El Malagueño, un pozo para los valores más importantes de la cantera

Resulta paradójica la situación que viven los tres futbolistas citados (o también Julio, cuya renovación fue anunciada a bombo y platillo por el club) en contraste con la situación de Kevin o Roberto. Porque el extremo del Llano de la Trinidad ha sido titular en los nueve encuentros del primer equipo (el último lo disputó completo) cuando la pasada temporada encadenó un máximo de seis en el once inicial (en el séptimo se quedó en el banquillo). Incluso, en el encuentro decisivo de las eliminatorias de ascenso, frente al Antequera, fue sustituido al descanso. Respecto al delantero centro, nunca fue convocado con el Atlético Malagueño y estuvo toda la temporada en el primer equipo juvenil. Es más, el otro punta del conjunto entonces dirigido por Nacho Pérez, Loren, dispuso de más convocatorias y minutos en Segunda División que en el filial, donde sólo fue citado dos veces y únicamente jugó 57 minutos (y en la primera jornada).

La ampliación de fichas profesionales y la mejoría en el plano económico supusieron durante el mes de agosto el regreso al filial de futbolistas fijos la pasada temporada en los entrenamientos del primer equipo. Benítez, que se hizo con la titularidad tras la lesión de Calero en perjuicio de Ismael Casas e incluso el fichaje invernal Alexander, vio cerradas las puertas y ha disputado los seis partidos completos en el Atlético Malagueño. Igual le sucede a Quintana, que incluso marcó el segundo gol en la visita al Porcuna (finalmente no tuvo valor porque el equipo cayó por 3-2).

El caso de Larrubia es más preocupante. Presente hace ahora casi dos años en el Mundial sub-17 –donde marcó un gol de bella factura nada más debutar–, su progresión se ha visto claramente frenada. La pasada temporada no llegó a tener la continuidad esperada en el primer equipo pese a que a priori le beneficiaban las circunstancias. Encima, su presencia casi constante en las convocatorias provocó que a la postre pasara demasiados fines de semana sin competir (en el filial faltó en nueve de los 18 partidos de Liga y en dos de los seis de la primera fase de ascenso). Y en la actual campaña ahora ha vuelto a ejercitarse algún día a las órdenes de José Alberto, pero está en la dinámica del Atlético Malagueño. De momento ha participado en los seis encuentros y casualmente en el único en que fue suplente (contra el Torremolinos en casa) saltó en el minuto 54 y consiguió en el 77 el gol que evitó la derrota (2-2).

Respecto a otros futbolistas que apuntaban en la pretemporada, el lateral Bilal sólo jugó en el primer encuentro (36 minutos), el central Moussa lo ha hecho en los seis (aunque en los dos primeros fue sustituido al descanso) y el otro central de futuro, Andrés (que llegó a debutar en Primera), había participado en los compromisos del juvenil de División de Honor hasta que ha asomado al segundo equipo en sus dos últimos (primero jugó 45 minutos, en sustitución de Murillo, y después, el martes, la totalidad contra el Alhaurino).

El problema para el Málaga se centra en que los jugadores más prometedores de la cantera compiten ahora en una Tercera División incluso más debilitada (ha pasado de ser la cuarta a la quinta categoría), independientemente de que el Atlético Malagueño no termina de arrancar. El equipo dirigido por Funes sólo ha sumado tres empates en seis encuentros (todos en casa), mantiene su dinámica negativa a domicilio de la pasada temporada y, aunque ha marcado en todos sus partidos, ya acumula 13 goles encajados. Mañana domingo le toca visitar al Marbella, también con demasiadas dudas.