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Un mensaje en Twitter (cómo no) del entonces presidente desató la euforia entre los asiduos a la red social. Abdullah Al-Thani deslizaba la llegada de un 'fichaje bomba', feliz porque los dirigentes del club le habían contentado con un refuerzo de campanillas para saciar ... su afán por contar con una estrella mediática. Y, en menor medida, para tratar de recuperar el apoyo de unos aficionados desencantados por las circunstancias que rodearon al descenso. N'Diaye, centrocampista del Villarreal, se había puesto a tiro y el director deportivo, José Luis Pérez Caminero, supo que era el nombre para salvaguardar su puesto. Casi tres años después el senegalés se ha revelado como un pesado lastre que aún maniata la economía del Málaga.
Como adelantó SUR el pasado 26 de abril en su web (SUR.es), el administrador judicial del club, José María Muñoz, ha solicitado a la jueza María de los Ángeles Ruiz gestionar una línea de crédito de 8,6 millones para cubrir posibles imprevistos hasta final de año. En el escrito presentado por el economista y abogado se insiste en que el Málaga cuenta con ingresos para asegurar la viabilidad hasta diciembre, pero al mismo tiempo se explica que no están garantizados, motivo de la petición de un segundo préstamo (ya solicitó otro de cinco millones, a través de LaLiga, que deberá ser cancelado en cinco años). Independientemente de la devolución por parte de los Al-Thani de los cuantiosos adelantos que recibieron del propio club, dos son las partidas principales que hacen temer por la falta de liquidez los últimos meses de este 2021. Uno es el capítulo de venta de abonos y entradas, condicionado por la evolución de la pandemia, y el otro, el pago del Villarreal de cuatro millones por la compra de Ontiveros, aunque este depende de la situación de N'Diaye.
A la postre el fichaje de N'Diaye ha venido a ser como aquellos otros que, por su desembolso y por los emolumentos de los futbolistas, desembocaron en la desaparición del Club Deportivo Málaga hace casi tres décadas. En 2018 el Málaga Club de Fútbol optó por jugárselo todo a una carta para volver a Primera y gastó de una tacada (cuando podía hacerlo en dos partes) la cantidad que le correspondía como compensación por el descenso. Sin duda, la operación más costosa fue la llegada del senegalés y por eso se optó por presentarlo en el Museo Carmen Thyssen y por pasearlo por la engalanada calle Larios horas antes del comienzo de la Feria.
Cuentan que cuando su fichaje se cerró, Caminero le espetó al entrenador, Juan Ramón Muñiz, si N'Diaye podía marcar la diferencia y ser decisivo en Segunda. La respuesta del asturiano fue tajante: «Será un jugador importante, pero la diferencia la marca un delantero que nos dé 20 goles». Detrás de esa pregunta del entonces director deportivo se escondía otra realidad: el Málaga había pactado con el Villarreal contar con el futbolista dos temporadas, y no una, como se anunció y, sobre todo, como se le trasladó a LaLiga. Por cierto, el elegido como 'nueve' fue el argentino Blanco (mañana rival en el Oviedo), que demostró que entre otras virtudes no estaba su regularidad como goleador. En el Málaga marcó seis goles en las primeras 11 once jornadas, pero después hubo que esperar una vuelta completa para que viera puerta de nuevo. Ahora, en el cuadro del Carlos Tartiere, lleva cinco tantos y ha logrado sólo uno en los últimos 20 encuentros disputados.
Dada la elevada ficha de N'Diaye, era prioritario ascender porque de lo contrario el sueldo era a todas luces inasumible. Como así sucedió. El senegalés, que le había costado al Villarreal ocho millones y era petición expresa de Marcelino (luego destituido, todavía en la pretemporada), percibía 1,5 millones netos. El Málaga se hizo cargo de casi la mitad de esa cifra y en caso de ascenso debía pagar los emolumentos al completo y devolver al cuadro castellonense lo que este había abonado el primer año. Y sin olvidar además que el club tenía una cláusula de compra obligatoria en junio de 2020 por seis millones.
Si el rendimiento de N'Diaye no fue convincente (sólo brilló en el tramo inicial) y además Caminero cometió un imperdonable error de cálculo (el centrocampista no pudo participar en los 'play-off' al estar ya concentrado para el Mundial), en el aspecto económico aquel 'fichaje bomba' estuvo a punto de costar la desaparición del Málaga y todavía tiene en vilo al club. Tras el fallido intento de ascenso, el club se encontró con la grave papeleta de que su situación económica era sumamente delicada y de que además era inviable mantener al senegalés. Por no hablar del enfado en LaLiga al conocer la realidad de la situación contractual del futbolista, hasta el punto de que inició una investigación.
Como se recordará, aquel verano de 2019 fue demasiado largo y al final el equipo pudo competir de milagro en Segunda. Para ello, tuvo que renunciar a la inscripción de sus dos fichajes, Okazaki y José Rodríguez, y aun así superó con creces el límite salarial, origen de la multa por parte de LaLiga que ha obligado esta temporada a contar con sólo 18 inscritos y además, en la mayoría de los casos, en torno al sueldo mínimo fijado para la categoría. Días antes del 'lunes negro' que sonrojó al malaguismo al menos se pudo respirar en las oficinas de La Rosaleda. La advertencia era muy clara desde la patronal: era obligado desprenderse de N'Diaye para evitar un nuevo 'caso Reus'. Por suerte, el centrocampista recaló en un equipo (el Al Shabab de Arabia Saudí) que se hizo cargo de la opción de compra obligatoria que debía pagar el Málaga al Villarreal por seis millones y liberó el disparatado sueldo por parte de la entidad de Martiricos.
Casi dos años después, Ndiaye se mantiene como un pesado lastre para la economía del Málaga. El club traspasó a Ontiveros al Villarreal, pero este supeditó el desembolso de las cantidades a que el Al Shabab también cumpliera con sus obligaciones por hacerse con el senegalés (eran dos operaciones vinculadas directamente, extremo que se negó en La Rosaleda). Pero, mientras el conjunto saudí no haga frente a esos pagos al castellonense, este a su vez no lo hará con los cuatro millones al Málaga por Ontiveros (incluso uno de los plazos ya está vencido). De ahí la petición del administrador de ese préstamo de 8,6 millones debido a que determinados ingresos (casi la mitad de esa cifra, con N'Diaye como pieza clave) no están garantizados. Al menos, el Villarreal ha denunciado al conjunto árabe ante la FIFA, lo que ofrece cierta seguridad. Pero el 'fichaje bomba' de Al-Thani y Caminero aún trae de cabeza al Málaga...
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