Natxo González rompe al fin el maleficio y logra su primer triunfo al frente del Málaga

La trayectoria del cuadro malagueño estaba siendo complicada tanto por los resultados, en plena racha negativa, como por la imagen que ofrecía el equipo un partido tras otro (en una dinámica peligrosa). Pero con la llegada del nuevo técnico tampoco se arregló nada y el primer triunfo del equipo con el nuevo entrenador al frente se estaba resistiendo. Ante el Cartagena se vieron algunos detalles de recuperación, mientras que no fue hasta este choque contra el Amorebieta cuando apareció la victoria, la segunda a domicilio de toda la temporada. De esta forma, el técnico vasco tuvo que esperar hasta su sexto partido al frente del banquillo para sumar los tres puntos en juego.

Y lo hizo con mucha angustia en la fase final del partido y también antes del mismo, pues el Málaga afrontó el encuentro sin ningún medio centro de contención tras la sanción a Escassi por acumulación de amonestaciones, lo que suponía un gran contratiempo. Entre las múltiples fórmulas, Natxo al final apostó por un cambio de sistema, colocando a tres centrales (se incorporó Juande) y dejando a dos 'carrileros', con Jozabed y Febas por delante. Y la fórmula elegida, al margen de su funcionamiento, sirvió para que llegara ese primer triunfo de la 'era Natxo González', algo vital para un equipo que estaba en caída libre.

Los meses anteriores de competición fueron nefastos para el cuadro de Martiricos. En los once partidos de competición liguera disputados entre diciembre, enero y febrero sumó sólo siete puntos, lo que le hizo relegarse de una forma progresiva en clasificación hasta quedarse el quinto por la cola, justo por encima de los cuatro que se encuentran en la zona de descenso. En ese largo periodo consiguió dos triunfos y tres empates, mientras que sufrió nada menos que seis derrotas. En diciembre, además, ganó un partido de la Copa y cayó en otro, el que supuso su eliminación en Majadahonda,