Los minutos finales aún favorecen al Málaga

En el primer encuentro de Liga, cuando vencía 1-2 en A Malata ante el Ferrol, encajó el gol de la igualada en el minuto 82. Ya en casa, tuvo la oportunidad de hacerse con los tres puntos frente al Oviedo, pero Antoñito falló el penalti que habría deshecho el 0-0. Frente al Levante, recibió el 3-2 en el 81, por lo que perdió un punto. En La Rosaleda ante el Almería concedió el 1-1 en el último minuto, cuando acariciaba la victoria, y recibió el mazazo en el descuento frente al Mirandés, perdiendo así el punto que poseía hasta ese momento.

No obstante, el Málaga demuestra un brillante carácter competitivo en los últimos minutos. Con dos victorias y tres empates, ha conseguido nueve vitales puntos en el tramo final de los partidos. Logró el triunfo frente al Albacete con un penalti convertido por Antoñito en el 94; Nelson anotó también en el descuento en Granada para empatar (aunque cometió un penalti minutos después, que detuvo Alfonso Herrero); Castel hizo el 2-2 frente al Cádiz en el minuto 82; Dioni anotó un doblete (el primero en el 86 y el segundo en el 94) para dar la victoria (1-3) en Gijón y el joven Chupete entró en el minuto 83 para anotar el crucial gol del empate cuatro minutos después de ingresar en el campo.

El no perderle la cara a los partidos y mantener la tensión competitiva hasta el final se ha convertido en una seña de identidad del cuadro malaguista, un rasgo que resulta vital en una categoría tan igualada.

Se suele decir del fútbol que lo que "a veces te da, otras veces te lo quita", ya que si bien el fútbol no es un deporte justo, sí imparte justicia. Sin embargo, gracias a su capacidad de sacrificio, sufrimiento y la pizca de fortuna necesaria para afrontar los tramos decisivos, Pellicer tiene razón cuando dice que los últimos minutos le han dado más al Málaga de lo que le han quitado.