Los males en el juego provocaron que el Málaga se partiera en la segunda parte y que Las Palmas tuviera ocasiones como esta de Araújo. SALVADOR SALAS

Los males ofensivos del Málaga, ¿una cuestión sólo de adaptación?

La tardía incorporación de varios jugadores no justifica el pobre balance del equipo en ataque y hasta el propio Pellicer hace autocrítica

Martes, 13 de octubre 2020, 00:31

La pobre imagen ofrecida el domingo por el Málaga, incapaz de crear peligro frente a un rival en inferioridad numérica durante 50 minutos, fue analizada posteriormente por su entrenador, Sergio Pellicer, con una autocrítica que hace un año se echaba en falta. ¿Son los males del equipo blanquiazul cuestión sólo de adaptación de los fichajes, muchos de ellos incorporados a la dinámica de grupo en la recta final del mercado? «Tenemos que competir desde el primer momento, ser un equipo con muchísima más llegada», subrayó el castellonense para poner el foco en las deficiencias creativas mostradas hasta el momento, con un preocupante balance de ocho tiros a puerta en cinco partidos.

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«Para mí es muy meritorio tener siete puntos». Probablemente el malaguismo comparta esa afirmación de Pellicer tras el empate a cero frente a Las Palmas. No obstante, crece la sensación de que el equipo va a depender en exceso de mantener la puerta a cero, objetivo que ha cumplido en tres de los cinco compromisos afrontados (contra el Castellón, el Alcorcón y el conjunto grancanario). Es obvio que las cifras goleadoras firmadas la pasada temporada por los tres delanteros incorporados no invitan al optimismo, un tanto entre los tres (de Caye Quintana, y precisamente al Málaga, por ninguno de Orlando Sá y Chavarría), pero, como explicaba este periódico, Pellicer insiste en su mensaje de «hay que acercarse más a Caye» para exigir una aportación más importante a los futbolistas de segunda línea.

Una receta extensa

Aunque la solidez será clave en la permanencia del Málaga –«un equipo sólido va a conseguir sus objetivos», recordó Pellicer en su valoración el domingo–, el técnico no ocultó su contrariedad. De hecho, hasta dio su receta. Y no pudo ser más extensa. «Nos ha faltado tranquilidad, jugar más de lado a lado. Tenemos que tener más paciencia, más calma, jugar más en la zona intermedia para tener más pases en profundidad. Tenemos que mejorar mucho en el juego combinativo y las acciones a balón parado. Tenemos que ser un equipo muy vertical, rápido y muy sólido. Tenemos que mantener un ritmo alto, correr al espacio, presionar más alto arriba. Tenemos que ser mucho más dinámicos en el ataque», recitó en distintos momentos de su comparecencia. «Es todo lo que hoy no hemos hecho», afirmó con contundencia.

Porque el Málaga está en fase de construcción, eso es innegable, pero determinados jugadores ya cuentan con minutos y partidos suficientes para elevar su nivel y para ofrecer más. El relevo al descanso de Rahmani, que no termina de arrancar, es el mejor reflejo de ello (a eso se refería con la necesidad de «correr más al espacio»). O la suplencia de Calero, cuyos interesantes datos ofensivos la pasada temporada en el descendido Numancia, parecen haber quedado en el olvido. Tampoco el lateral izquierdo titular (y de momento sin recambio por la lesión de Cristo), Matos, termina de soltarse y mostrar el rendimiento que lo hizo brillar en el Sevilla Atlético y el Cádiz.

Asimismo, en el mensaje de Pellicer quedó patente su preocupación por la ineficacia del equipo en la presión (ahí queda su alusión a hacerlo «más alto arriba») y también puso deberes a los centrocampistas, tanto a los más defensivos, Luis Muñoz y Escassi («nos ha faltado tranquilidad, jugar más de lado a lado»), como a los más creativos, Cristian y Jozabed («tenemos que tener más paciencia, más calma, jugar más en la zona intermedia para tener más pases en profundidad»).

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Pellicer trata de evitar la autocomplacencia en determinados jugadores que necesitan ganar minutos tras su poca participación en los últimos tiempos, lo que también requiere recuperar confianza para ofrecer mejor nivel (casos de Jairo, Jozabed, Caye Quintana, Chavarría, Orlando Sá, Matos o Rahmani). De ahí que también sea exigente en las jugadas a balón parado.

«Estoy contento porque ha habido jugadores que van ganando minutos, apuntó el entrenador. Pero los males del Málaga no obedecen exclusivamente a una cuestión de adaptación. El nivel en ataque debe ser más alto en los jugadores. «Tenemos mucho que mejorar». Palabra de Pellicer.

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La falta de gol en la quinta jornada, mal de muchos...

Sólo trece goles en once partidos. Ese fue el pobre balance de la quinta jornada en Segunda y que viene a reflejar a partes iguales las carencias ofensivas de la categoría y el empeño de los equipos en mantener la puerta a cero. Únicamente el Mirandés y el Cartagena, ambos a domicilio –en Sabadell y Ponferrada, respectivamente–, lograron pasar de un tanto (dos cada uno) en un fin de semana con resultados mínimos y el solitario empate a cero de La Rosaleda. Es más, en la jornada anterior el Rayo fue la excepción a la regla, el único conjunto que logró más de dos dianas (las cuatro ante el Málaga). Se avecina una temporada pobre en ataque en la categoría. Pero ya se sabe que mal de muchos...

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