Schuster ya es pasado

El representante de la propiedad y los dos principales responsables del club (el director general, Vicente Casado, y el director deportivo, Mario Armando Husillos) optaron ayer por comunicarle a Schuster la decisión. Fue el propio técnico el que apremió a la cúpula de la entidad a no demorar la reunión entre las partes para decidir el futuro a corto plazo ante los numerosos comentarios y rumores de las dos últimas semanas. De este modo, se desvaneció que esa cita se produjera después del partido con el Levante. Al final se produjo el mismo día del acto programado en el que cinco jugadores con peso en el equipo hacían balance de la temporada, lo que lo relegó a un segundo plano. También en cierto modo el club evita que el encuentro de mañana pueda ser un plebiscito sobre el germano.

Él quería seguir

Schuster y los dirigentes (Casado y Husillos) se habían emplazado a verse en la recta final de la temporada. El Viernes de Dolores, el 11 de abril, este periódico anunciaba el deseo del entrenador alemán de continuar al frente del club y destacaba que su contrato incluía una cláusula por la que los cuatro años restantes de vinculación quedarían sin efecto de no acabar entre los diez primeros de la clasificación. Pero también se explicaba que, independientemente de que en fútbol los contratos suelen ser papel mojado, la continuidad iba a depender más de las sensaciones de ambas partes a la hora de hacer balance que de la posición final en la Liga. Así coincidieron posteriormente en señalarlo todos los implicados. Sin embargo, el argumento empleado ayer por el club ante el entrenador fue sencillo: no ha cumplido el objetivo fijado en el contrato (quedar entre los diez primeros).

El propio entrenador desveló la existencia de la cláusula diez días más tarde, al término del partido frente al Villarreal. Lo hizo con naturalidad porque ya era sobradamente conocida, incluso por sus jugadores. Nada que ver con aquel anuncio realizado por el club hace poco menos de un año, cuando cara al exterior se transmitió que Schuster había firmado un contrato por cinco temporadas. No fue más que un gesto cara a la galería, porque en aquellos momentos era imprescindible transmitir al mercado imagen de fortaleza y de proyecto sólido después de la anunciada marcha de Manuel Pellegrini y de los jugadores mejor pagados del plantel.

Distanciamiento

No es un secreto que en las últimas semanas el distanciamiento entre los dirigentes y el entrenador era más que evidente, sobre todo después de las declaraciones de este en vísperas del encuentro en casa contra el Villarreal. A partir de ahí las opciones de Schuster comenzaron a reducirse. La semana pasada el técnico ya hizo un intento para saber cuál iba a ser su futuro y, al no encontrar una respuesta contundente en sentido positivo por parte de los dirigentes, tuvo la sensación de que no contaban con él. De hecho, según ha podido confirmar este periódico, era más que conocido en el vestuario porque el propio Schuster así se lo hizo llegar a los pesos pesados.

Oficialmente Schuster continuará como entrenador blanquiazul hasta que expire su contrato por un año, el 30 de junio. Solo al día siguiente el club emitiría el comunicado oficial a menos que con anterioridad se acuerden los términos del finiquito o que los asesores jurídicos del técnico accedan a que se haga pública la no continuidad del técnico. En cualquier caso, pese a que el alemán estará mañana en el banquillo y también el lunes en el amistoso contra El Palo, Schuster ya es pasado en el Málaga. El club se da ahora una semana de plazo para elegir a su sustituto, pero habrá que ver si puede anunciarlo oficialmente.