El Málaga, sin tiempo ya para dudar

Los primeros gritos escuchados de forma minoritaria en contra de Pellicer tras esa cuarta igualada en casa, en este caso contra el Mérida, tienen una clara justificación en el juego desplegado por el equipo, que no pudo deshacerse en su campo del Linares, Ceuta, Murcia o del referido cuadro extremeño, dos que figuran en la parte alta de la clasificación y otros tantos que luchan por salvarse. Este 'bajón', además, le está llegando al conjunto blanquiazul en el peor momento, cuando se está jugando el ascenso, el ansiado objetivo. Aunque las fuentes consultadas afirman que existe margen para mejorar y que buscarán una reactivación en las tres semanas largas que quedan para la fase de ascenso a Segunda.

La suerte, además, tampoco está acompañando al Málaga, pues contaba con disponer de Ramón, un futbolista que en los momento que ha podido intervenir ha demostrado que puede marcar diferencias. Pero será muy complicado que pueda aportar, pues está nuevamente 'tocado'. Habrá que ver cuál es el alcance. Tampoco están al nivel esperado algunos de los futbolistas llamados a ser importantes. Esta es la realidad actual de un equipo con problemas cara al gol y que, en ocasiones, se muestra vulnerable atrás, en la defensa.

La hoja de ruta, sin duda, pasa por sumar en los tres partidos del campeonato los máximos puntos posibles (en San Fernando y en el campo del Castilla, y en casa contra el Antequera) para confirmar la participación en estos 'play-off', algo que está casi hecho (falta un punto), y paralelamente ir preparando en todos los frentes esas eliminatoria decisivas para el ascenso. Los detalles, más que nunca, tendrán una importancia vital para alcanzar el éxito. No es fácil ganar al Málaga con claridad, una ventaja que puede ser clave y que deberá mantener a toda costa en estos emparejamientos.

De ahí que exista una gran convicción en que no es el momento de pensar en acometer modificaciones que supondrían un salto al vacío ni tampoco buscar soluciones a errores cometidos con anterioridad, pues sería muy complicado y sólo llegaría a distraer la atención en el momento más crucial, el de luchar por el regreso a fútbol profesional con las armas disponibles...

En la hora de la verdad, sin embargo, toda la responsabilidad recae sobre el entrenador, sus ayudantes y los jugadores. Pellicer siempre intentó que todos los futbolistas dispusieran de minutos y oportunidades para que a estas alturas tuviera disponible un bloque amplio para responder al máximo nivel, si bien se está observando que las lesiones han afectado de una forma considerable y que algunos siguen sin alcanzar el ritmo necesario. Aunque algo más de tres semanas hasta la fase de ascenso todavía son suficientes para seguir recuperando hombres para la causa. Es todo o nada, la gloria del ascenso o la decepción de la continuidad en esta categoría, la tercera.