El Málaga se está haciendo de rogar en cuestiones relacionadas con el mercado de fichajes, sobre todo a nivel de llegadas, y su parroquia se está impacientando. Por más que ya se haya dispuesto una base para el nuevo proyecto, es un clamor que tienen ... que llegar más refuerzos. La última incorporación para el primer equipo fue la de Sangalli, a principios de julio. Evidentemente la dirección deportiva no está parada, pero no termina de lucir su trabajo porque no está siendo capaz de concretar las diferentes operaciones que tiene sobre la mesa y que se van acumulando.
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El club blanquiazul esperaba haber podido cerrar al menos un fichaje en las últimas horas dentro de su prioridad para apuntalar la defensa, pero aunque este movimiento llegó a estar muy cerca, finalmente se ha enfriado al ser un jugador que tiene contrato en vigor con otro equipo y su plan inicial de rescindir para poder llegar libre al Málaga ha cambiado. Así que por el momento es una opción que queda casi descartada y toca seguir el orden de preferencias de la lista para encontrar una alternativa. En cuanto a la zaga, la entidad de La Rosaleda busca un lateral izquierdo y un perfil polivalente que pueda ejercer tanto de central como de lateral.
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Mientras tanto, el Málaga, después del chasco, entiende que no puede estancarse en su objetivo de reforzar la zaga, para lo que deberá emprender nuevas negociaciones, y ha iniciado ya conversaciones en busca de firmar otros perfiles de jugadores que también tiene claro que debe fichar. Estos son principalmente un extremo y un delantero. Aunque el deseo era cerrar primero la llegada de los defensas y después ponerse con los atacantes, el tiempo apremia y Loren Juarros intensifica su actividad sobre las incorporaciones.
Lo pide el público, pero sobre todo el cuerpo técnico con el entrenador Sergio Pellicer a la cabeza. Hace ya más de una semana que el preparador declaró (después del primer amistoso contra el Marbella) que se necesitaban más refuerzos, y con rapidez para que los nuevos tengan tiempo de adaptarse al club lo mejor posible y que la plantilla en construcción vaya puliéndose a base de elevar la competitividad. En cambio, el director deportivo considera que hay que tener paciencia para trabajar con más precisión asegurándose de que los nuevos que llegan son los mejores a su alcance. En este sentido, el Málaga está en la pugna por varios jugadores que en los últimos años han estado en Segunda y deben afrontar el hecho de bajar a Primera RFEF.
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