

Secciones
Servicios
Destacamos
«Vamos creciendo, vamos a lo que queremos», subrayó Natxo González el lunes, tras el partido frente al Cartagena. Aparentemente, un mensaje nada nuevo del ... técnico vitoriano, que todavía no conoce la victoria tras cinco partidos al frente del Málaga. Sin embargo, al contrario que en semanas anteriores, en su análisis del encuentro sí dejó entrever cierta autocrítica. Pidió «tener más el balón», reclamó «más personalidad» y, sobre todo, hizo hincapié en la necesidad de tener más continuidad. «Dentro de un partido hay muchas fases...», recalcó.
Ahora bien, ese «vamos creciendo» expuesto por Natxo González obedeció a una mejoría en algunos aspectos del juego en los que ha incidido desde su llegada y que trató de inculcar aún más durante la semana pasada, cuando dispuso de más margen en los entrenamientos y, por lo tanto, para transmitir mensajes a sus pupilos. El 'periodo de pruebas' a los futbolistas ya ha pasado –esas oportunidades que pretendía dar a todos para ver el nivel de competitividad de cada uno– y tocaba dar un paso al frente contra un rival que iba a exigir en defensa y que suple sus carencias atrás con una pareja de centrocampistas de mucho trabajo sin balón (habitualmente Bodiger y Tejera, aunque en La Rosaleda este perdió su plaza en beneficio de Cristóforo).
De todas las facetas en las que el técnico blanquiazul sí observó mejoría, la más llamativa guardó relación con la llegada al área contraria. Probablemente el entrenador del Cartagena, Luis Carrión, esperaba a Febas más cerca de Escassi o, si acaso, a Febas y Jozabed un paso por delante del malagueño en un 4-1-4-1. Por el contrario, Natxo González varió el guion y situó a Jozabed como '8' junto al paleño para dar más libertad a Febas. Y si por algo ha brillado siempre este último, ha sido más por su capacidad para moverse entre líneas que para organizar en el círculo central. De este modo, al estar escalonados, Jozabed y Febas facilitaban más líneas de pase. Otra cuestión es que, como comentó el vitoriano, el Málaga se relacionara más con la pelota y en cambio él echara de menos más posesión.
El Málaga mejoró en circulación, y no tanto en posesión en campo contrario. Y fruto de esa progresión en el juego combinativo –alimentada, todo hay que decirlo, por cierta fragilidad del Cartagena en la contención por las características de sus tres medios punta (Álex Gallar, De Blasis y Dauda)– se apreció al fin una de las virtudes por las que brilló aquel Zaragoza de Natxo González que llegó a soñar con el ascenso via 'play-off': las llegadas desde la segunda línea.
Tras el partido, Natxo González se lamentó, cómo no, de ese gol de Okazaki que supuso el enésimo varapalo y que calificó de «cruel» por la manera en que llegó, «de media chilena». Pero conviene no dejar en el tintero la queja por la incapacidad de sus jugadores para sentenciar el partido durante el primer cuarto de hora de la segunda parte, cuando se le vio al equipo más suelto de lo habitual. Calificó de «espectacular» ese arranque tras el paso por los vestuarios y no pudo disimular su frustración. «Fue una pena no tener más diferencia en el marcador», apuntó, en clara alusión a las oportunidades desperdiciadas por Jairo, Jozabed y Febas en tiros relativamente cómodos (en particular, el último de ellos, a centro de Víctor Gómez).
Es en esa faceta, las llegadas desde la segunda línea, en la que insiste una y otra vez Natxo González. Primero, porque considera que en la plantilla figuran varios futbolistas capacitados para hacer más goles desde la frontal, y segundo, porque sólo así se pueden suplir las carencias en la posición de delantero centro a la espera de que Sekou o Chavarría puedan aportar de verdad en las ocho o diez últimas jornadas de Liga. Claro que para fabricar ese tipo de jugadas se requieren transiciones rápidas («importantes», como él pide) y ahí se exige más ambición por parte de los extremos. Es lo que pretende de los Jairo, Vadillo, Paulino, Antoñín, Hicham...
Por último, y no menos importante, el Málaga afrontó un exigente examen en el capítulo defensivo. Tenía enfrente a un cuarteto que brilla por su capacidad para generar ocasiones (también para finalizarlas). Víctor Gómez expuso menos que de costumbre y a la postre el Cartagena tuvo pocas opciones de remate. De hecho, Dani Barrio apenas hubo de intervenir. Esa es la línea que pretende el técnico vitoriano para avanzar en el futuro, aunque a la postre quedara el mal sabor de boca de que en el único remate entre los palos Okazaki impidiera la victoria a 40 segundos del final en un saque de banda regalado por Ramón y posteriormente muy mal defendido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.