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Juan Antonio Morgado
Domingo, 29 de marzo 2015, 16:39
Adereza el entrenador del Málaga la entrevista con muchas risas. Es un síntoma evidente de que estamos ante un técnico feliz. Javi Gracia (Pamplona, 1 de mayo de 1970) emprendió la aventura en un equipo blanquiazul que ha ido perdiendo piezas a marchas forzadas. A pesar de todo, logró con una sorprendente antelación el objetivo de la permanencia. Instalado en el séptimo puesto desde hace 16 jornadas (se han jugado 28), se pone como reto asaltar la sexta plaza, en poder del Villarreal. «El grupo está muy comprometido e ilusionado, y sigue siendo muy ambicioso», sentencia Gracia.
Permítame que repita con usted la pregunta que le hice hace unos días a Kameni, portero de su equipo. Si en agosto le hubiese comentado alguien que iba a ocupar el séptimo puesto a finales de marzo, ¿qué habría respondido?
Le hubiese dicho que gracias por la confianza. Espero que esta pregunta me la haga también a final de temporada, y que todos estemos satisfechos de haber logrado una clasificación exitosa de la que todo el mundo se sienta orgulloso. Seguimos trabajando y faltan diez partidos que van a marcar la trayectoria del equipo. Hay que seguir siendo exigentes.
¿Tiene la sensación de haber callado muchas bocas, porque no hay que olvidar que numerosos aficionados y medios de comunicación mostraban prejuicios hacia usted?
Mi intención no es ir pasándole factura a la gente que tiene una opinión diferente a la mía, sino trabajar, intentar hacer las cosas bien y tratar de corresponder a la gente que ha confiado en mí. Entiendo perfectamente la incertidumbre del comienzo por mi fichaje, y con mi trabajo he intentado no tanto callar bocas como que la afición del Málaga esté orgullosa de su equipo.
Aunque la temporada está siendo para enmarcar, ¿tiene la sensación de haberse dejado puntos en el camino?
Si uno mira para atrás, siempre ve cosas a mejorar, pero eso es más bien defecto profesional. También tenemos que ser realistas con la situación, valorar las dificultades que existen a la hora de jugar en Primera División, y hacer una lectura objetiva de lo que son las cosas, con independencia de lo que se podía haber logrado. Por ejemplo, nos da rabiar no habernos clasificado para las semifinales de la Copa, pero también tenemos que valorar la situación del equipo, de los jugadores, de la plantilla.
¿Es la Copa su espinita clavada de esta campaña?
Es uno de los disgustos que tenemos, porque como estuvimos tan cerca, la verdad es que es una lástima no haberlo conseguido, pero a lo largo de la historia el club tampoco había llegado mucho más lejos en la Copa. Hay que valorar las cosas.
Por cierto, recuerdo el partido de vuelta en San Mamés como su principal punto de discordia con los periodistas locales a la hora de valorar esa vuelta de los cuartos de final. ¿Qué tiene que decir a eso?
Todos somos profesionales y cada uno cumple con su tarea más allá de que las opiniones sean similares o diferentes. No quiero comentar eso, pero sí decir que ciertas críticas eran más fruto de la tristeza por no haber conseguido las semifinales que una crítica objetiva de lo que fue el juego del equipo. Y lo entiendo, porque estábamos todos muy disgustados.
En las antípodas de la eliminación copera está el histórico triunfo en el campo del Barcelona, al que dejaron sin marcar en los dos partidos ligueros, algo al alcance de pocos equipos. Presumirá de ello, ¿no?
No crea. Yo paso página rápidamente. Es lo bueno y lo malo que tiene el fútbol. Partidos como ese nos refuerzan, pero no solo al equipo, sino también al club y a la afición. Victorias así son inyecciones de ánimo muy necesarias a lo largo de la temporada para compensar los momentos duros. Pero se disfruta durante tres, cinco o siete días, porque después hay otro partido.
Desvélenos algo de esos minutos tan íntimos, pero tan históricos, cuando se llega al vestuario junto a los jugadores tras una victoria tan importante.
No soy de hablar mucho con los jugadores. Son momentos de mucha alegría, y por mucho que dijera no igualaría lo que los jugadores sentían en ese momento. Fui felicitándolos a todos, uno por uno, con un abrazo. Estaban exultantes. Bueno, lo típico de un vestuario que celebra tres puntos que tienen un sabor especial. Siempre reconozco el partido que han hecho los jugadores, incluso cuando pierden.
¿Se pellizcó antes de esos abrazos o después?
