La Rosaleda, aspirante otra vez a sede de un Mundial, en una imagen de ayer. SALVADOR SALAS

La Rosaleda, bien posicionada como candidata a sede del Mundial a expensas de ampliar el aforo

El estadio malagueño deberá acometer una importante reforma para disponer de más de 40.000 asientos para aspirar a este gran evento de 2030

Miércoles, 9 de febrero 2022, 00:41

Málaga vuelve a estar en el aire ante la posibilidad de participar en un evento de máximo nivel. España y Portugal (la conocida como candidatura Ibérica) han dado un paso más en un proyecto conjunto para organizar el Mundial de fútbol 2030, quedándose esta misma ... semana como la única representante de Europa. Y La Rosaleda entra también en juego. Según ha podido saber este periódico, el campo de Martiricos está bien posicionado para convertirse en una de las sedes de este gran acontecimiento internacional, como ocurriera en 1982, pero deberá cumplir, al menos, una condición inexcusable, disponer de un aforo muy superior al actual: por encima de 40.000 personas. Esta cifra será la exigencia mínima de plazas para espectadores, lo que supone que tendrá que contar con más asientos para acomodar a medios de comunicación y el resto de personal imprescindible en este tipo de encuentros.

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Parece claro que el estadio deberá acometer una reforma importante o directamente construir un campo nuevo en el mismo emplazamiento o en otro lugar, si bien la tendencia actual se centra en mejorar las viejas instalaciones para mantenerlas lo más cerca posible del centro de las ciudades (los casos del Bernabéu o el Camp Nou son los más claros). Las tres instituciones propietarias del estadio de Martiricos, afirman las mismas fuentes, han hablado ya de la posibilidad de ampliar el estadio, si bien aún no se ha planificado ningún tipo de iniciativa encaminada a consensuar una estrategia que pudiera derivar, en su caso, en la puesta en marcha en el futuro de unas obras de esta magnitud.

La candidatura Ibérica no tiene todavía concretadas las sedes, mientras que sus rivales tampoco están aún definidos, si bien se está perfilando una en Sudamédica y otra en Marruecos. En cualquier caso, la FIFA decidirá quién es el elegido en dos años, lo que obligará a las instituciones a posicionarse muy pronto para saber, en el caso de Málaga, si será posible que opte a una de las sedes españolas de la competición futbolística más importante del planeta, lo que supondrá un debate previo y una importante inversión económica a continuación. Esta actuación, de todas formas, es perfectamente posible y asumible para la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la capital.

Hay tres estadios en Sevilla que cumplen con los requisitos de aforo para convertirse en candidatos, mientras que Málaga, siendo la sexta ciudad española más poblada, continúa sin disponer de una instalación futbolística adecuada para estos acontecimientos internacionales, igual que el resto de las provincias andaluzas, que se quedan todavía más lejos. Las apuestas como sedes de la comunidad serán la sevillana y la malagueña, aunque expensas de que esta última pueda cumplir con las condiciones básicas de aforo (por encima de los 40.000 asientos), entre otras exigencias.

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Zona deportiva y de servicios

Teniendo en cuenta que la apuesta, en su caso, sería por mantener La Rosaleda en su actual ubicación, el plan institucional podría ser mucho más ambicioso que una remodelación del estadio. El objetivo podría centrarse en una revitalización de la zona teniendo como atractivo central el propio estadio. Deberá abrirse, de esta manera, un periodo de reflexión para decidir cómo debería quedar este enclave, incluyendo más terreno que el propio del campo y el Anexo. Esta parte de Martiricos podría contar con nuevos servicios generales, deportivos y para las familias. El nuevo proyecto podría de esta manera, además, generar a largo plazo tanto como costará, lo que haría rentable la inversión pública (no siempre es necesario). Ese sería, sin duda, el punto de partida para que los altos gastos no sean lesivos para las instituciones.

Parece claro que se pondrá en marcha, al menos, un plan de análisis por parte de las tres administraciones para decidir qué hacer, cómo desarrollar el proyecto. Comienza la cuenta atrás, pues cualquier iniciativa deberá activarse lo antes posible, con el objetivo de que Málaga no se quede fuera de los candidatos a albergar una sede en el caso de que finalmente sea elegida la propuesta Ibérica para el Mundial 2030, dentro de poco más de ocho años (en dos se conocerá el nombre de la elegida). El posicionamiento de La Rosaleda es bueno, según ha sabido este periódico, pero siempre que se proceda a la ampliación del aforo por encima de los mínimos mencionados.

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La reconstrucción del actual campo comenzó en 2000 y el coste final ascendió a 36 millones

El actual estadio de La Rosaleda comenzó a reconstruirse en 2000, aunque las obras se alargaron hasta 2006, fecha en la que quedó levantada e inaugurada la grada de Tribuna. Fue una obra muy especial y con la máxima austeridad (ni siquiera se hizo de entrada la impermeabilización de la instalación), con un coste total de 36 millones que asumieron las tres instituciones propietarias (Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de la capital). Esta cifra, en cualquier caso, queda lejos de lo que actualmente se invierte en un estadio de primer nivel y con más de 40.000 espectadores, que es la exigencia para albergar partidos de un Mundial.

El aforo actual del campo asciende a 30.044 asientos. El estadio se ha llenado en numerosas ocasiones, fundamentalmente en Primera. En cuanto al número de abonados, sólo en una ocasión fue necesario limitar esta venta, con lista de espera incluida, coincidiendo con la disputa de la Champions.

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