Un triunfo de enorme refuerzo moral para el Málaga

«Debemos ir de fin de semana en fin de semana», recalcó el autor del gol en Santo Domingo, Paulino, tras la victoria. La piña tras el tanto del cántabro refleja hasta qué punto la cohesión es el principal aval del equipo a día de hoy. Zarandeado por lesiones importantes (Luis Muñoz y después Juande y Jozabed) y por la falta de un delantero centro de garantías (por los continuos problemas físicos de Sekou y la recuperación de Chavarría después de su grave lesión de rodilla), el Málaga se ve obligado a centrarse en el manido partido a partido, un tópico que ya se empleaba en La Rosaleda en los 80 cuando el equipo superaba a los mejores de la Liga, goleadas incluidas, y se sabía que luego llegarían las vacas flacas.

Pero la victoria en sí adquiere más valor, si cabe, porque a la vuelta de la esquina el Málaga debe afrontar dos encuentros consecutivos en el recinto de Martiricos. Y, vista la reacción de la Grada de Animación (y luego continuada por un amplio sector de la afición) tras el batacazo frente al Leganés, un tropiezo frente al Alcorcón habría convertido la cita del domingo contra el Sporting (18.15 horas) en un indudable cara o cruz sobre la figura del entrenador.

No es descartable que en caso de otra pobre imagen como local vuelvan a aflorar las peticiones de dimisión de José Alberto, pero conviene no olvidar que el club ha transmitido el mensaje de que en ningún caso el entrenador ovetense está cuestionado. Es más, todos los esfuerzos se han centrado durante este periodo navideño en avanzar en el capítulo de incorporaciones (en materia deportiva) y en negociar una salida al contencioso con la FIFA por el 'caso Cenk Gonen' (en el aspecto institucional). Existe una convicción interna respecto a que la llegada de nuevas piezas a la plantilla (Vadillo y Febas apuntan como las primeras) contribuirá a despejar definitivamente cualquier duda, aunque al mismo tiempo se mantiene la fe en la recuperación definitiva de Sekou y Chavarría para que el equipo disponga del arsenal ofensivo necesario para dar el definitivo salto de calidad en la pugna con los rivales del grupo de cabeza.

A la vuelta de la esquina esperan el Sporting y el Ibiza. Será la segunda vez que el Málaga afronte dos encuentros consecutivos en casa después de haber asegurado no hace muchos los triunfos frente al Tenerife y Las Palmas en sendos compromisos de notable exigencia. Mientras el cuadro asturiano ha bajado muchos enteros en las últimas semanas –la dependencia de Djurdjevic se ha dejado notar durante el periodo de ausencia del ariete–, el ibicenco trata de coger impulso tras el relevo de entrenador y la llegada de Paco Jémez en lugar de Juan Carlos Carcedo. El cuadro blanquiazul se topará primero con un adversario rocoso y después con otro que con su nuevo técnico pretende tener más la posesión de la pelota. Y lo hará después de un triunfo de enorme refuerzo moral.