José María Muñoz y Manolo Gaspar conversan después de un acto en La Rosaleda. mariano pozo

La insólita situación de Manolo Gaspar

Su continuidad en el club sólo se explica por las dudas sobre el cierre del mercado, porque su ciclo como director deportivo ya está amortizado

Miércoles, 25 de enero 2023, 00:27

Con Pepe Mel en la cuerda floja –debido más a sus declaraciones cargadas de resignación que a los pobres resultados –, el aficionado se pregunta cómo es posible que se cuestione al entrenador, al que apenas se censura desde la grada, y no la continuidad del ... director deportivo, Manolo Gaspar, pese al clamor contra él partido tras partido en La Rosaleda. El ex lateral derecho es protagonista de una situación insólita que sólo encuentra una explicación para justificar su permanencia en el cargo, las dudas en torno al cierre del mercado, porque su ciclo está ya más que amortizado.

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La pregunta que en estos momentos se hace el aficionado es sencilla: ¿elegiría Manolo al sustituto de Mel en caso de salida de este? Nadie en el club se pronuncia sobre esta cuestión –en realidad tampoco sobre si la salida del director deportivo está próxima o no–, pero a día de hoy el panorama no invita a pensar que el paleño sea quien lo haga por mucho que todavía ocupe el puesto de director deportivo. Tras la salida de Sergio Pellicer, al que ninguneó con comentarios en privado respecto a que en el mercado «sobran entrenadores» antes de ofrecerle la renovación, sus apuestas no han cuajado.

Primero fue José Alberto, que empezó a ser cuestionado por la grada a las primeras de cambio –y ante el que Manolo le faltó valentía en decisiones drásticas con futbolistas que enrarecían el vestuario (por su suplencia, no por salidas nocturnas)–; después llegó Natxo González, un absoluto fracaso en todos los sentidos; más tarde Pablo Guede, con un fútbol sin extremos que casi cuesta el descenso la pasada temporada y que dejó arruinado al equipo en la actual, y por último, Mel, incapaz de implantar un estilo para cambiar la dinámica en ataque, en defensa y a balón parado.

'Bajarse del barco'

En el club entienden que a día de hoy es ilógico prescindir del director deportivo porque queda casi una semana de mercado invernal y pueden surgir novedades. Fran Sol ya ha pedido salir y Loren también ha solicitado marcharse cedido para tener más continuidad, pero nadie puede asegurar que en los próximos días el agente de algún otro futbolista haga llegar la intención de 'bajarse del barco'. De momento el Málaga se mantiene firme, pero ya se sabe que en estas circunstancias el panorama puede cambiar en minutos.

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¿Y quién elegiría al nuevo entrenador si los conocimientos futbolísticos del administrador judicial son tan limitados? La pregunta parece tener difícil respuesta si no fuera porque la llegada de Kike Pérez como director general, la apuesta de Muñoz que adelantó SUR la semana pasada, se antoja inminente. Todavía no es oficial, pero tampoco es imprescindible para que pueda 'asesorar' en los días previos a su aterrizaje. Siempre, claro está, que se apostara por Pellicer, sobradamente conocido en la 'casa'.

No parece que ante una hipotética salida de Mel vaya a ser Manolo quien elija al sustituto tras sus elecciones fallidas

La llegada de Kike Pérez como director general, que se antoja inminente, puede acelerar la salida del director deportivo

Muñoz habla de que se planifica la temporada que viene y es evidente que se hace sin contar con el exlateral malaguista

Si, como todo apunta a ello, Pérez recala en el Málaga a muy corto plazo –quizá la semana que viene, con el comienzo de febrero, ya con el mercado invernal cerrado– no se descarta que a renglón seguido se produzca la salida de Manolo Gaspar.  Quedaría conocer entonces cómo se etiquetaría, si como renuncia, salida pactada o desvinculación. Dado el precedente de lo sucedido con Guede, al que ni el director deportivo ni el administrador judicial fueron capaces de despedir, sólo cabe pensar que la destitución (si se produjera) correría a cargo del recién llegado.

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El administrador ya dejó caer en diciembre que el club está preparando la temporada que viene (como si la delicada situación deportiva y el incierto panorama judicial invitaran a ello), pero es evidente que se hace sin contar con Manolo Gaspar. Sentenciado desde hace muchos meses por la grada, es una obviedad que la llegada de un director general implicará que este tenga manos libres para tomar decisiones y para crear una estructura de su máxima confianza. Yahí, vista la gestión de su parcela, el director deportivo tiene muy difícil cabida.

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