(Risas). Preparamos muy bien el partido, como todos, y las cosas salieron muy bien. En ese partido se tenían que dar muchas circunstancias para ganar. En la primera vuelta ya truncamos su racha de cinco victorias marcando en todos los partidos. Y en esta segunda vuelta también llevaba una gran racha de triunfos. Pero ahí apareció el Málaga... Nos llenó de satisfacción, pero sabemos que al final se queda en tres puntos.
Pronto visitarán al Real Madrid, ¿sueña con ganar en el Bernabéu y hacer doblete?
Bueno, me preocupa más la Real Sociedad, que es el próximo rival.
Para la Real queda mucho... Hablemos de la visita al feudo madridista y de lo que se puede hacer allí.
Soy consciente de que hay partidos más mediáticos, pero los puntos de la Real son para nosotros importantísimos, porque es un equipo en alza y que podía estar más arriba si tenemos en cuenta la plantilla que tiene. Tenemos que estar centrados solo en ese partido, y si llegamos a los 47 puntos ya podemos pensar en los siguientes.
En noviembre nos dijo que Amrabat era un jugador diferente. ¿Qué ha cambiado para que ahora no sea titular?
Ser diferente no le garantiza la titularidad a nadie. Cada jugador tiene sus características. Hay jugadores que en un momento de la temporada están a muy buen nivel y marcan las diferencias. Nordin ha hecho partidos en los que, con su trabajo y la ayuda de los demás, ha marcado diferencias. Y, con un papel principal, ha ayudado al equipo a ganar muchos puntos. Ahora hay jugadores que están haciendo muchos méritos, por lo que es más difícil la titularidad. Yo no soy muy dado a poner la etiqueta de titular o no titular. Un jugador que sale en el minuto 50tiene para mí minutos suficientes como para demostrar lo que vale. Quedan partidos, en los que nos jugamos gran parte de la temporada, para que Amrabat vuelva a estar a su mejor nivel.
Parece lógico que al común de los mortales le resulte extraño que el jugador llamado a ser el buque insignia del equipo no juegue de salida, ¿no cree?
Pero es que yo no estoy de acuerdo con esos términos de buque insignia o de titular. Para mí todos los jugadores son iguales. En ciertos momentos de la temporada ha habido jugadores determinantes para conseguir buenos resultados, y Nordin ha sido uno de ellos. Hacer otro tipo de distinciones no es justo ni para él ni para sus compañeros.
¿Qué derrota le ha sentado peor?
Las derrotas que tengo más frescas son las últimas, y, por lo visto en los últimos compromisos fuera de casa, creo que tenemos muchas cosas que mejorar. Debemos encontrar otra vez el camino para ofrecer más garantías como visitantes.
Tras el último partido, el del 1-0 ante el Rayo, parecía muy enfadado, por mucho que en la rueda de prensa mantuviera la calma.
Lo que yo decía es que en una situación de centro lateral, con el equipo organizado como estaba, incluso Castillejo ayudando a Miguel (Torres), no debería de haber pasado que Kakuta nos hiciera un gol de cabeza en el segundo palo. Nos podían haber ganado de otra manera, pero de esa no. Creo que ante el Levante y el Granada estuvimos peor.
¿Habló con la plantilla para que eso no vuelva a ocurrir?
Yo les digo a los jugadores que no debemos defender por acumulación de jugadores, sino con calidad defensiva. No es necesario meter más jugadores cerca de la portería, sino asumir responsabilidades y ocupar bien los espacios, y ese es el caso de esa jugada. En un desajuste, a pesar de tener jugadores en exceso en la zona. Por eso me fastidia, porque sé que en los jugadores hay gran interés en que las cosas salgan bien.
Me consta, por sus declaraciones a lo largo de la campaña, que eso lo saben ellos.
Valoro mucho el esfuerzo, la constancia y las ganas que tiene este equipo en hacer las cosas bien.
¿Cómo consigue motivar a los jugadores para que no bajen la guardia una vez logrado el objetivo de la permanencia con tanta antelación?
La clave está en saber qué grupo de jugadores hay que motivar. Los jóvenes tienen todo por hacer y por demostrar. Creo que debería ser ilusionante y motivante el reto que tenemos: en estas diez jornadas que quedan, aspirar a conseguir la mejor cifra de puntos que se ha conseguido nunca, pelear por esa sexta plaza que nos puede llevar a Europa, luchar por esos cinco puntos que nos lleva el Villarreal... Con gente como la que tenemos no es difícil aspirar a eso, porque el grupo está muy comprometido e ilusionado, y sigue siendo muy ambicioso.
¿Qué posibilidades hay de alcanzar al Villarreal?
Los equipos que están por encima de nosotros tienen grandes plantillas, y están jugando bien. No va a resultar fácil recortarles puntos. Pero no me paro a ver si es fácil o difícil, sino que veo una diferencia de puntos que es alcanzable y que tenemos que pelear por ello al máximo.
