Welington y Antunes abandonan la terminal ayer. :: ÑITO SALAS

Una gira para enmarcar

El Málaga regresa de su último viaje cargado de moral, con los deberes hechos y tres triunfos brillantes

Antonio Góngora

Jueves, 7 de agosto 2014, 23:22

Las giras de pretemporada tienen mala prensa en los equipos. El cansancio, los viajes y los entrenamientos agotan a los jugadores en los momentos de preparación. Pero muchas veces se compasan todos estos aspectos negativos con la productividad que se consigue en el plano deportivo. Y este ha sido el caso del Málaga en el desplazamiento por Alemania y Suiza que concluyó ayer. El equipo blanquiazul regresó cargado de moral, con unas excelentes sensaciones y sin ningún lesionado (Camacho ya está bien).

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Salvo el sobresalto del miércoles con el cierre del traspaso de Jesús Gámez al Atlético, la gira malaguista ha sido tranquila y para enmarcar. Pese a los viajes y los escasos entrenamientos, el viaje ha sido más productivo de lo previsto. La clave de todo estuvo en el juego desarrollado por el equipo en los amistosos, pese a que solo se trate de partidos de preparación. La apuesta ofensiva y por el juego de toque del entrenador está siendo más profunda de lo que parecía, algo que ha sorprendido muy positivamente. Esta fórmula no la podrá aplicar el técnico en todos los casos en la Liga, pero sí queda claro que es el punto de partida de la idea que pretende transmitir a sus hombres.

Se ha podido observar por dónde pueden ir los tiros del once preferido por Javi Gracia para afrontar los primeros compromisos oficiales, aunque también hizo muchas mezclas para darle minutos a todos los jugadores y también leerles la posibilidad de que se reivindiquen. Un once aproximado puede ser el siguiente: Ochoa o Kameni; Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Boka o Antunes; Horta, Camacho, Sergi Darder, Luis Alberto; Duda y Santa Cruz. Pero ahí también puede haber cambios, porque ha tenido mucha participación Angeleri o Juanmi. Y habría que destacar especialmente la aportación de Juanpi y Samu Castillejo, los dos canteranos que viajaron a la última gira.

Es difícil destacar quién pudo ser el mejor jugador de la gira, ya que ninguno tuvo continuidad para completar dos partidos con muchos minutos. Pero se observó el desequilibrio que aportó Horta al comienzo (luego ya fue a menos), la constancia de Camacho o la progresión que se observa en Sergi Darder, que apunta muy alto. También destacaron arriba Juanmi, Rescaldani y el propio Santa Cruz. Igual que Luis Alberto. Aunque la mayor seguridad la aportó la defensa, con los centrales siempre al máximo nivel y los laterales más explosivos que nunca. Boka, por ejemplo, se muestra, además, siempre exquisito en trato del balón. Una gran incorporación.

Y el espectáculo estaba en la portería, ya que se incorporó para la gira el último fichaje, el mexicano Ochoa. Parecía que no iba a debutar por su escasa reparación tras el Mundial, pero sí lo hizo y como titular en el último encuentro, cantra Catar. Disputó más de una hora de partido y encajo un gol. Bien.

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Pero la maquinaria malaguista funcionó perfectamente en todos los casos, con todas las alineaciones, utilizando cualquier once. De ahí que la satisfacción sea mayor, ya que esto supone que el sistema de juego está calando en todos los jugadores y no solo en el grupo que se pueda considerar más próximo a la titularidad. La superioridad malaguista ante todos los rivales siempre fue en las dos partes, con los teóricos titulares, con los térmicos reservas o con una mezcla de los dos.

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