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Juan Antonio Morgado
Viernes, 6 de noviembre 2015, 06:19
Joaquín Sánchez Rodríguez (El Puerto de Santa María, 21 de julio de 1981) está vinculado a la mejor etapa del Málaga, la del glorioso paso por la Liga de Campeones con una plantilla llena de estrellas entre las que él brilló con luz propia. Su ... inevitable salida lo llevó a Italia, donde jugó dos temporadas en el Fiorentina. Este verano volvió en loor de multitud al Betis, con el que volverá a La Rosaleda en un partido de Liga muy importante para su exequipo. Está convencido de que la afición lo recibirá «con cariño», el mismo que le tiene al Málaga. «Los béticos saben que yo al Málaga lo llevo dentro de mí», declara por teléfono.
¿Qué sintió cuando se fue del Málaga?
Pena y coraje. Fueron años muy bonitos y estábamos en un momento espectacular, por lo que salir de aquella manera después de haber disfrutado lo que habíamos disfrutado fue duro.
¿Echa de menos al Málaga de la Champions?
Sí, porque teníamos un vestuario extraordinario. Disfrutábamos mucho. Fue todo muy positivo y aunque pasó lo que pasó, hay que quedarse con lo bueno.
Creo que en Málaga vimos al mejor Joaquín porque Pellegrini supo darle libertad, a lo que se unió la experiencia de los años. ¿Está de acuerdo?
No sabría decirle exactamente, ya que en mi primera época en el Betis creo que lo hice bastante bien, aunque sí le puedo decir que en el Málaga disfruté muchísimo. Jugar en La Rosaleda en aquella época era espectacular, con partidos superemocionantes.
¿Qué imagen recuerda del vestuario cuando terminó el partido de Dortmund?
El gran silencio que había, y la tristeza de todos. Sabíamos que podían eliminarnos, pero estábamos muy jodidos por irnos de aquella manera. Nos veíamos en semifinales. Era un sueño y aunque nos fuimos (ya que no se puede decir que caímos) hicimos algo tan bonito que eso está por encima de todo.
Dentro de la tristeza del momento, no me diga que no fue emocionante llegar a las seis de la mañana y encontrar a 500 personas gritando «campeones, campeones»
Por supuesto. Sabíamos que la gente estaba volcada con nosotros, pero no solo la de Málaga, sino la de toda España. El recibimiento fue espectacular, porque todo el mundo estaba identificado con nosotros. Recuerdo cómo estaba La Rosaleda en el partido de Liga después de lo de Dortmund. Parecía de Champions.
¿Qué le diría al árbitro del partido de Dortmund, Craig Thomson, si se lo encontrara ahora por la calle?
(Se ríe y se piensa la respuesta) No le diría nada. Sinceramente creo que lo que pasó tenía que pasar. El destino está escrito. Nos tocó irnos de la Champions de una manera amarga y eso ensombreció lo vivido anteriormente, pero repito que hay que quedarse con lo bueno.
¿Le han reprochado alguna vez en Sevilla que jugara en el Málaga?
No, en absoluto. Nadie me ha dicho nunca nada malo sobre mi estancia en el Málaga. Los momentos están para vivirlos y aprovecharlos y no olvide que el interés era mutuo. Disfruté mucho esos dos años. Los béticos saben que yo al Málaga lo llevo dentro de mí.
¿Cuál fue su mejor momento en el Málaga?
Me resulta difícil escoger uno, porque viví tantos momentos bonitos Pero si tuviera que quedarme con uno escogería el día del Milan, por ser en casa y cómo vivió La Rosaleda esa victoria.
¿Cómo cree que lo va a recibir la afición malaguista?
No tengo duda de que bien. Ya estuve hace dos veranos con la Fiorentina y el recibimiento fue muy bonito. La gente de Málaga me tiene un gran cariño.
¿Si marcara el sábado lo celebraría?
Por supuesto que no. Solo por el respeto que le debo a la afición por el cariño que me dieron, no lo celebraría. Estuve muy a gusto en el Málaga y eso se queda siempre ahí.
¿Recuerda el chiste que contó en su presentación como malaguista?
