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Isco, en un entrenamiento reciente con la selección.
Isco llega en su mejor versión

Isco llega en su mejor versión

El malagueño, titular en el Madrid y en la selección, repite visita a La Rosaleda, donde ya fue ovacionado la pasada campaña

Juan Antonio Morgado

Sábado, 29 de noviembre 2014, 11:43

Isco llegará a La Rosaleda en el mejor momento de su carrera, por mucho que fuera el campo de Martiricos el que viera resurgir a este exquisito futbolista malagueño con jugadas y goles que se han quedado grabadas en la memoria colectiva de la afición blanquiazul. En el Málaga, el benalmadense figuró en el escaparate de la Liga de Campeones, y en el equipo blanco madura a marchas forzadas y es objeto de admiración por parte de los que no tuvieron la oportunidad de deleitarse con sus diabluras con la camiseta blanquiazul. Para redondear su eclosión definitiva, Isco ha vuelto a la selección en loor de multitud. No solo fue el mejor en los últimos partidos que disputó La Roja, el oficial contra Bielorrusia y el amistoso frente a Alemania, sino que jugó más minutos que ningún otro compañero en ambos duelos. El detalle habla a las claras del amplio futuro que le espera al malagueño en el equipo nacional.

Los entrenadores de los equipos que se enfrentan al Real Madrid suelen quebrarse la cabeza en la búsqueda de soluciones sobre cómo frenar al famoso tridente blanco, esos jugadores a los que también se denomina como la BBC, a saber, Bale, Benzema y Cristiano. Pero de un tiempo a esta parte los técnicos rivales del equipo merengue tienen un problema añadido en el estudio del adversario, y no es otro que Isco. El centrocampista de Benalmádena ha recogido el testigo de otros futbolistas malagueños que dejaron huella en el equipo blanco, como Juanito y Hierro, y vive sus mejores momentos en el conjunto del Santiago Bernabéu desde que fuera presentado a lo grande en el verano de 2013. Y eso a sus 22 años, por lo que tiene mucho tiempo y campañas por delante para alcanzar el carisma de los grandes futbolistas citados.

Fichado por Florentino Pérez como la perla del fútbol patrio tras madurar en tiempo récord en el Málaga, Isco deslumbró en sus primeros partidos con la camiseta blanca. Pero las dificultades que plantea mantener la titularidad en una plantilla como la del Madrid, plagada de estrellas, provocaron que el benalmadense perdiera esa condición, en su caso en favor de Di María, más dinámico quizás que él en la puesta en escena.

Selección

No ser titular en el Madrid propició que Del Bosque se olvidara de Isco para el Mundial. A la larga, quizás le haya beneficiado no haberse visto involucrado en el fracaso de La Roja en Brasil. Ahora, con el seleccionador inmerso casi en la definitiva revolución del combinado nacional (quedan algunas jubilaciones) tras la época gloriosa del Mundial y las dos Eurocopas, Isco está destinado a ser fijo en las alineaciones del preparador salmantino. Para certificar eso quedan casi cuatro meses, cuando La Roja recupere el tono competitivo allá por el mes de marzo. Por cierto, Del Bosque está en deuda con el malagueño: Isco redondeó un partido apoteósico en Huelva con la selección hasta el punto de poner en pie al público cuando fue sustituido por Morata. El malagueño dio un recital de fintas, pases, controles y cabriolas pocas veces visto en un partido de La Roja, pero al director técnico del equipo nacional no se le ocurrió otra cosa que criticar al benalmadense: «Isco se ha enredado en jugar muy fino». El seleccionador declaró al día siguiente que no suele señalar a sus jugadores, pero el daño estaba hecho: contra Alemania el malagueño no lució tanto, aunque estuvo entre los mejores y jugó el partido entero.

Mientras llegan nuevas citas con la selección, Isco vestirá de blanco y se hará la foto de los comienzos de partidos, porque se ha ganado un puesto en el Madrid con todas las de la ley. Los pocos detractores que tiene le achacaban falta de lucha, como si todos los jugadores tuvieran que ofrecer las mismas prestaciones. Pero también ha conseguido callar a sus críticos en este aspecto, porque Isco no solo es ahora de los que más kilómetros recorren en su equipo, sino de los que más balones roba. Así quedó de manifiesto en el encuentro contra el Eibar. Cuando parecía que Ancelotti apostaría por Khedira para reforzar el centro del campo en un terreno de juego complicado como el de Ipurua, el técnico italiano apostó por la creatividad de Isco. El malagueño no le falló y respondió de la mejor manera que podía hacerlo: recuperó nada menos que doce balones y contribuyó decisivamente a una nueva goleada de su equipo. Ahora defiende como el que más, con lo que ha cerrado el círculo de su excelso juego.

Isco volverá por segunda vez a La Rosaleda como rival del Málaga, en esta ocasión en un momento dulce de su corta carrera. La afición ya premió su malaguismo con una cerrada ovación. No hay nada que lleve a pensar que el sábado será diferente.

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