Detrás tiene al Athletic, con un Valverde que no para de repetir que ambiciona el séptimo puesto de ustedes. ¿Qué opina?
Pero no se trata de hablarlo, sino de hacerlo. La racha de cinco victorias que ha cogido ahora el Athletic es como la nuestra de la primera vuelta. Tiene un estado anímico alto por clasificarse para la final de Copa, y va a ser un rival complicado de aquí al final de Liga. No tenemos techo, pero también tenemos que mirar el suelo y afianzarlo para mirar cada vez más arriba.
La alineación del último partido liguero conserva seis jugadores de la primera de la temporada, la que se estrenó contra el Athletic. Teniendo en cuenta que Antunes se fue y Camacho estaba lesionado, se deduce de ello que tiene un once más o menos claro todo el curso.
Cuando hago una convocatoria no suelo mirar quién viene jugando más o menos. No soy consciente de tener un grupo de jugadores que sean más constantes, sino que trato de mantener al equipo vivo y de equivocarme lo menos posible en cada convocatoria que hago y en cada partido.
El caso más claro de un jugador que ha contado poco es Ochoa, sobre todo por la aureola que traía tras su gran actuación en el Mundial.
La posición de portero es diferente a las demás. Normalmente no hay sustituciones, es de más continuidad. Quedé contento con Ochoa cuando jugó en la Copa. Carlos (Kameni) está jugando en la Liga y lo está haciendo muy bien. Es internacional y es mundialmente reconocido. Trato de ser justo. No puedo pararme a valorar detalles.
En apenas siete meses ha pasado de emprender una aventura a ser codiciado por otros clubes. ¿Cómo asimila su nuevo estatus?
Con la misma normalidad con la que llevaba esa situación de inquietud. Estoy centrado en mi trabajo y trato de hacerlo lo mejor posible, que creo que es la única manera de corresponder a la confianza depositada en mí. Lo demás va y viene. Voy a disfrutar de mi profesión con independencia de mejores o peores momentos, y vivir con cierta tranquilidad.
¿No cree que el club debería haberle lanzado un guiño sobre una posible renovación, más allá de que el décimo puesto se la garantice?
(Risas). Me gustaría quedarme no solo un año más, sino más tiempo, pero creo que ya no debo hablar más de ello, sino seguir centrado en mi trabajo y tratar de hacerlo lo mejor posible.
¿Tiene asumido que a final de temporada perderá a algunos de sus mejores jugadores?
Es una situación que está por ver. Se habla mucho, pero si vendemos a todos los jugadores que están diariamente en boca de todos, nos quedamos sin equipo (risas). Y eso no puede ser. Puede que haya alguna salida, como ocurrió al comienzo de temporada, con Caballero, Eliseu y Gámez, y después con Santa Cruz y Antunes. Pero creo que el club no va a desmantelar el equipo. Habrá las salidas necesarias para conseguir ese equilibrio económico que el club necesita, pero supongo que la secretaría técnica trabajará para poder potenciar el equipo y que no se debilite.
No quiero dar ideas, pero otro que aumentará su cotización será Juanmi convocarlo Del Bosque.
En el Málaga hay grandes jugadores, y se va a hablar de todos ellos, tanto de presente como de futuro. Juanmi está con la selección absoluta; Castillejo, con la sub-21; Horta, con la sub-21 portuguesa... Camacho ya fue. Me gusta que se reconozca el trabajo individual de los jugadores, pero a mí lo que más me reconforta es el reconocimiento como equipo.
¿Qué mérito se atribuye en la llamada de estos jugadores?
Ninguno. El mérito es del jugador, y si me apura, de los que han estado con él desde que empezó: entrenadores, compañeros, aficionados... Es una responsabilidad compartida, pero sobre todo un premio y un reconocimiento al jugador.
¿Le pidió opinión Del Bosque sobre Juanmi antes de llamarlo?
No. Otras veces que ha estado aquí en La Rosaleda elogió el trabajo que estábamos haciendo con el equipo, pero no se habló de ningún jugador en concreto.
¿Qué aporta Juanmi que no tengan otros delanteros de la selección?
Es un jugador polivalente. Puede jugar de punta, de segundo punta, en la banda... Tiene velocidad, es listo y se asocia bien, hace desmarques en ruptura y está encontrando el gol con facilidad. Es un jugador muy importante, y con la edad que tiene y con el paso del tiempo lo será más.
¿A qué atribuye que el Málaga, que no se caracteriza por su dureza, lleve siete expulsados esta temporada?
Esa es una de las cosas que no entiendo. En el primer partido sufrimos dos expulsiones, y fueron justas, pero ha habido otras muchas excesivamente rigurosas... Muchas amarillas que nos han sacado no lo han sido y, por tanto, las rojas tampoco. Pero no quiero criticar en exceso la labor arbitral.
