la segunda vuelta no puede ser más exigente, con visita al Sánchez Pizjuán, partido en casa frente al Barcelona y cita en un escenario exigente, Ipurua. Si no cumple ese objetivo, cada compromiso en las últimas dieciséis jornadas será una final.
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