El Málaga, con vía libre para arrancar la ampliación de capital

La noticia sobre la ratificación de sentencia en favor de Bluebay no ha despertado ninguna reacción especial en las oficinas de La Rosaleda, donde más o menos se esperaba este desenlace. Lo más importante para la entidad, actualmente gestionada por el administrador judicial, José María Muñoz, es que el semáforo ha pasado de rojo a verde en cuanto a la posibilidad de realizar una ampliación de capital que dote de mayor vigor económico a la entidad y le permita poder pasar al siguiente nivel en su cambio de ciclo.

Al fin se ha confirmado el quién es quién del accionariado malaguista y por tanto ya no existe el riesgo de que una medida transformadora como la ampliación de capital sea invalidada por ninguna de las partes. Aún así, salvado este escollo principal, el proceso sigue presentándose como un reto porque se trata de una gestión compleja y que necesita avanzar con pies de plomo con cada detalle al depender de varias sociedades.

Sin ir más lejos, una posibilidad, aunque remota, podría ser que el jeque Al-Thani, quien por el momento está desaparecido en lo que al Málaga se refiere, consiga retrasar o paralizar una futura ampliación de capital ante el Supremo con un recurso de casación sobre el último dictamen de la Audiencia. Todo estos posibles escenarios lo tienen previstos desde el Málaga, donde se espera arrancar con el proceso de ampliación de capital en breve, pero sin excesiva prisa.

El hecho de tener casi cerrada la contratación de una póliza de crédito de 8,6 millones para el próximo año (prorrogable por dos cursos más), la cual se espera que sea oficial la próxima semana tras el imprevisto retraso sufrido en el análisis de las propuestas (ahora mismo la elección está entre tres candidatos) supone un alivio a nivel de liquidez. Y lo es igualmente la previsión de poder arrancar también los próximos días la venta de abonos de temporada, que su pondrá una subida exponencial de los ingresos.

Es decir, un colchón suficiente para trabajar con el tiempo y la seguridad necesaria, sin la presión de necesitar financiación urgente, la preparación de la ampliación de capital, para la cual hay que respetar una serie de plazos y procedimientos con las diferentes sociedades accionistas del club que son proclives a variaciones y que hacen muy complicado prever una fecha de conclusión.

El primer paso, una vez controlados todos los posibles riesgos y motivos que pueda han fracasar la ampliación, sería la realización de una nueva especie de auditoría externa para diagnosticar el estado del club y proceder a una tasación de las acciones antes de convocar una nueva junta general. Unos trabajos que podrían empezar en las próximas semanas.

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