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El entrenador del Málaga se ha sincerado al máximo a las puertas de cumplir su primer mes al frente del equipo. Natxo González es consciente de que su incorporación no ha supuesto, en principio, un revulsivo para el equipo que le permita sumar más puntos, pero insiste en que está realizando un trabajo más en profundidad y que dará sus frutos en breve. «Llega un entrenador y los siguientes partidos se ganan, y luego se vuelve a caer. Es una opción. Otros llegan y el efecto se prolonga hasta el final. Eso es una bomba. Y hay otros que llegan y no hay efecto inmediato, pero quizás estén creando algo más sólido a corto plazo. Me hubiera gustado tener ese efecto, pero estoy convencidísimo de que estamos creando algo sólido para este futuro inmediato. Vamos a ver, el tiempo lo dirá», explica el técnico en la comparecencia previa al encuentro de este lunes en La Rosaleda, contra el Cartagena a partir de las 21.00 horas.
Analiza las circunstancias en las que se hizo cargo del equipo y el tiempo que tenía para recuperar las buenas sensaciones, pues insiste en que sus planes serían otros en el caso que el final del campeonato estuviera más cerca. «En eso creo y en eso estamos, aunque me habría gustado empezar mejor. Luego hay que pensar también en el tiempo que queda. Si hubiera llegado a falta de doce jornadas no hubiera hecho lo mismo. Entiendo que se generen dudas, que el entrenador nuevo no tiene efecto positivo, pero igual estamos creando algo sólido para esas diez o doce jornadas finales», vuelve a insistir el entrenador.
Todavía recuerda la dolorosa derrota de la semana anterior contra el 'Sanse' y explica cómo se dio el encuentro y las razones por las que entiende que, pese a la derrota, se hicieron muchas cosas bien. «Está muy claro. ¿Por qué dimos el paso adelante tras el 2-0? Porque ya teníamos todo perdido. Eso no es así. ¿Por qué en el primer tiempo no ocurrió esto? La Real B, a nivel físico, es el mejor y nos creó una ocasión en el primer tiempo. ¿Por qué no nos atrevimos desde el comienzo? Hicimos muchas cosas bien en el segundo tiempo, con tres o cuatro ocasiones. Eso hay que conseguirlo desde el minuto 1 y no esperar a que haya que remontar. Las oportunidades las tenemos que provocar, no podemos esperar a que nos lleguen. Hay que intentar hacer ocho ocasiones, cuatro en cada tiempo», afirma González.
Sobre la parcela psicológica, el técnico tiene muy claro que es fundamental para que mejore el rendimiento, pues permite a los futbolistas actuar con soltura y criterio. «La cabeza es lo más importante, si no funciona, olvídate de lo demás. Intentamos que nos afecte lo mínimo. El problema es cuando el corazón se impone sobre la cabeza. Tiene que prevalecer la cabeza para que haya una buena toma de decisiones., Hay que estar centrados en el juego y no en lo de alrededor para que las decisiones sean correctas», analiza. De hecho, asegura que se ha trabajado en este campo de la siguiente forma: «Reforzando mucho lo que estamos haciendo bien, porque hay cosas que estamos haciendo bien; no somos tan malos como pueda parecer. Cada día buscamos tareas de contenidos para que esa toma de decisión sea la correcta. ¿Qué puedo recriminarles cuando en la competición lo das todo? Internamente tenemos que hacer el análisis y reforzar cosas que estamos haciendo bien».
La disputa del partido el lunes está permitiendo al preparador vitoriano ahondar algo más en los entrenamientos para trasladar sus ideas a los futbolistas. «La semana ha ido muy bien. Ha sido larga y nos ha permitido también consolidar algunas situaciones nuevas. Para mí, de maravilla para poder trabajar», subraya, a la vez que tiene claro que los compromisos son cruciales, del primero al último: «Siempre considero que todos los partidos son finales, todos hay que competirlos como finales, como si no hubiera un mañana. Siempre hay que rendir al máximo nivel, independientemente de las circunstancias».
También se refiere el entrenador a un asunto clave: la afición. La disputa del encuentro en La Rosaleda permitirá al Málaga disfrutar del calor de su público, aunque la colaboración deberá ser mutua para que los resultados puedan ser positivos. «La gente va a venir a ayudar al equipo inicialmente, pero a partir de ahí nosotros tenemos que alimentarla para que nos sigan apoyando. De lo contrario llegará una mayor crítica. Necesitamos a la afición y seguro que va a ayudarnos, pero insisto en que nosotros tenemos que alimentarla. A partir de ahí depende de nosotros», comenta.
Considera que todos los jugadores tiene margen de mejora, sin entrar en valorar si algunos de ellos hayan podido bajar su rendimiento, y elogió al Cartagena. «Enganchó una serie de resultados positivos, y ahora negativos... Es la categoría. El que es más regular está arriba y menos regular, abajo. Es una realidad que pasa por muchos equipos. Es un rival potente, con jugadores de gran nivel de la categoría. Tiene talento, velocidad y experiencia. Va a pelear entre los mejores, sin duda alguna», describe, mientras que se vuelca en sus comentarios sobre el veterano y eficaz Rubén Castro: «Creo que es el mejor delantero de la categoría a nivel táctico, con mucha diferencia. Cómo se mueve, eso sólo lo tiene él en la categoría. No lo vamos a descubrir ahora. Quizás por eso, por cómo entiende el juego y cómo están conectando con él el resto de los compañeros».
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