Al Málaga lo califican de equipo revelación, pero se olvidan quizás de hacerlo con su técnico. ¿Se considera el entrenador revelación?
(Risas). No sé lo que es eso. En el caso del entrenador tiene todo tan corta duración... En un par de partidos puede pasar de una valoración a otra.
¿Qué jugador de los que tiene en la plantilla le ha sorprendido más?
Los que menos conocía, Castillejo y Juanpi, que son los que subieron del filial. De los demás tenía buen concepto porque son grandes jugadores.
¿Aunque no lo exteriorizó en exceso, no me diga que no se enfadó de verdad cuando se fueron Santa Cruz primero y Antunes después?
(Risas). Mis cabreos tienen que durar poco. Aunque algo me siente mal, no me lleva a ningún sitio enfadarme más de la cuenta. No puedo perder el tiempo en eso, tengo que buscar alternativas enseguida, y la manera de que el equipo funcione. Roque (Santa Cruz) era un jugador importante, pero no solo por lo que jugaba, sino por su experiencia, por sus consejos constantes. Era un jugador con unas características difíciles de suplir. Se fue cuando estaba en su mejor momento. Y lo de Antunes nos sorprendió a todos, al club en general. Cedimos a Casado al Almería porque parecía que Vito no se iba, y al final llega una oferta que el club debía aceptar. Como entrenador tengo que asumirlo.
¿Tiene que estar pendiente el entrenador de un club como el Málaga de mantener equilibrada económicamente la plantilla?
No al detalle. Alguna cosa te explican por parte del club. No debo de estar pendiente de todas esas cosas.
¿Se conforma con los jugadores que ponen a sus disposición o es muy exigente con los fichajes?
No soy conformista en ningún sentido de la palabra. Ni con los jugadores que me pongan ni con los resultados que consigo. Uno siempre quiere más.
¿Era partidario de haber ido a la huelga en la lucha por un reparto más justo de los ingresos televisivos?
Este tipo de cosas se tienen que resolver con diálogo, y no llegar a unas medidas de presión de tener que parar la Liga. Pero si los dirigentes consideran que hay que parar, se para y ya está. Está claro que soy partidario de que el reparto del dinero televisivo sea más justo.
En el caso de que continúe en el Málaga. ¿Es consciente de lo alto que se ha puesto el listón para el año que viene?
El reto de mejorar siempre va a estar ahí. Hay que ser objetivo con las cosas y valorarlas. Nuestra afición agradece el trabajo que estamos haciendo. Es lógico que quieran más, y nosotros también. Una de las peores cosas que hay en la vida es ser desagradecido. Ahora recuerdo la reacción del público cuando encajamos el gol del Eibar. Nos aplaudió en lugar de caer en el desánimo, y al final remontamos. Si el año que viene estuviéramos clasificados en un puesto inferior al séptimo no creo que hubiera que verlo todo negativo. Lo importante es que la afición vea que el equipo responde a un compromiso y unos valores.
Lo del Málaga es regularidad y lo demás es cuento, ya que lleva 16 jornadas seguidas en el séptimo puesto, más otras tres que también lo ocupó...
Pues bendita regularidad. Ocupar esa posición por encima de equipos de mucho poderío es para estar contentos. Pero la satisfacción tiene que llegar al final de temporada.
¿Qué Málaga veremos en los diez partidos que quedan, porque en 2015 el equipo alterna grandes partidos con graves derrotas?
Me gustaría que viéramos al de la línea que llevamos en nuestros partidos de casa, pero debemos mejorar lo que estamos haciendo como visitantes, aunque no es fácil porque todos los equipos necesitan puntos.
¿Van a ser ustedes los jueces de la Liga?
Para mí lo más importante es que seamos jueces en las últimas jornadas en los enfrentamientos con el Villarreal y el Sevilla. Pero jueces de nuestro destino; queremos poder jugarnos algo con estos equipos.
Algunos aficionados ven la Liga Europa como un estorbo en lugar de como un torneo que le dará caché al Málaga. Intente convencerlos de lo segundo.
Jugar en Europa es un premio a una gran temporada. Sería el reconocimiento personal y profesional para todos los jugadores. La Liga Europa da prestigio a todos, a los jugadores y al club, para el que sería un escalón más. Volver a estar en Europa sería muy prestigioso para el Málaga.
¿No está harto de jugar los sábados a las diez de la noche?
No especialmente. Nosotros nos adaptamos a los horarios que nos pongan. Lo que más preocupa son las dificultades que esos horarios tengan para nuestra afición, pero nosotros estamos acostumbrados.
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