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Aunque el protagonista de la jornada fue Sergio Pellicer, también hubo intervenciones del director deportivo, Manolo Gaspar, que dieron a entender que pueda dar un paso a un lado. ¿Dimitir? «Esa pregunta la contestaré la semana que viene cuando hable, sin ningún tipo de duda. ... Tengo un compromiso adquirido y la semana que viene lo aclararé. Ahora lo que tengo en la cabeza es que termine el mercado (de fichajes)».
Estas palabras de Manolo despiertan dudas e, incluso, remiten a que en la próxima semana, en su valoración del mercado invernal, en una rueda de prensa habitual, que ofrecerá entre el miércoles 1 y el viernes 3, anuncie el fin de su etapa, algo muy esperado por la afición malaguista. En todo caso, todo se suma a la llegada de un director general, Kike Pérez, y a lo inviable que puede resultar que continuara otra temporada más en el club en esta función, con lo que la entidad tiene que pensar en el futuro en esta parcela.
El dirigente se refirió también a cómo se siente ante una presión popular para que dimita. «No es cómodo. Lo tengo que llevar con fuerza y energía para trasladar confianza, pero no es una situación agradable. Se ha vivido de todo con mi persona en estos tres años y lo entiendo y lo respeto. En parte es normal que haya esta situación. Es parte del juego. Va en mi cargo, pero lo que pido ahora es unión, por el equipo. Manolo será pasado en su momento».
Además, el dirigente habló de cómo se cerró la primera etapa de Pellicer. «El club confiaba en él, pero las circunstancias personales son respetables. Había una armonía espectacular y un ambiente de trabajo que se tuvo que cambiar. A veces los cambios son para mejor y otras para peor. Luego nos empezamos a venir abajo».
sobre la destitución de Mel
Además, dio las gracias a Pepe Mel «por su profesionalidad». «Ha sido un placer trabajar a su lado. Es un gran tipo y merece suerte en el futuro. Estamos agradecidos» y añadió que «no tengo ninguna duda de que estamos en buenas manos» en relación al actual inquilino del banquillo, Pellicer. «Que tenga suerte en su trabajo», deseó.
Finalmente, reconoció que hubo una demora no deseable en el cese de Mel, que se podía haber decidido antes durante la semana. «Los tiempos no han sido como deberían ser normalmente. En fútbol a veces las cosas se precipitan. Es como en una operación de un jugador: crees que llevas los tiempos y llega un tercero y te los acelera y te los corta. Los tiempos no han sido los adecuados para preparar un partido, lo reconocemos, pero estamos aquí para tomar las mejores decisiones», explicó.
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