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Juan Antonio Morgado
Viernes, 6 de febrero 2015, 00:25
Sí (Juan Antonio Morgado, jefe del Área de Deportes)
No hay motivos claros para cambiar
Cuando algo funciona bien no hay por qué cambiar. El Málaga redondeó un partidazo ante el Valencia, con una alineación inédita esta temporada. La particularidad que presentaba esa formación respecto a anteriores encuentros fue que los cuatro hombres más ofensivos del equipo eran malagueños, algo que llamó mucho la atención de los aficionados, que se hicieron eco del detalle en cuanto SUR lanzó el dato en Twitter. Es para felicitarse, porque la cantera malagueña está experimentando un resurgimiento a prueba de los más exigentes partidarios de darles oportunidades a los jóvenes que se forman en los equipos inferiores. La confianza que Gracia depositó en los cuatro jugadores Samu, Samu Castillejo, Juanmi y Javi Guerra fue correspondida por el gran juego realizado por este póquer de hombres de la casa. Cada uno a su manera, con su estilo, contribuyó a que el sistema defensivo del Valencia se viera resquebrajado. La calidad y la fuerza de Samu, el poder desequilibrante del hábil Castillejo, los desmarques y la solidaridad de Juanmi, y la listeza y experiencia de Javi Guerra en el área se unieron para contribuir decisivamente al triunfo más importante de esta temporada si se tiene en cuenta el puesto ocupado por el rival, por encima del Málaga en la clasificación. Con esta defensa de los cuatro malagueños no cierro las puertas a que Amrabat pueda entrar a lo largo del partido. No me puedo olvidar del internacional marroquí, por mucho que no atraviese por su mejor momento. Es bueno que tenga minutos porque está llamado a recuperar la titularidad en cualquier partido. No olvidemos que el año pasado fue una de las piezas fundamentales a la hora de certificar una salvación que llegó a ponerse cuesta arriba. Pero mientras esa mejoría llega, démosle una nueva oportunidad a los cuatro chicos de la tierra.
No (Sergio Cortés, editor y redactor del Málaga)
Amrabat debe jugar para ganar en confianza
Suena muy bien ver a cuatro malagueños en el once titular. ¿Para qué negarlo? Este es el debate en el que uno piensa con el corazón y, sin duda, se decanta por los teletubbies blanquiazules (perdón por el invento, pero son tan distintos...). No puede sentirse uno más satisfecho al ver a Samu (rescatado por Benítez y Rafa Gil), a Juanmi (con lo que le ha costado encontrar el camino), a Samu Castillejo (con la presión que ha soportado tantos años) y a Javi Guerra (con esa implicación indescriptible). Pero también hay que ser un poco más cerebral y a mí, pese a que últimamente soy muy crítico con él, me falta Amrabat en el once titular.
El internacional marroquí no termina de encontrar su mejor versión y se asemeja a aquel de los primeros partidos esta misma temporada. Le falta velocidad (el otro día estuvo impotente en cuatro contragolpes, que acabaron por convertirse en acciones más o menos peligrosas del rival), pero sobre todo le falta confianza. Y ese es un plus muy necesario para el Málaga si quiere (queremos) aspirar a algo más que la permanencia. Cuanto antes sea decisivo Amrabat, mayor será el potencial. Los rivales sufren mucho más cuando él está en forma y puede dar un latigazo en cualquier momento, sin olvidar que sus compañeros están más liberados, incluido el medio centro que se descuelgue (Sergi Darder).
No tengo dudas de que Javi Gracia también asume el papel estelar de Amrabat en este equipo, pero al mismo tiempo sé que los cuatro malagueños lo tienen entusiasmado y que más de una vez los veremos juntos. El navarro lo analizará todo para el partido de mañana antes de introducir variantes. El problema también es que a mí me gusta más el 2 en la banda y los Samu parece que han vuelto a su mejor versión...
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