Los jugadores del Amorebieta celebran un gol ante el Alcorcón en Santo Domingo. carlos gil roig

Un 'matagigantes' que sufre en la categoría

El debutante Amorebieta, que sólo ha ganado dos partidos, pero al Almería y el Valladolid, baja su nivel fuera de casa, sin triunfos y con cierta fragilidad defensiva

Domingo, 5 de diciembre 2021, 00:33

El Amorebieta está debutando, junto al Ibiza, en Segunda División, y no le ha terminado de tomar el pulso a la categoría, con sólo dos triunfos en lo que va de campaña, sin ganar fuera y a seis puntos de forma provisional de los puestos ... de permanencia, sin que se haya llegado al ecuador de la categoría. A priori, no lo tendrá fácil este modesto equipo vizcaíno para lograr la permanencia, pero no por ello está resultando un rival fácil para sus rivales, ni mucho menos.

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Quizás el pobre balance defensivo es lo que está condenando al cuadro que entrena Íñigo Vélez, un exdelantero que perfectamente habría encajado en el estilo de juego que practica su equipo, con fútbol directo, mucha atención a las segundas acciones y excelentes centradores. Pero esto le está dando para ser un equipo más peligroso de local, en la ciudad deportiva de Lezama, donde ha tenido que jugar al no tener su estadio, Urritxe, adaptado a las exigencias de LaLiga, si bien allí podrá jugar dentro de unos días en la segunda ronda de Copa ante el Almería.

El Amorebieta es fiel a un 5-4-1 (o 5-3-2) con un punta de referencia que suele ser Orozco, un jugador clave en el equipo y que no estará mañana en La Rosaleda al arrastrar una sanción. Orozco es ideal en el juego de espaldas, para ganar envíos por alto y buscar segundas acciones, pero Íñigo Vélez también dispone de Guruzeta, la pasada campaña en el Sabadell, y Obieta, delanteros también potentes.

'Carrileros' centradores

Pero lo más determinante en el juego del Amorebieta son sus 'carrileros'. Por la izquierda, Seguin, experto centrador incluso desde zonas atrasadas, y Larrazabal (formado en Lezama y la pasada campaña sin brillo en el Zaragoza) por la derecha, aunque este se acerca más al perfil de extremo. La mejor versión del equipo vasco esta temporada se pudo ver en la goleada entresemana al Valladolid (4-1). Pareció un calco del Eibar de sus primeros años en Segunda, o de aquel glorioso Sestao de finales de los ochenta y principios de los noventa, al que también se hubo de medir el Málaga. El Amorebieta generó unos problemas enormes al cuadro pucelano a base de centros al área, y mucha viveza en las disputas para imponerse en la mayoría de ellas. Un dominio absoluto de las llamadas (en la jerga de los entrenadores) 'caídas'.

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El eibarrés Seguin, experto en centros desde la izquierda. MIREYA LÓPEZ

Las limitaciones económicas y técnicas del Amorebieta para la categoría no permiten otro juego que el que practica, con un esfuerzo generoso en la presión, muy avanzada y mucha determinación. Tanta que si el rival no está concentrado puede pagarlo. Resulta curioso cómo sus dos únicos triunfos esta campaña han sido ante dos de los tres mejores equipos del torneo, porque derrotó también por 2-1 al Almería, y además empató contra el Eibar (1-1). Un auténtico matagigantes.

Sin embargo, lejos de Lezama al Amorebieta le pesa la Segunda: cuatro empates (en Alcorcón, Huesca, Fuenlabrada e Ibiza) y cinco derrotas (en Oviedo, Leganés, Tenerife, Miranda de Ebro y Girona). La sensación de sus jugadores es que cualquier error les penaliza y que necesitan generar un alto número de ocasiones para convertirlas. Para el duelo de esta tarde, amén del sancionado Orozco, no estarán por lesión el exmalaguista Roberto Santamaría, Irazabal ni Ozkoidi.

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