El malaguismo reclama más fichajes

A diecinueve días del arranque de la competición (el sábado 26, a las 21.30 horas, en Castellón), la realidad indica que aunque Sergio Pellicer pueda tener dobladas las once demarcaciones con veintidós futbolistas a sus órdenes, en realidad uno de ellos es un fichaje con el que hay un acuerdo total por dos temporadas pendiente de oficializar (probablemente hoy), Víctor García, y otros ocho son canteranos que la campaña anterior no tenían dorsal y entre los que varios de ellos se pueden beneficiar de las circunstancias para estar en el primer equipo (Carlos López, Bilal, Moussa, Andrés, Víctor Olmo, Haitam, Loren, que estuvo a punto de salir, y Dani Lorenzo).

«No sólo es el entrenador, todos esperamos más fichajes. Si no pasa nada se hará lo de Víctor (García). Pero necesitamos más para que haya competitividad. Estoy contento con los chicos que han llegado, pero está clara la necesidad de más fichajes porque la exigencia va a ser grande», sostuvo ayer en la sala de prensa Sergio Pellicer, que no suele mostrarse habitualmente en un tono tan reivindicativo.

Su discurso obedece a la situación de un club que ha logrado ingresos adicionales durante el verano, pero de momento no llega a reinvertirlos. A los cuatro millones de euros recibidos por el 'caso Ontiveros', al cobrar el Villarreal del Al-Shabab, que según el club se consignaron ya en el presupuesto del curso anterior, se le sumó la semana anterior el monto de los traspasos de Álex Calvo al Andorra (cerca de un millón fijo más variables) y de Cristian al Eibar (este también pendiente de confirmarse), en torno a medio millón.

La gran duda en el malaguismo es si la plantilla actual está tan perfilada que solo necesita pequeños retoques (quizás dos defensas, un extremo y un punta) o si habrá al menos media docena más de fichajes. Sin problemas en la actualidad respecto al cupo de sub-23, resultó una sorpresa que el Málaga no anunciara fichajes entre el 10 de julio, cuando oficializó la llegada de Luca Sangalli (atada ya desde días previos), y el jueves pasado, con el fichaje de Juan Hernández.

Entre las hipótesis, la dirección deportiva puede estar acusando que los jugadores eleven en exceso su caché salarial, en un Málaga ahora con liquidez dentro de la categoría, la dificultad de seducir a futbolistas de Segunda para bajar a Primera RFEF, máxime si aún confían en manejar ofertas en categoría profesional, y también el afán de Loren Juarros de un proyecto de cantera como el que condujo tanto tiempo en la Real Sociedad.

Frente a la realidad actual, el Málaga no puede dar la espalda a la exigencia de ascenso. Algunos rivales asustan. El Deportivo, que si gue con Lucas Pérez cara a su tercer año en Primera RFEF, ha fichado en la élite a Balenziaga y a otro zaguero con sobrada experiencia en ella, Ximo Navarro. El Murcia, con la pierna de seda de Pedro León, se hizo con Montoro y el último 'pichichi', Rodri Ríos. Son sólo dos ejemplos, al margen de la calidad de dos filiales como el Castilla y el Barcelona B, en una categoría en la que sólo asciende directamente el líder de cada grupo (ocho equipos más se la juegan después a tener que superar dos eliminatorias).