Sergio Cortés
Miércoles, 17 de septiembre 2014, 23:46
A Javi Gracia no le ha hecho un favor el club. Ese bendito problema al que aluden, no sin cierta hipocresía, diferentes entrenadores cuando se topan con una plantilla excesivamente amplia se torna cada semana «una situación incómoda» para el entrenador del Málaga. «No es ... agradable», suele repetir. Trabajar con veintinueve jugadores (incluidos un tercer portero, Cousillas, y Chen, descartado por su condición de extracomunitario) se ha convertido en un suplicio para el cuerpo técnico encabezado por el navarro, especialmente cuando llega el día de la convocatoria. En un plantel casi al completo en la actualidad, la cuesta se hace cada vez más empinada para dos futbolistas en particular: Portillo y Pablo Pérez.
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Igual que el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, trató de zanjar el lunes el debate en torno a la portería del Madrid (es decir, en torno a la figura de Casillas), Gracia se mostró tajante el pasado viernes, en la víspera del duelo frente al Levante. Cuando se le volvió a preguntar por alguno de los descartados en la lista de elegidos, reiteró en buen tono que no va a dar explicaciones cada semana sobre la causa de los descartes y que, de producirse cierta persistencia en los periodistas, dará la convocatoria después de la comparecencia. «Al final hablamos más de los que no están que de los que pueden jugar», apuntó. Evidentemente, en el trasfondo se encuentra el hecho de que los nombres de Portillo y Pablo Pérez amenazan con salir muy a menudo a la palestra.
«Portillo es buen jugador, pero le toca arrancar y pelear», sentenció hace dos semanas el director deportivo, Mario Armando Husillos, en su videoconferencia desde Argentina. «Estamos contentos con todos. Cada uno tendrá sus minutos y lo que ahora mismo es blanco mañana puede ser negro», esgrimió entonces sobre la situación de Pablo Pérez. Sin embargo, la realidad es incuestionable y todos en el vestuario, incluidos los propios protagonistas, son conscientes de que ambos van a tenerlo muy difícil. Solo es necesario remitirse a las pruebas durante los dos últimos meses.
Portillo, que solo disfrutó de la titularidad en los primeros meses de la temporada de Champions con Manuel Pellegrini, fue una de las grandes decepciones la campaña anterior. En el club esperaban que en una plantilla más limitada, con la que tuvo que lidiar Bernd Schuster, asumiera más protagonismo y ofreciera cierto liderazgo. Conforme avanzaba la temporada se diluyó la confianza en él. Por eso, en mayo en La Rosaleda ya se veía con buenos ojos su salida. De hecho, basta comprobar qué posiciones se han reforzado de mitad de campo hacia arriba cara a esta campaña, precisamente las tres en las que el paleño podría actuar. Respecto a Pablo Pérez, el millón de euros desembolsado en diciembre al Newells Old Boys ya se ha dado como una inversión errónea por parte de los dirigentes. De momento el argentino no ha evidenciado progresión alguna desde que llegó al Málaga y demostró una excesiva lentitud para desenvolverse al ritmo con el que se juega en Europa.
Pretemporada
A la hora de la verdad las buenas palabras de Husillos y Gracia no tienen reflejo en las convocatorias. Porque si bien en el caso de Portillo se puede argumentar una cierta distracción a raíz su fallido traspaso al Elche una excusa de enorme calado porque el medio punta dio por cerrada su salida dos semanas antes del comienzo del campeonato, Pablo Pérez siempre ha estado a disposición del técnico navarro y ha participado en los amistosos de pretemporada. Incluso, en Australia firmó un gol frente al Adelaide.
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La conclusión es sencilla: a Portillo hasta lo ha superado Samu Castillejo, e igual le sucede a Pablo Pérez, por detrás también de Juanpi. La semana pasada el paleño y el argentino tenían un resquicio para colarse en la convocatoria. Los sancionados eran jugadores que actuaban en su zona, Sergi Darder y Duda, pero nadie apostaba por la presencia de ellos. Y así fue. El regreso de ambos reduce aún más el ínfimo porcentaje de que figuren en la expedición para Barcelona, si bien el rosarino tuvo que parar ayer debido a una tendinitis. Pero en condiciones normales Sergi Darder, Camacho y Recio están por delante de él, sin contar con Tissone (que sufrió un contratiempo muscular cuando apuraba los plazos para reaparecer) y con el estado de forma actual del sub-21 hispanovenezolano Juanpi.
El panorama para Portillo no es más halagüeño. Horta, Juanmi, Amrabat, Samu, Samu Castillejo, Luis Alberto, Duda... Demasiados competidores tanto por dentro como por fuera. El paleño debe arrancar, como dice Husillos, pero el problema es que se encuentra demasiado descolgado.
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