Hombre, claro; el de la mujer a la que se le murió el marido cuando el Málaga jugaba la final de la Champions en La Rosaleda. Después, más de uno me ha dicho que faltó poco para que se cumpliera
A propósito de presentaciones, la suya de este verano con el Betis fue muy emotiva.
No me salían las palabras. Estaba muy emocionado por revivir mis comienzos en el Betis. Imagínese ver la grada llena. Sabía que no se habían olvidado de mí, pero hasta que no vi tanta gente no me lo creía. Es un orgullo para mí ser bético.
Da la impresión de que tenía muy claro que volvería al Betis.
Alguna vez lo había comentado, pero no lo tenía estudiado. No sabía que iba a pasar, en serio.
¿Cómo ve al Málaga esta temporada?
Como otros muchos equipos, está peleando por estar en una zona cómoda. Está buscando su juego, como nosotros.
Y al Betis, ¿cómo lo ve?
Hemos tenido un buen arranque que nos ha dado un colchón de puntos. En los dos o tres últimos partidos hemos sufrido más de la cuenta. En cuanto vuelvan a salirnos las cosas, podemos ganar en cualquier campo.
El partido será a las diez y cinco de la noche. ¿Le gusta jugar tan tarde o prefiere otra hora?
Creo que ya he jugado a todas horas, porque en Italia lo hice a las dos y media de la tarde. A las siete u ocho de la tarde es la mejor hora, tanto para el jugador como para el espectador, ya que te permite hacer algo después.
¿Ha mejorado alguien su bicicleta?
(Risas). En la actualidad cualquier jugador tiene técnica para poder hacer eso. No sé si lo haré mejor o peor, pero es mi sello. Ahora parece que de nuevo se le da protagonismo al jugador de banda.
¿Se ve en el futuro en un banquillo, o mejor de comentarista televisivo?
No sabría decirle. No lo he pensado, pero seguiré ligado al fútbol.
Entonces, ¿le queda cuerda para rato?
Sí, firmé tres años en el Betis y me encuentro bien. Me queda todavía mucho que disfrutar, y mientras sea así, palante.
¿Qué les diría a los antitaurinos, usted que promociona la fiesta de los toros hasta en los campos de fútbol?
Que nos respeten. Puedo entender que vean una cosa que no vemos nosotros. Pedimos respeto y libertad. Los toreros, que aman su profesión, desean expresarse a su manera.
¿Es un torero frustrado?
No, soy un futbolista torero. El fútbol es la profesión que amo, como el mundo del toro.
¿Qué habría pasado en caso de haber elegido la tauromaquia?
No sé hasta dónde hubiera llegado...
¿Cómo nos ven a los españoles los italianos?
Los italianos están enamorados de los españoles. Nada más escucharnos se quedan embobados. Les gusta mucho nuestra forma de vida, cómo hablamos y nuestra cultura, sobre todo la del Sur.
¿Dejó a muchos amigos en el vestuario del Málaga?
No los dejé, porque sigo hablando con ellos; con muchos de los trabajadores, los utileros, los masajistas y compañeros del vestuario. Éramos una familia.
¿Manda muchos chistes por WhatsApp?
No muchos, porque los chistes tienen su momento. Me gusta más contarlos cuando me sale, en persona, en vivo y en directo.
¿En Florencia entendían sus chistes?
Los chistes los contábamos entre los españoles y los argentinos. Si me ponía a contar un ciste en italiano, se me complicaba la cosa
Se defenderá bien en italiano, ¿no?
Después de dos años allí, me defendía bastante bien, aunque para hablarlo a la perfección hace falta más tiempo y práctica.
¿La Liga italiana es peor que la española?
No, ni peor ni mejor; es diferente. El italiano es un fútbol mucho más táctico. Es complicado hacer un juego vistoso. La Liga española es más divertida para el espectador.
¿Ha comido muchas pizzas en estos dos años en Florencia?
Allí he comido de lujo. La gastronomía es magnífica. Un simple plato de pasta es espectacular. La diferencia con España es brutal. La carne es muy buena también.
¿Cómo lleva eso de ser uno de los españoles más imitados?
Muy bien. Siempre que se haga desde el respeto, es bonito. Que disfruten con uno es un orgullo.
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