Munir, héroe en un descuento loco

Casi todo sucedió en un periodo añadido loco, en el que se dieron hasta tres excelentes ocasiones de gol y hubo más emoción e interés que en los noventa minutos previos. Son los paradojas del fútbol. Sin haber intervenido en todo el partido de una forma apurada, Munir hizo dos paradas providenciales después que pudieron dar el triunfo a un Sporting hasta entonces inoperante y sin vocación ofensiva alguna.

Hasta los minutos de infarto, la mejor oportunidad malaguista estuvo en un remate de Adrián al larguero en el minuto 74, después de un primer tiempo en el que las opciones brillaron por su ausencia: a lo sumo, un remate manso de Sadiku y un centro con peligro de Lorenzo que no conectó Adrián. El Málaga había ganado a los puntos con claridad fue el único que lo intentó con más o menos tino, pero de nuevo volvió a faltar el gol.

Lo que es evidente es que cuando más cerca estuvo fue en el periodo añadido: un cabezazo de Carmona lo salvó por bajo metiendo el guante un Munir salvador, pero a la jugada siguiente el Málaga tuvo una doble increíble. Primero, en un remate a placer de Sadiku muy cerca de la portería que salió repelido, y después en el recurso de Keidi, que apuntó muy desviado al recoger el rechace desde fuera del área.

Parecía que no había tiempo para más, pero lo hubo: otro intento de Carmona, que se envenenó al ser desviado por la zaga, y que increíblemente desvió Munir rectificando sobre la marcha. Se rozaba el minuto tercero de prolongación anunciado, pero se llegó a sacar otro córner de ataque local, defendido por diez del Sporting (con Molinero fuera, lesionado) y sin que cuajara en ocasión ras varios rechaces en el área.