Un Málaga hecho unos zorros

Al Málaga lo golea todo el mundo: el Mirandés no iba a ser una excepción, y a los 2 minutos dejó al descubierto el desequilibrio malacitano, porque en una jugada de verbena se abrió un marcador que se amplió con pasmosa facilidad para los locales. Cuidado; con José Alberto a este Palco no se le puede acusar de hacer leña del árbol caído, porque son muchas semanas advirtiendo que ni el equipo encajaba con él, ni él con el equipo. Dicho lo cual, para ser justos, hay que atribuir también su buena parte de culpa a una Dirección Técnica, con Manolo Gaspar a la cabeza, que se ha equivocado de pe a pa: primero, fichándolo; después, manteniéndolo, y finalmente haciendo fichajes sin mucho criterio y para nada lo que necesita el equipo. Mientras, hasta los más modestos de la categoría se hacían con hombres que hubieran venido con los ojos cerrados a Málaga, caso Rubén Castro, pero claro, aquí lo fácil es jugar a ser teóricos y ampararse en unas redes sociales 'cariñosas' para intentar salir airoso de un fracaso que comenzó cuando casi se echó (así fue sin duda) a Pellicer del banquillo de Martiricos tras haber hecho milagros con muchos menos mimbres que los que dispuso José Alberto. Uno tiene que retrotraerse a los tiempos de D'Accorso para un desastre técnico parecido...

Nacho González hizo algunos retoques en el equipo, sorprendiendo que dejara a Paulino en las gradas. Escassi central buscando una seguridad en la zaga que estalló a los dos minutos, y a partir de ahí poco más. Lleva dos días, nadie le puede hacer responsables del desastre que es el Málaga CF hoy. Con salvar la categoría nos contentamos muchos ya...