Medunjanin lo borda a los 38 años

No es sorprendente que Medunjanin, que jugó un Mundial (el de Brasil 2014, en el que Messi le dio su camiseta) y disputó cerca de 70 partidos en Primera (entre el Valladolid y el Deportivo) juegue en el Castellón. No lo es desde que aterrizó al frente de los 'orelluts' el técnico neerlandés Dick Schreuder. Ambos se conocieron en Filadelfia, en la etapa de este como asistente de Jim Curtin. Congeniaron, cenaban juntos y compartieron la misma filosofía futbolística.

Luego Medunjanin se fue al recién creado Cincinnati, pero volvieron a coincidir en el Zwolle (siete goles y cuatro asistencias), ya con Schreuder como primer entrenador, y subieron a la Eredivisie, y de ahí al Castellón, donde la sombra de la sospecha sobre su fichaje entre los aficionados (un jugador cerca de los 40 y que podía haberlo dado todo en el fútbol) pronto quedó disipada. Sucedió en el choque de la primera jornada liguera ante el Málaga. Se jugó a lo que quiso Medunjanin, el MVP del partido (2-1), que marcó además el primer tanto del mismo y pasó a la historia del Castellón por dos registros: ser el más veterano en debutar con el equipo, y su goleador más mayor, en ambos casos superando al extremo Pablo Hernández.

«Sabía que estaba en buena forma y podía ayudar al equipo. Y no sólo en los partidos. Les ayuda cada día en el campo de entrenamiento siendo un profesional. Si tienes casi 39 años y tu cuerpo está en tan buena forma, por cómo vives y por cómo comes, eres un gran ejemplo», ha declarado Schreuder, y lo cierto es que Medunjanin, con sus pisadas, taconazos y visión de juego al estilo del más puro 'diez', ya con menos pelo y medias bajadas (con las 'miniespinilleras' actuales), marca diferencias en el campo con su zurda si se le deja pensar. Sólo ha habido dos partido en Castalia sin goles o asistencias suyas, ante el Castilla, pero entonces generó dos con sendos penúltimos pases, y contra el Algeciras.

Junto a Medunjanin ha progresado Jesús de Miguel, Pichichi de la categoría con catorce tantos. El bosnio se siente importante, y su cuerpo técnico le mima ante la carga de minutos, por más que jueguen una cita a la semana. «Para mí es un honor jugar aquí. Cuando ves que la afición de Castalia te empuja no puedes parar de correr», ha reconocido.

La vida de Medunjanin da casi para un libro, no sólo por sus dos décadas en el fútbol, jugando en Países Bajos, Israel, España, Estados Unidos y Turquía. Su hijo benjamin, de 3 años, y su expareja todavía permanecen en Israel en pleno conflicto con Palestina, y habla con ellos por videollamada casi a diario. A pesar de su condición de musulmán, no le fue difícil establecerse en el Maccabi Tel Aviv, con el que jugó en dos etapas (2010-12 y 2015-17).

Nacido en Sarajevo, Medunjanin abandonó su ciudad con su madre y hermana a los 7 años tras el estallido de la guerra de los Balcanes y recordó una anécdota en una entrevista al 'Philadelphia Enquirer'. Corría el año 1992 y fueron detenidos en un puesto de control fronterizo. Un hombre serbio subió al autobús amenazando con matar a los pasajeros, y se llevó aparte al joven Haris. «Este tipo me dijo: 'Nunca cojas un arma. Nunca hagas tonterías. Intenta pensar en positivo. Intenta hacer algo de deporte'". Medunjanin le hizo caso y hoy se lo agradecen los aficionados del Castellón.