El Málaga, con el reto de sumar dos victorias para resetear y optar a la tercera posición

La afición está desquiciada por la pésima dinámica en este final de Liga y la preocupación en el club es máxima por atajar el estado de bloqueo en el que se encuentra la plantilla, que sólo ha sumado un triunfo en los últimos ocho partidos. Aunque lo peor es la inoperancia en el juego, tardando más de medio partido en disparar entre los tres palos de la portería rival. La mayoría de los futbolistas están muy por debajo del nivel que han mostrado alguna vez en lo que va de curso y el técnico no da con la tecla para frenar la mala racha.

Dicho esto, a los malaguistas ya sólo le quedan dos oportunidades más para conseguir un giro radical de su situación y estabilizar el rumbo antes de que llegue la fase de ascenso. El reto es sumar dos victorias en las últimas jornadas para recuperar la confianza y seguir optando a terminar tercero clasificado, lo que otorga el factor campo a favor al menos en la primera eliminatoria de los 'play-off', donde si todo se mantiene igual se medirá al Gimnástic de Tarragona. Aunque para esto el Málaga debe ganar al Antequera, en La Rosaleda, y al Castilla, en Madrid, y esperar un tropiezo del Ibiza, que tiene tres puntos de ventaja, pero el 'goal average' perdido.

Los rivales del Málaga no se juegan ya nada más que honor deportivo y quedar lo más alto posible en la tabla. Y precisamente eso los puede convertir en más peligrosos, liberados de toda presión. O en el caso del Antequera, con una motivación extra por afrontar una visita histórica a La Rosaleda (la última vez fue hace 29 años). En su caso, el Ibiza recibe este sábado al Córdoba, que tiene que asegurar aún la segunda plaza, y termina contra el Recreativo de Huelva fuera de casa.

Y mientras puede llegar la carambola que los deje terceros, los malaguistas tienen en su mano asegurar la cuarta plaza esta próxima jornada si vence al Antequera, porque entonces el Ceuta ya no podría alcanzarlo, tras haber perdido el pasado fin de semana contra el Alcoyano (3-1). El calendario lleva al Ceuta a recibir al filial del Atlético de Madrid este sábado y terminar el curso en Mérida. Es decir, se enfrentará también a dos rivales que están en tierra de nadie.

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En definitiva, la urgencia por volver a ganar es máxima en el Málaga para reconquistar la credibilidad después de que semana tras semana se escuchen los mismos mensajes desde el vestuario. Tras el chasco en San Fernando se mostraron especialmente autocríticos, pero sus palabras no tranquilizaron al entorno blanquiazul, que no puede entender el bajón de rendimiento del equipo justo en el tramo más importante de la campaña. La tensión será alta el sábado en La Rosaleda, donde habrá otro plebiscito en el último partido como locales de la temporada regular.

«Estamos ya en los 'play-off', y fuera la presión ya en ese sentido, tenemos que ganar estos dos para que estemos tranquilos», apuntó Manu Molina tras el empate en tierras gaditanas, que pidió a la afición relativizar la coyuntura del equipo y rebajar la presión que existe. Da igual quedar tercero, cuarto o quinto porque vas a depender de ti para ascender a Segunda. Es a dos partidos y en los 'play-off' todos vamos a estar motivados. Tenemos la baza de La Rosaleda, que la tenemos que hacer a favor, que no nos pueda la presión. Hay que saber corregir los errores para el siguiente partido y hay que ganar los puntos en casa», valoró el centrocampista onubense.