Muñiz se dirige a sus jugadores en una sesión de entrenamiento. Ñito Salas

Muñiz: «En el equipo hay compromiso y hambre para lograr los objetivos»

El técnico malaguista desconfía de la mala racha del Oviedo e insiste en la igualdad de los partidos en Segunda:«Hay que saber sufrir»

Enrique Miranda

Málaga

Viernes, 21 de diciembre 2018, 00:52

Le importa poco a Muñiz que entre el Málaga (3º) y el Oviedo (12º) haya nueve puestos de distancia en la clasificación de Segunda. También que el conjunto asturiano llega a esta jornada tras dos derrotas consecutivas, con las aguas revueltas y su entrenador cuestionado. ... Al técnico malaguista no le interesa nada que no sea su propio equipo, que viaja hoy a Oviedo para jugar mañana en el Carlos Tartiere (16.00 horas). Será el último partido del año y el Málaga quiere irse al parón con buenas sensaciones y afianzado en la parte alta de la tabla.

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Por eso Muñiz no quiere ni relajación ni confianzas:«El partido será como todos, complicado, igualado. El Oviedo es un buen equipo, tiene buenos jugadores, no está haciendo malos encuentros pese a que ha perdido dos partidos seguidos», decía ayer el técnico. «Son tres puntos importantes en juego y hay que intentar lograrlo, respetando siempre al rival que tenemos enfrente».

Para el asturiano, el Málaga tendrá que hacer su mejor juego para ganar en Oviedo, «poner un ritmo de juego alto, centrarnos en nosotros y hacer bien nuestro trabajo». Sobre la delicada situación del entrenador del Oviedo, Anquela, Muñiz comentó que son cuestiones que forman parte de la profesión: «Las temporadas son muy largas, igualadas, esto puede cambiar muy rápido. Hay que pensar sólo en el presente».

El técnico malaguista insiste en la gran igualdad que hay en Segunda y en que es normal que se llegue a finales de partido ajustados: «Cuando sufres al final de los partidos significa que vas ganando. Esos minutos hay que trabajarlos con seguridad y serenidad en lo que estás haciendo. Hay mucha igualdad en la categoría y siempre hay un equipo que va a la desesperada en los últimos minutos;hay que saber sufrir». Muñiz no cree que a su equipo le falte serenidad para cerrar los partidos: «El equipo que pierde va a por todas, va a meterse en el campo contrario con ocho tíos en tu área. Son situaciones del juego que se dan más en Segunda que en Primera por la igualdad que hay», destacó. «Estoy contento porque veo buena predisposición, el equipo trabaja, compite, va a estar metido en todos los encuentros y a partir de ahí son detalles. Hay que estar siempre trabajando para que el detalle esté más cerca de tu equipo. Hay que tener la paciencia necesaria», dijo.

Anquela: «Viene un señor equipo»

El entrenador del Real Oviedo, Juan Antonio Anquela, está en el ojo del huracán y de lo que ocurra mañana ante el Málaga dependerá en gran parte su futuro. «Viene un señor equipo, es un partido importante el del Málaga», pero puntualizó que no por su futuro, pese a estar cuestionado por la mala marcha del equipo. A mí me preocupa que el Oviedo gane, mi futuro es igual. No he dejado de trabajar por este equipo ni voy a dejar de hacerlo. Los únicos peros son no ganar, pero este equipo no da sensación de estar muerto jamás», analizó el jiennense. El entrenador defendió el trabajo de los suyos, y contextualizó el momento de su equipo recordando que no cuenta con jugadores que serían titulares en cualquier equipo como Berjón, Forlín o Joselu.

Aunque aún no recupera el Málaga a ninguno de los lesionados, el preparador está satisfecho porque evolucionan con normalidad y este parón navideño les vendrá bien para acelerar su vuelta. «Estar lesionado es duro, pero yo los veo ilusionados, con ganas. Hay un gran compromiso en el vestuario, hay ganas, hambre e ilusión por conseguir los objetivos, estamos preparados». A falta de la lista de convocados, que se conocerá hoy, Muñiz no dio pistas sobre el posible sustituto del sancionado N'Diaye: «Lacen tiene las mismas opciones que Boulahroud, trabajan a buen ritmo en los entrenamientos, los dos están preparados para participar al máximo nivel».

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Tranquilo con el mercado

El técnico malaguista fue cuestionado por el mercado de fichajes de invierno y la posibilidad de que lleguen refuerzos al club de Martiricos. Muñiz fue claro: «No se necesitan. Hay una buena base de jugadores, buena competencia, yo como entrenador afronto este mercado de fichajes con mucha tranquilidad, no tengo esa desesperación. El equipo trabaja, compite, y si viene alguien, que sea porque va a ayudar a todos los demás para cumplir los objetivos». Tampoco le quita el sueño el interés que ha despertado Harper en equipos de Primera, como el Getafe. «No me preocupa porque tiene contrato con nosotros. Al final es un halago, cuando un equipo de Primera quiere a tu delantero significa que está haciendo una buena campaña. Ojalá quieran a todo el mundo, significará que el equipo está bien y que destacan». Sobre el interés del club malagueño en el ucraniano Seleznyov, jugador al que conoce de su etapa en el Dnipro, el técnico prefirió no hacer valoraciones: «Ni me voy a meter en eso ni me corresponde».

Vuelta a Oviedo, 'territorio hostil' y en el campo en el que le partieron el pómulo

S. C.

Juan Ramón Muñiz es gijonés y siempre ha ejercido como tal, aunque también cuenta con amigos en Oviedo. Obviamente, el regreso del asturiano a su tierra es muy grato cuando el partido se disputa en El Molinón y no tan agradable cuando el escenario es el Carlos Tartiere. Por eso se puede afirmar que mañana el técnico malaguista ('Muño', como lo conocen los sportinguistas)visitará 'territorio hostil'.

A Muñiz le tocó visitar recientemente el nuevo Tartiere, el recinto remozado y reinaugurado en septiembre del año 2000, primero como entrenador del Alcorcón y luego del Levante. Con el paso de los años ya se han mitigado los pitos y las palabras poco agradables en el recinto oviedista. Desde luego, muy poco que ver con aquella etapa como futbolista, con el Sporting o con los equipos por los que pasó posteriormente.

En cualquier caso, la peor experiencia de Muñiz en el Carlos Tartiere se produjo a finales de marzo de 1997. Jugó allí como futbolista del Rayo Vallecano y aquel encuentro supuso una estocada al proyecto con Juanma Lillo como entrenador oviedista, porque el equipo franjirrojo se impuso por 0-2 con goles de Ezequiel Castillo y Guilherme.

Aquel partido es muy recordado en la historia de la Liga porque Abel Xavier lesionó a dos futbolistas del Rayo en la primera parte en sendas disputas de cabeza. Primero, en el minuto 26, cayó el delantero Klimowicz, que tuvo que ser sustituido por Radchenko. Ysólo diez más tarde le tocó el turno a Muñiz. La acción poco deportiva del defensa portugués fue de las que no se olvidan y provocó que al hoy entrenador malaguista le partiera el pómulo izquierdo por dos partes, por arriba y por abajo. Después tuvo que hacer el 'paseíllo' entre los gritos de los seguidores locales. Como anécdota cabe recordar que aquel día el zaguero local no vio la amarilla por parte del árbitro, Iturralde González.

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