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Gracia se dirige a uno de sus jugadores, con Luis Enrique en un segundo plano el sábado.
Un asedio infructuoso

Un asedio infructuoso

El Barcelona llegó 74 veces al área del Málaga, pero solo dos con peligro

Juan Antonio Morgado

Lunes, 23 de febrero 2015, 00:51

El Barcelona pisó 74 veces el área del Málaga en 94 minutos. Una barbaridad. Sobre todo si se comparan con las 17 ocasiones en que se aproximó el equipo blanquiazul a los dominios de Bravo. Semejante asedio tendría que haber dado sus frutos, aunque solo sea por aquello del cántaro y la fuente. Pero en este caso los datos no se ajustaron a la realidad, porque el equipo azulgrana fue incapaz de marcarle un gol al conjunto blanquiazul, algo que se hace extensivo a los dos partidos disputados entre ambas formaciones este curso.

Que las huestes de Javi Gracia mantuvieran su portería a cero frente al mejor Barcelona de la campaña en el fortín azulgrana parece un milagro. Hasta el punto de que si se analiza el partido posteriormente con la ayuda de la grabación televisiva, el corazón le da a uno varios vuelcos en jugadas del equipo local que da la impresión de que se convertirán en gol, aún sabiendo que no será así. Conseguir que el asedio azulgrana se tradujera solo en dos ocasiones tiene un gran mérito, que se deben repartir a partes iguales entre Gracia y los jugadores. Al entrenador, por un planteamiento que demuestra haber estudiado al rival hasta la saciedad, y a los jugadores, por poner en práctica a la perfección las instrucciones de su técnico.

El Málaga desplegó en el césped del Camp Nou el 4-4-2 más claro y perfecto que imaginarse pueda. Con dos líneas muy juntas delante de la frontal del área y dos jugadores delante, el engranaje oscilaba como un girasol y sin perder la compostura hacia el sitio en el que estaba el balón, con lo que los azulgrana quedaron maniatados. El Málaga cerró espacios con un enorme despliegue, pero al mismo tiempo ahorró energía porque no malgastó esfuerzos en una presión baldía, sino que supo dosificarse a sabiendas de que 90 minutos en el Camp Nou son muy largos.

El sistema defensivo puesto en práctica por el equipo de Gracia dio los frutos apetecidos. La victoria tiene más mérito si se miran las faltas cometidas. El Málaga no necesitó abusar del juego sucio para anular al rival. Solo 11 infracciones hablan a las claras de la acertada apuesta para lograr un valioso triunfo.

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