El Málaga, contra sí mismo

Salvo en el aprovechamiento de sus numerosas llegadas, el Málaga ha sido las dos últimas jornadas lo que busca la Real. Un equipo equilibrado, firme atrás, al que apenas le han rematado, con un centro del campo contundente y a la par eficaz, con dinamismo arriba, capaz de hacer daño por dentro y por fuera... En suma, un grupo que ilusiona y, sobre todo, con hambre, con mucha hambre. Y con un entrenador que se ha ganado el respaldo unánime del entorno. Por el contrario, el cuadro donostiarra está a la cuarta pregunta. Ni defiende, ni crea, ni destruye, ni está equilibrado, ni remata... Yhasta su técnico, Jagoba Arrasate, tiene pie y medio fuera.

Las convocatorias facilitadas ayer por los técnicos reflejan la situación de los equipos. Arrasate iba a contar con los mismos porque no tiene mucho más, pero en el último entrenamiento se cayó Xabi Prieto por una torcedura del tobillo izquierdo. Gracia, por tercera jornada consecutiva, no introdujo una sola variación entre los dieciocho citados, pero porque están a un nivel alto. De nuevo se quedarán en casa los descartes habituales (Casado, Pablo Pérez, Portillo y Rescaldani), el lateral Boka (perjudicado claramente por la polivalencia de Torres) y Luis Alberto, cuyo rendimiento fue a menos y se ha visto superado por varios compañeros.

Parece que el técnico navarro también va a repetir el once del pasado domingo ante el Rayo. Eso sí, como Gracia es un estudioso de los matices del adversario «el míster habrá visto trescientos mil partidos de la Real...», dijo el miércoles Sergi Darder, nunca se puede ser tajante en este sentido. La movilidad de Amrabat, Juanmi y los Samus puede provocar otro desaguisado en la cobertura de la Real, con excesiva tendencia a descomponerse. Pero por otro lado será crucial blindarse por dentro, porque el equipo donostiarra suele huir de las bandas para buscar superioridad en el juego interior, y también por alto. En realidad, el Málaga juega esta noche contra sí mismo.