El Málaga, de menos a más, cierra la pretemporada con derrota en casa (0-1)

Tras presentar un equipo casi al completo de filiales y juveniles en Granada –un auténtico sinsentido fijar dos amistosos en 24 horas para disponer esa formación–, en la presentación en La Rosaleda José Alberto presentó un once más reconocible dentro de las circunstancias, con la banda derecha para los internacionales sub-20 marroquíes Bilal (demasiados lesionados en el lateral) y Haitam, una pareja de centrales con oficio (Peybernes-Lombán), la pareja Jozabed-Luis Muñoz al timón, Ismael Gutiérrez de segundo punta y Brandon arriba.

Aún es pretemporada y también el Tenerife hizo temer lo peor en el primer encuentro de la pasada Liga –luego el campeonato discurrió por otros derroteros–, pero es innegable la sensación de que el Málaga ha dado un paso atrás. Apostar a estas alturas por la pareja Jozabed-Luis Muñoz en el centro del campo no invita al optimismo. Los síntomas de fragilidad del equipo fueron evidentes desde el primer minuto, con falta de consistencia (el cuadro isleño no necesitó mucho para dejar solo a Bermejo con un pase filtrado y para disponer de dos tiros muy cómodos) y demasiadas lagunas defensivas. Un simple pase en largo del lateral izquierdo visitante pilló despistado a Bilal, desnudó a Peybernes y dejó en evidencia a Javi Jiménez en el pulso con Elady, que remató a placer en el segundo palo. Pero fue más preocupante la desubicación permanente de Luis Muñoz, la casi nula presencia en el juego de Jozabed y el papel intrascendente de Ismael Gutiérrez en la media punta y de Brandon arriba. Salvo un par de destellos de Haitam, casi nada en ataque.

El Tenerife, aparentemente mucho más hecho, hasta pudo sentenciar antes del descanso en una acción que Peybernes salvó bajo los palos... ¡tras un saque de banda! En la reanudación José Alberto varió la posición de Ismael y Luis Muñoz para situar al primero con Jozabed y al malagueño más adelantado. Dos tiros de este último parecieron reactivar al equipo, aunque la presión arriba no dio réditos y de nuevo el Málaga tuvo que optar por un repliegue intensivo para protegerse.

Fue con la entrada de Paulino cuando mejoró la imagen de los blanquiazules mientras en el Tenerife Ramis comenzaba a dar entrada a diversos canteranos. En los últimos veinte minutos el Málaga empujó en busca del empate y, aunque sufrió en las transiciones de su rival, las opciones aumentaron con la incorporación de Larrubia y Loren. Paulino pasó a jugar de medio punta y Brandon se escoró a la izquierda, y así llegaron acercamientos con más frecuencia. Loren, Larrubia y Luis Muñoz se quedaron muy cerca del empate. La Liga debe de ser otra cosa para un Málaga lejos de lo esperado. Habrá que ver el lunes 16.