
Ni el Málaga ni su sombra
Juan Antonio Morgado
Domingo, 22 de marzo 2015, 01:48
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Juan Antonio Morgado
Domingo, 22 de marzo 2015, 01:48
En la entrevista que le hizo este periodista el martes a Kameni, el portero decía: «Sin jugar como sabemos, no somos el Málaga». Sin quererlo, fue premonitorio el guardameta camerunés. Ayer no vimos al Málaga, ni siquiera a su sombra. El grupo entrenado por Javi Gracia estuvo tan gris como la equipación que lució en Vallecas, y dio la de arena en un campo maldito. No hay forma de que el Málaga haga un buen partido en el feudo del Rayo, un equipo vulgar al que le bastó con mostrar más intensidad que el rival para llevarse los tres puntos.
Recordó el Málaga ayer al gran Curro Romero, un torero que exigía unas condiciones muy especiales para redondear una faena de las suyas, que hacían historia cuando el maestro estaba a gusto. Pero una mala mirada del primer toro bastaba para que el diestro de Camas sacara a relucir su peor cara. Al Málaga le sucedió algo parecido. No acierto a explicarme cuál fue la causa de su inoperancia: si el día plomizo que se vivía en Madrid o ese terreno de juego irregular o quizás ese campo tan desangelado, falto de graderío tras una portería. Sea cual sea la causa, la realidad es que los hombres de Javi Gracia dejaron pasar una buena oportunidad de sumar al menos un punto.
No termina el Málaga de encadenar dos buenos partidos en este 2015. ¡Qué lejos queda la racha de cinco victorias consecutivas logradas en la primera vuelta coincidente con las jornadas que se están disputando estos días! Sin olvidar la gran temporada que está haciendo el equipo blanquiazul, es extraño que no termine de dar el salto de calidad no solo que le permita mantener el séptimo puesto con holgura, sino que le facilite asustar al equipo que lo precede en la clasificación, el Villarreal.
En un partido de los denominados de patio de colegio, el Málaga no dio una a derechas. Los errores en los pases fueron continuos, lo que facilitó que el Rayo Vallecano se creciera y controlara el juego sin apenas problemas. Se echó de menos en las filas malaguistas a un hombre que diera fluidez al juego en el centro del campo, así como a un delantero que fuera referencia en ataque y que fijara a los centrales adversarios. No tuvo transición el fútbol de las huestes de Gracia, que abusaron de los pelotazos altos hacia la zona de ataque sin tener en cuenta que allí se encuentra habitualmente Juanmi, de escasa corpulencia como para hacerse con un balón de esos. Solo una llegada con peligro quedó anotada en el haber del equipo malaguista en todo el partido. Al filo del cuarto de hora de juego, Castillejo recibió un precioso pase al hueco de Samu y su zurdazo se estrelló en el cuerpo de Cristian Álvarez. Vivió una plácida tarde el guardameta local, al que pudo batir de nuevo Castillejo, pero su remate de cabeza, tras recibir también de Juanmi con la testa, perdió fuerza y no resultó un problema para el portero.
Sufrió el Málaga de nuevo una expulsión; en esta ocasión, de Angeleri. Y ya van siete... El equipo blanquiazul es el segundo en este apartado, tras el Almería, con ocho. Sin que sirva de excusa para la derrota, la decisión de Jaime Latre fue excesiva. Un jugador que ya tiene amarilla no debe abandonar el campo por hacerle falta en un salto a un rival (en este caso, puede que ni cometiera infracción). Sin embargo, Amaya solo vio la amarilla por una escalofriante entrada a Torres. Por entradas parecidas ha habido ya varias expulsiones esta temporada. ¡Ay!, ¿cuándo llegará la unificación de criterios arbitral?
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